1 Libro de la genealogía de Jesucristo, el Hijo de David, el Hijo de Abraham. 2 Abraham fue el padre de Isaac, e Isaac el padre de Jacob, y Jacob el padre de Judá y sus hermanos, 3 Judá el padre de Fares y Zara a través de Tamar, Fares el padre de Esrom, Esrom el padre de Aram, 4 Aram fue el padre de Aminadab, Aminadab el padre de Naasón, Naasón el padre de Salmón. 5 Salmón fue el padre de Booz a través de Rahab, Booz el padre de Obed por medio de Rut, Obed el padre de Isaí, 6 Isaí fue el padre de David el rey. David fue el padre de Salomón por medio de la esposa de Urías. 7 Salomón fue el padre de Roboam, Roboam el padre de Abías, Abías el padre de Asa, 8 Asa el padre de Josafat, Josafat fue el padre de Jorám y Jorám el padre de Uzías. 9 Uzías el padre de Jotam, Jotam el padre de Acaz, Acaz el padre de Ezequías. 10 Ezequías fue el padre de Manasés, Manasés el padre de Amón, Amón el padre de Josías. 11 Josías el padre de Jeconías y sus hermanos al tiempo de la deportación a Babilonia. 12 Y después de la deportación a Babilonia, Jeconías fue el padre de Salatiel, Salatiel el ancestro de Zorobabel. 13 Zorobabel el padre de Abiud, Abiud el padre de Eliaquim, Eliaquim el padre de Azor. 14 Azor fue el padre de Sadoc, Sadoc fue el padre de Aquim, Aquim el padre de Eliud. 15 Eliud el padre de Eleazar, Eleazar el padre de Matán, Matán el padre de Jacob. 16 Jacob el padre de José el esposo de María, por medio de quién Jesús nació, a quién es llamado Cristo. 17 Las generaciones desde Abraham a David fueron catorce, desde David a la deportación a Babilonia catorce, y de la deportación a Babilonia a Cristo catorce generaciones. 18 El nacimiento de Jesucristo sucedió de la siguiente forma. Su madre María estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que se juntasen, ella se encontró embarazada por medio del Espíritu Santo. 19 Su esposo José era un hombre justo, pero no quiso avergonzarla públicamente. Así que decidió terminar con su compromiso con ella secretamente. 20 Mientras él pensaba sobre estas cosas, un ángel del Señor le apareció en sueños diciendo: "José, hijo de David, no temas tomar a María como tu esposa, porque el que está concebido dentro de ella fue concebido por el Espíritu Santo. 21 Ella dará a luz un Hijo y tú lo llamarás Jesús, pues Él salvará a su pueblo de sus pecados." 22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo hablado por el Señor a través del profeta, diciendo: 23 "MIRAD, LA VIRGEN CONCEBIRÁ Y DARÁ A LUZ UN HIJO, Y LLAMARÁN SU NOMBRE EMMANUEL, QUE SIGNIFICA 'DIOS CON NOSOTROS." 24 José despertó de su sueño e hizo como el ángel del Señor le había mandado y la tomó como su esposa. 25 Sin embargo, él no durmió con ella hasta que dio a luz a su hijo. Y él llamó su nombre Jesús.
1 Livro da genealogia de Jesus Cristo, Filho de Davi, Filho de Abraão. 2 Abraão foi o pai de Isaque; Isaque, o pai de Jacó; Jacó, o pai de Judá e seus irmãos; 3 Judá foi o pai de Farés e Zará, gerados de Tamar. Farés foi o pai Esrom; Esrom foi o pai de Arão; 4 Arão foi o pai de Aminadabe; Aminadabe, pai de Nasom; Nasom, pai de Salmom; 5 Salmom foi o pai de Boaz, gerado de Raabe; Boaz, o pai de Obede, gerado de Rute; Obede, pai de Jessé, e 6 Jessé foi o pai do rei Davi. Davi foi pai de Salomão, gerado pela esposa de Urias. 7 Salomão foi o pai de Roboão; Roboão, pai de Abias; Abias, pai de Asa. 8 Asa, pai de Josafá; Josafá foi o pai de Jorão, e Jorão foi um ancestral de Ozias. 9 Ozias, foi o pai de Jotão; Jotão, pai de Acaz; Acaz, pai de Ezequias; 10 Ezequias foi o pai de Manassés; Manassés, pai de Amom; Amom, pai de Josias, e 11 Josias foi um ancestral de Jeconias e seus irmãos, no tempo da deportação para a Babilônia. 12 E, após a deportação para a Babilônia, Jeconias foi o pai de Salatiel; Salatiel, foi um ancestral de Zorobabel; 13 Zorobabel, foi o pai de Abiúde; Abiúde, pai de Eliaquim; Eliaquim, pai de Azor; 14 Azor foi o pai de Sadoque; Sadoque, pai de Aquim; Aquim, pai de Eliúde; 15 Eliúde foi o pai de Eleazar; Eleazar, pai de Matã; Matã, pai de Jacó, e 16 Jacó foi o pai de José, marido de Maria, da qual nasceu Jesus, aquele que é chamado Cristo. 17 Todas as gerações: de Abraão até Davi, foram catorze gerações; de Davi até a deportação para a Babilônia, foram catorze gerações; e da deportação para a Babilônia até Cristo, foram catorze gerações. 18 O nascimento de Jesus Cristo aconteceu assim: Maria, sua mãe, estava noiva de José, mas antes de se unirem em casamento, ela achou-se grávida pelo Espírito Santo. 19 José, seu marido, era um homem justo, e não querendo desonrá-la publicamente, decidiu terminar seu noivado secretamente. 20 Enquanto pensava nessas coisas, um anjo do Senhor apareceu para ele em um sonho, dizendo: "José, filho de Davi, não temas receber Maria como tua mulher, porque o que nela foi gerado é concebido pelo Espírito Santo. 21 Ela dará à luz um filho e tu o chamarás de Jesus, porque Ele salvará Seu povo dos seus pecados". 22 Tudo isso aconteceu para que se cumprisse o que foi dito pelo Senhor por meio do profeta: 23 "Eis que a virgem conceberá e dará à luz um filho, e o chamarão Emanuel, que significa 'Deus conosco'". 24 José ao acordar de seu sono, fez como o anjo do Senhor lhe havia ordenado e a recebeu como sua esposa. 25 Entretanto não teve relações sexuais com ela, até que deu à luz um filho. E ele deu-lhe o nome de Jesus.
1 Después que Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes, hombres sabios de oriente llegaron a Jerusalén diciendo: 2 "¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle". 3 Cuando el rey Herodes escuchó esto, se turbó y toda Jerusalén con él. 4 Herodes reunió a todos los sacerdotes principales y escribas del pueblo y les preguntó: "¿Dónde nacerá el Cristo?" 5 Ellos le respondieron: "En Belén de Judea, porque esto es lo que estaba escrito por el profeta: 6 'Y TÚ, BELÉN, EN TIERRA DE JUDÁ, NO ERES LA MENOR ENTRE LOS PRINCIPES DE JUDÁ, PUES DE TI VENDRÁ UN GOBERNANTE QUE PASTOREARÁ MI PUEBLO DE ISRAEL.'" 7 Entonces Herodes secretamente llamó a los sabios para preguntarles exactamente en qué momento apareció la estrella. 8 Él los envió a Belén diciendo: "Vayan y busquen cuidadosamente al Niño. Cuando lo encuentren, déjenme saber para que yo vaya y también lo adore." 9 Después que ellos escucharon al rey continuaron su camino y la estrella que vieron en el oriente iba delante de ellos y se mantuvo sobre donde estaba el Niño. 10 Cuando vieron la estrella se alegraron con gran gozo. 11 Ellos fueron a la casa y vieron al Niño con María su madre. Ellos se inclinaron y lo adoraron; abrieron sus tesoros y le ofrecieron regalos de oro, incienso y mirra. 12 Dios les advirtió en un sueño de no regresar a Herodes; por eso se fueron a su tierra por otro camino. 13 Después que ellos se fueron, un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño y le dijo: "Levántate, toma al Niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que te Yo diga, porque el rey Herodes buscará al Niño para matarlo." 14 Esa noche José se levantó y tomó al niño y a su madre y partieron hacia Egipto. 15 Él se mantuvo allí hasta que Herodes falleció. Esto cumplió lo que Dios había dicho a través del profeta, "DE EGIPTO LLAMÉ A MI HIJO." 16 Entonces cuando Herodes se dio cuenta que había sido burlado por los hombres sabios se enojó grandemente. Él mandó a matar a todos los niños varones que tuvieran dos años o menos, que estubieran en Belén y en toda aquella región, de acuerdo al tiempo que él había determinado exactamente de los sabios. 17 Entonces se cumplió todo lo que se había dicho a través del profeta Jeremías: 18 "SE ESCUCHÓ UNA VOZ EN RAMA, LLANTO Y UNA GRAN LAMENTACIÓN, ES RAQUEL LLORANDO POR SUS HIJOS Y REHUSÓ SER CONSOLADA PORQUE ELLOS NO VIVIAN MÁS." 19 Cuando Herodes murió, he aquí un ángel del Señor se le apareció en un sueño a José en Egipto y le dijo: 20 "Levántate y toma al Niño y a su madre y ve a la tierra de Israel, porque aquellos que buscaban matar al Niño han muerto." 21 José se levantó y tomó al Niño y a su madre y regreso a la tierra de Israel. 22 Pero cuando escuchó que Arquelao estaba reinando en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allá. Después que Dios le advirtió en un sueño, partió a la región de Galilea 23 y fue y vivió en la ciudad llamada Nazaret. Esto cumplió lo que había sido dicho por los profetas que Él sería llamado Nazareno.
1 Depois do nascimento de Jesus, em Belém da Judéia, nos tempos do rei Herodes, os sábios do Oriente chegaram a Jerusalém, dizendo: 2 "Onde está aquele que nasceu, o Rei dos Judeus? Nós vimos a sua estrela no Oriente e viemos adorá-Lo." 3 Quando o rei Herodes ouviu isso, ficou perturbado, e com ele toda a Jerusalém. 4 Herodes reuniu todos os chefes dos sacerdotes e os mestres do povo, e perguntou: "Onde o Cristo vai nascer?" 5 Eles disseram: "Em Belém da Judeia, porque está escrito pelo profeta: 6 'E tu, Belém, na terra de Judá, não és a menor dentre as principais cidades de Judá, porque de ti virá um líder que irá pastorear o Meu povo de Israel'". 7 Então Herodes chamou secretamente os sábios para perguntar-lhes exatamente quando a estrela tinha aparecido. 8 Ele os enviou a Belém, dizendo: "Ide e procurai pelo menino com cuidado. Quando o achardes, avisai-me, para que eu possa ir e adorá-Lo". 9 Depois de terem ouvido o rei, partiram, e a estrela que eles tinham visto no Oriente foi adiante deles até que parou acima do lugar onde o menino estava. 10 Quando eles viram a estrela, regozijaram-se com grande alegria. 11 Eles entraram na casa, viram o menino com Maria, Sua mãe, curvaram-se e O adoraram. Eles abriram seus tesouros e ofereceram-Lhe presentes: ouro, incenso e mirra. 12 Deus os alertou em sonho que não retornassem a Herodes, e eles partiram para o seu próprio país por outro caminho. 13 Depois de partirem, um anjo do Senhor apareceu a José em sonho e disse: "Levante-te, pega o menino e sua mãe, e foge para o Egito. Permanece lá até que eu te diga, porque Herodes procurará o menino para destruí-Lo". 14 Naquela noite, José levantou-se, pegou o menino com Sua mãe e partiu para o Egito. 15 Ele permaneceu lá até a morte de Herodes. Isso cumpriu o que o Senhor dissera por meio do profeta: "Do Egito chamei Meu Filho". 16 Então Herodes, quando viu que tinha sido enganado pelos sábios, ficou furioso. Ele mandou matar todos os meninos de dois anos ou menos que estavam em Belém e em toda aquela região, de acordo com o tempo indicado com precisão pelos sábios. 17 Então cumpriu-se o que havia sido falado pelo profeta Jeremias: 18 "Uma voz de lamento e de grande gemido foi ouvida em Ramá, era Raquel lamentando por seus filhos, e ela recusou-se a ser confortada porque eles não mais existiam". 19 Quando Herodes morreu, eis que um anjo do Senhor apareceu em um sonho a José no Egito e disse: 20 "Levanta-te e pega o menino e Sua mãe e vai para a terra de Israel, porque aqueles que tentaram tirar a vida do menino estão mortos". 21 José levantou-se, pegou o menino e Sua mãe, e foi para a terra de Israel. 22 Entretanto, quando ele ouviu que Arquelau estava reinando sobre a Judéia, no lugar de seu pai Herodes, ficou com medo de ir para lá. Depois que Deus o avisou em um sonho, ele saiu para a região da Galiléia, 23 e foi viver em uma cidade chamada Nazaré. Cumpriu-se o que disseram os profetas, que ele se chamaria o Nazareno.
1 En aquellos días Juan el Bautista vino predicando en el desierto de Judea diciendo: 2 "Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca. 3 Porque él fue de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: "LA VOZ DE ALGUIEN QUE GRITA EN EL DESIERTO, 'PREPAREN EL CAMINO DEL SEÑOR, ENDERECEN SUS CAMINOS.'" 4 Juan vestía ropa de pelo de camello, y un cinturón de cuero alrededor de su cintura. Su comida era langostas y miel silvestre. 5 Entonces Jerusalén, toda Judea, y toda la región alrededor del Río Jordán acudian a él. 6 Ellos eran bautizados en el Río Jordán, mientras confesaban sus pecados. 7 Pero cuando él vio a muchos de los Fariseos y Saduceos llegando a él para ser bautizados, él les dijo: "Ustedes camada de viboras venenosas, ¿quién les advirtió para que huyeran de la ira que vendrá? 8 Produzcan fruto digno de arrepentimiento. 9 Y no piensen en decir entre ustedes: 'Nosotros tenemos a Abraham por nuestro padre.' Aunque yo les digo que Dios es capaz de levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Ya el hacha ha sido puesta contra la raíz de los árboles. Así que todo árbol que no produce buen fruto es cortado y lanzado en el fuego. 11 Yo los bautizo con agua para arrepentimiento. Pero Él que viene después de mí, es más poderoso que yo y no soy digno ni de llevar Sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Su aventador está en Su mano para limpiar a fondo Su era y para recoger Su trigo en el granero. Pero Él quemará la paja con fuego que nunca se puede apagar." 13 Entonces Jesús vino de Galilea al Río Jordán para ser bautizado por Juan. 14 Pero Juan seguía tratando de detenerlo, diciendo: "Yo necesito ser bautizado por Ti, y ¿Tú vienes a mí?" 15 Jesús respondió y Le dijo: "Permítelo ahora, porque es justo para nosotros que cumplamos toda justicia." Entonces Juan se lo permitió. 16 Después que Él fue bautizado, Jesús salió inmediatamente del agua, y he aquí, los cielos fueron abiertos. Él vio el Espíritu de Dios descender como una paloma y posarse sobre Él. 17 He aquí, una voz vino de los cielos diciendo: "Este es Mi Hijo amado. Estoy muy complacido con Él."
1 Naqueles dias, surgiu João Batista pregando no deserto da Judeia, dizendo: 2 "Arrependei-vos, pois o Reino dos Céus está próximo". 3 Pois este é aquele sobre o qual o profeta Isaías falou: "A voz do que clama no deserto: 'Preparai o caminho do Senhor, fazei retos os Seus caminhos'". 4 João vestia roupas de pele de camelo, um cinto de couro em volta da cintura e seu alimento era gafanhotos e mel silvestre. 5 Então Jerusalém, toda a Judéia e toda a região em volta do Rio Jordão foram a ele. 6 Eles foram batizados por João no Rio Jordão, confessando os seus pecados. 7 Quando ele viu muitos dos fariseus e dos saduceus, vindo a ele para serem batizados, disse-lhes: "Raça de víboras, quem vos induziu a tentar fugir da ira que está vindo? 8 Produzi, pois, frutos dignos de arrependimento. 9 E não penseis em dizer entre vós: 'Nós temos Abraão como nosso pai'. Pois eu vos digo que Deus é capaz de fazer surgir filhos a Abraão até mesmo dessas pedras. 10 O machado já foi posto à raiz das árvores. Toda árvore que não produz bom fruto é cortada e lançada ao fogo. 11 Eu vos batizo com água para arrependimento, mas Aquele que vem depois de mim é mais poderoso do que eu e eu não sou digno nem de carregar Suas sandálias. Ele vos batizará com o Espírito Santo e com fogo. 12 A pá está em Sua mão para limpar completamente Sua eira e ajuntar Seu trigo no celeiro, mas Ele queimará a palha com fogo que nunca poderá ser apagado". 13 Então Jesus veio da Galileia para o Rio Jordão para ser batizado por João, 14 todavia João tentou impedi-Lo, dizendo: "Eu preciso ser batizado por Ti, e Tu vens a mim?" 15 Jesus respondeu e disse-lhe: "Permita isto agora, pois é correto a nós cumprir toda a justiça". Então João O permitiu. 16 Depois que foi batizado, Jesus saiu imediatamente da água e eis que os céus foram abertos sobre Ele, e viu o Espírito de Deus descendo como uma pomba e pousando sobre Si. 17 Uma voz vinda dos céus disse: "Este é o Meu Filho amado. Dele muito me agrado."
1 Luego Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. 2 Cuando hubo ayunado por cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 El tentador vino y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, ordenale a estas piedras que se conviertan en pan". 4 Pero Jesús respondió y le dijo: "Escrito está, 'NO SÓLO DE PAN VIVIRÁ EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS.'" 5 Luego el diablo lo llevó a la ciudad santa y lo puso en el punto más alto del templo, 6 y le dijo: "Si tú eres el Hijo de Dios, lánzate hacia abajo, pues escrito está: 'ÉL ORDENARÁ A SUS ÁNGELES A CUIDAR DE TI,' y, 'ELLOS TE LEVANTARÁN EN SUS MANOS, DE MANERA QUE NO GOLPEES TU PIE CONTRA UNA PIEDRA'" 7 Jesús le dijo: "Nuevamente escrito está: 'NO PONDRÁS A PRUEBA AL SEÑOR TU DIOS'". 8 Nuevamente, el diablo lo llevó a un lugar alto y le mostró todos los reinos del mundo junto con todo su esplendor. 9 Él le dijo: "Todas estas cosas te daré, si te postras ante mí y me adoras." 10 Entonces Jesús le dijo: "¡Vete de aquí, Satanás! Porque escrito está: 'ADORARÁS AL SEÑOR TU DIOS, Y SÓLO A ÉL SERVIRÁS'". 11 Entonces el diablo lo dejó, y entonces, vinieron ángeles y le sirvieron. 12 Cuando Jesús escuchó que a Juan lo habían arrestado, regresó a Galilea. 13 Él salió de Nazaret y fue a vivir en Capernaúm, que está cerca del Mar de Galilea, en los territorios de Zabulón y de Neftalí. 14 Esto sucedió para que se cumpliera lo que se había dicho a través del profeta Isaías: 15 ''¡LA TIERRA DE ZABULÓN Y LA TIERRA DE NEFTALÍ, CAMINO AL MAR, MÁS ALLÁ DEL JORDÁN, GALILEA DE LOS GENTILES! 16 EL PUEBLO ASENTADO EN TINIEBLAS HA VISTO UNA GRAN LUZ, Y AQUELLOS QUE VIVIAN EN REGIÓN Y SOMBRA DE MUERTE, SOBRE ELLOS, LUZ RESPLANDECIO.'' 17 Desde ese tiempo Jesús comenzó a predicar y a decir: "Arrepiéntanse, pues el reino de los cielos se ha acercado." 18 Mientras Él caminaba junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón que es llamado Pedro, y su hermano Andrés, que lanzaban una red en el mar, pues eran pescadores. 19 Jesús les dijo: "Vengan y síganme, y yo los haré pescadores de hombres". 20 Inmediatamente ellos dejaron las redes y lo siguieron. 21 Mientras Jesús salía de allí él vio a otros dos hermanos, Jacobo el hijo de Zebedeo, y Juan, su hermano. Ellos estaban en la barca junto a su padre, Zebedeo; estaban zurciendo sus redes. Él los llamó, 22 E inmediatamente dejaron la barca y a su padre, y lo siguieron. 23 Jesús fue por toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino, sanando todo tipo de enfermedades y toda clase de dolencias entre la gente. 24 Las noticias acerca de Él se propagaron por toda Siria, y la gente le traían todos aquellos que estaban enfermos, con varias afecciones y dolores, aquellos poseídos por demonios, y los epilépticos y paralíticos. Jesús los sanaba. 25 Grandes multitudes le seguían desde Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea, y más allá del Jordán.
1 Então Jesus foi guiado pelo Espírito ao deserto para ser tentado pelo diabo. 2 Após ter jejuado por quarenta dias e quarenta noites, Ele teve fome. 3 O diabo veio e disse-Lhe: "Se Tu És o Filho de Deus, ordena a estas pedras que se transformem em pães". 4 Mas Jesus, respondendo, disse-lhe: "Está escrito: 'Não só de Pão viverá o homem, mas de toda palavra que procede da boca de Deus'". 5 Então o diabo O levou para a cidade santa, colocou-O no ponto mais alto do templo 6 e disse-Lhe: "Se Tu És o Filho de Deus, lança-Te daqui abaixo, pois está escrito: 'Ele dará ordem aos Seus anjos para que tomem conta de ti,’ e 'Eles irão segurá-lo em suas mãos, para que teu pé não tropece contra uma pedra'". 7 Disse-lhe Jesus: "Também está escrito: 'Tu não deves colocar o Senhor teu Deus à prova'". 8 Novamente o diabo O levou para um lugar alto e mostrou a Ele todos os reinos do mundo juntamente com seu esplendor. 9 Ele disse a Jesus: "Todas estas coisas te darei, se te prostrares e me adorares". 10 Então Jesus disse-lhe: "Sai daqui Satanás! Pois está escrito: 'Adorarás ao Senhor teu Deus e somente a Ele darás culto'". 11 Então o diabo O deixou e anjos vieram e O serviram. 12 Quando Jesus soube que João havia sido preso, retirou-se para a Galiléia. 13 Saindo de Nazaré foi viver em Cafarnaum, que fica junto ao mar da Galileia, nos territórios de Zebulom e Naftali. 14 Isto aconteceu para que se cumprisse o que foi dito pelo profeta Isaías: 15 "Terra de Zebulom e terra de Naftali, caminho do mar, além do Jordão, Galileia dos Gentios! 16 O povo que estava em trevas viu uma grande luz, e sobre aqueles que estavam na região da sombra da morte surgiu uma luz". 17 A partir daquele momento, Jesus começou a pregar e a dizer: "Arrependei-vos, pois o Reino dos Céus está próximo". 18 Enquanto caminhava à beira do mar da Galileia, viu dois irmãos, Simão, que é chamado Pedro, e André, que lançavam as redes ao mar, pois eram pescadores. 19 Disse-lhes Jesus: "Vinde, segui-me e eu vos farei pescadores de homens". 20 Imediatamente eles deixaram as redes e O seguiram. 21 Enquanto Jesus caminhava, viu outros dois irmãos, Tiago, o filho de Zebedeu, e João. Eles estavam em um barco com Zebedeu, seu pai, consertando suas redes. Ele os chamou 22 e, imediatamente, eles deixaram o barco e seu pai, e O seguiram. 23 Jesus percorreu toda a Galileia, ensinando nas sinagogas deles, pregando as boas novas do Reino e curando todos os tipos de enfermidades e de doenças entre o povo. 24 As notícias sobre Ele correram por toda a Síria, e as pessoas trouxeram-Lhe todos aqueles que estavam doentes, com diversas enfermidades e tormentos: endemoninhados, epilépticos e paralíticos; e Jesus os curou. 25 Grandes multidões O seguiram da Galileia, Decápolis, Jerusalém e Judeia e dalém do Jordão.
1 Cuando Jesús vio las multitudes, subió al monte; cuando se sentó, Sus discípulos vinieron a Él. 2 Él abrió Su boca y Les enseñó; El dijo: 3 "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 4 Bienaventurados aquellos que lloran, porque ellos serán consolados. 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. 6 Bienaventurados los hambrientos y sedientos de justicia, porque ellos serán saciados. 7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos obtendrán misericordia. 8 Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios. 9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. 10 Bienaventurados aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 11 Bienaventurados ustedes cuando la gente los insulte y los persiga, o falsamente digan toda clase de cosas malas en su contra por Mi causa. 12 Regocíjense y alégrense mucho, porque grande es su recompensa en el cielo. Porque así la gente persiguió a los profetas que vivieron antes de ustedes. 13 Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿como podrá hacerse salada de nuevo? No es buena para nada, excepto para ser tirada y pisoteada por la gente. 14 Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada en un monte no se puede ocultar. 15 Tampoco la gente enciende una lámpara y la coloca debajo de un cajon, sino en un candelero, alumbra a todos en la casa. 16 Dejen que su luz brille delante de la gente de tal manera que vean sus buenas obras y alaben al Padre que está en el cielo. 17 No piensen que Yo he venido a destruir la ley o a los profetas; no he venido para destruirlos, sino para cumplir. 18 Porque verdaderamente les digo que hasta que el cielo y la tierra pasen, ni una jota, ni una tilde en ninguna manera pasarán de la ley, hasta que todas las cosas se hayan consumado. 19 Por lo tanto cualquiera que rompa el más pequeño de estos mandamientos y enseñe a otros a hacerlo, será llamado menos importante en el reino de los cielo. Pero cualquiera que los guarde y los enseñe será llamado grande en el reino de los cielos. 20 Porque Yo les digo que a menos que su justicia exceda la justicia de los escribas y Fariseos, de ninguna manera entrarán al reino de los cielos. 21 Ustedes han escuchado que se les dijo en tiempos antiguos: 'NO MATARÁS', y 'Cualquiera que mate estará en peligro de juicio.' 22 Pero Yo les digo que todo el que esté enojado con su hermano estará en peligro de juicio; y cualquiera que le diga a su hermano: '¡Tú eres una persona que no vale nada!' estará en peligro de ser juzgado por el concilio; y cualquiera que le diga: '¡Tú tonto!', estará en peligro del fuego del infierno. 23 Por lo tanto si estás presentando tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja tu ofrenda allí en frente del altar, y anda. Primero reconcíliate con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu regalo. 25 Ponte de acuerdo con tu acusador mientras vas con él de camino a la corte, o tu acusador tal vez te entregue al juez, y el juez tal vez te entregue al oficial, y tú tal vez seas arrojado a la prisión. 26 Verdaderamente les digo, que nunca saldrás de allí hasta que hayas pagado la última parte del dinero que debes. 27 Ustedes han escuchado que fue dicho: 'NO COMETERÁS ADULTERIO.' 28 Pero Yo les digo a todo aquel que mira a una mujer para desearla, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón. 29 Y si tu ojo derecho te causa tropiezo, arráncalo y échalo lejos de ti; porque es mejor para ti que una parte de tu cuerpo perezca, a que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y si tu mano derecha te causa tropiezo, córtala y échala lejos de ti; porque es mejor para ti que una parte de tu cuerpo perezca, a que todo tu cuerpo vaya al infierno. 31 También fue dicho: 'CUALQUIERA QUE REPUDIE A SU ESPOSA, QUE LE DE UN CERTIFICADO DE DIVORCIO.' 32 Pero Yo les digo que todo aquel que se divorcie de su esposa, excepto por causa de inmoralidad sexual, la hace a ella una adúltera; y cualquiera que se case con ella después que esta se ha divorciado comete adulterio. 33 Otra vez, han oído que les fue dicho en tiempos antiguos: 'NO JURARAS FALSAMENTE, SINO CUMPLE TUS JURAMENTOS AL SEÑOR.' 34 Pero yo les digo, no jures por nada; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de Sus pies; ni por Jerusalén, porque es LA CIUDAD DEL GRAN REY. 36 Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer un pelo blanco o negro. 37 Pero deja que tu hablar sea, 'Sí, sí,' o 'No, no.' Todo lo que es más que esto viene del maligno. 38 Has oído decir: 'OJO POR OJO, Y DIENTE POR DIENTE.' 39 Pero yo les digo, no resistas al que es malo; en su lugar, cualquiera que te golpea en tu mejilla derecha, también vuélvele la otra. 40 Y si alguien desea ir a la corte contigo y te quita tu camisa, deja que se lleve también tu capa. 41 Y el que te obliga a ir un kilómetro, ve con él dos. 42 Da a todo aquel que te pide, y no le des la espalda al que desea pedirte prestado. 43 Han oído que fue dicho: 'AMARÁS A TU VECINO Y ODIARÁS A TU ENEMIGO.' 44 Pero les digo, amen a sus enemigos y oren por aquellos que los persiguen, 45 para que puedan ser hijos del Padre que está en los cielos. Porque Él hace salir el sol sobre los malos y los buenos, y manda la lluvia sobre los justos y los injustos. 46 Si aman a los que los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿No hacen así mismo los cobradores de impuestos? 47 Y si solo saludan a sus hermanos, ¿qué hacen más que los otros? ¿No así mismo hacen los Gentiles? 48 Por tanto sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.
1 Quando Jesus viu a multidão, subiu ao monte, sentou-se, e seus discípulos vieram até Ele. 2 Então Ele abriu a sua boca e os ensinou, dizendo: 3 "Felizes são os pobres em espírito, pois deles é o Reino dos Céus. 4 Felizes os profundamente entristecidos, pois eles serão confortados. 5 Felizes são os mansos, pois eles herdarão a terra. 6 Felizes os que têm fome e sede de justiça, porque eles serão satisfeitos. 7 Felizes são os misericordiosos, pois eles obterão misericórdia. 8 Felizes são os puros de coração, pois eles verão a Deus. 9 Felizes são os pacificadores, pois eles serão chamados filhos de Deus. 10 Felizes os que são perseguidos por causa da justiça, pois deles é o Reino dos Céus. 11 Felizes sois vós quando as pessoas vos ofenderem e vos perseguirem, ou disserem todo tipo de maldades e falsidades contra vós por serdes meus seguidores. 12 Regozijai-vos e alegrai-vos, pois grande é a vossa recompensa no céu. Pois dessa maneira as pessoas perseguiram os profetas que viveram antes de vós. 13 Vós sois o sal da terra, mas se o sal perder o seu sabor, como poderá ser usado outra vez? Jamais será útil para alguma coisa, exceto para ser jogado fora e ser pisado pelas pessoas. 14 Vós sois a luz do mundo. Uma cidade edificada sobre a colina não pode ficar escondida. 15 Ninguém acende uma lamparina e coloca-a debaixo de um cesto, mas, em vez disso, coloca-a na candeia, e brilha para todos na casa. 16 Que a vossa luz brilhe diante das pessoas de tal forma que elas vejam as vossas boas obras e louvem ao vosso Pai que está no céu. 17 Não penseis que Eu vim para destruir a Lei ou os profetas; não vim para destruí-los, mas para cumpri-los. 18 Por isso, verdadeiramente, Eu vos digo que, até que os céus e a terra passem, nem um ponto ou til irá, de alguma forma, ser mudado na Lei, até que todas as coisas sejam cumpridas. 19 Portanto qualquer um que quebrar o menor desses mandamentos e ensinar os outros a fazer o mesmo será chamado menor no Reino dos Céus. Mas qualquer um que guardar estes mandamentos e os ensinar será chamado grande no Reino dos Céus. 20 Por isso Eu vos digo que, se a vossa justiça não exceder a justiça dos escribas e fariseus, de forma alguma entrareis no Reino dos Céus. 21 Ouvistes o que foi dito nos tempos antigos: 'Não matarás', e 'Qualquer um que matar estará sujeito a julgamento.' 22 Mas Eu vos digo que qualquer um que se irar contra seu irmão estará sujeito a julgamento; e qualquer que disser para seu irmão: 'Tu és um idiota!' estará sujeito a ser julgado no tribunal; e qualquer que disser: 'Seu tolo!' estará sujeito ao fogo do inferno. 23 Portanto se estiveres levando a tua oferta para o altar e ali te lembrares que o teu irmão tem algo contra ti, 24 deixa a tua oferta lá, na frente do altar, e vai primeiro reconciliar-te com o teu irmão, e depois volta e apresenta a tua oferta. 25 Entra em acordo com o teu acusador rapidamente, enquanto estás com ele no caminho para o tribunal, para que o teu acusador não te entregue ao juiz, e o juiz te entregue aos oficiais, e sejas lançado na prisão. 26 Verdadeiramente eu te digo: não sairás dali até que pagues o último centavo. 27 Ouvistes o que foi dito: 'Não adulterarás'. 28 Mas Eu vos digo que qualquer um que olhar para uma mulher com intenção impura já cometeu adultério com ela em seu coração. 29 E, se o teu olho direito te leva a pecar, tira-o e joga-o fora, porque é melhor uma parte do teu corpo perecer do que todo o teu corpo ser lançado no inferno. 30 E, se a tua mão direita te leva a pecar, corta-a e joga-a fora, pois é melhor uma das partes do teu corpo perecer do que todo o teu corpo ser lançado no inferno. 31 Também foi dito: 'Qualquer um que mandar embora a sua esposa dê a ela uma carta de divórcio.' 32 Mas Eu vos digo que todo aquele que se divorciar de sua esposa, exceto por causa de imoralidade sexual, faz dela uma adúltera; e qualquer um que casar com ela, depois que ela se divorciou, comete adultério. 33 Também ouvistes o que foi dito para aqueles nos tempos antigos: 'Não jureis falsamente, mas cumpri os vossos juramentos ao Senhor.' 34 Mas Eu vos digo que não jureis por nada: nem pelo céu, pois é o trono de Deus; 35 nem pela terra, pois é o firmamento dos Seus pés; nem por Jerusalém, pois é a cidade do Grande Rei. 36 Nem jures pela tua cabeça, pois não podes tornar um fio de cabelo preto ou branco. 37 Mas que a tua palavra seja: 'Sim, sim,' ou 'Não, não.' Qualquer coisa a mais do que isso vem do maligno. 38 Ouvistes o que vos disseram: 'Olho por olho e dente por dente.' 39 Entretanto Eu vos digo: não resistais a quem é mau; pelo contrário, a qualquer um que der um tapa no lado direito da tua face, oferece a ele o outro lado também. 40 E, se alguém quiser te levar ao tribunal e tomar a tua túnica, deixa essa pessoa tomar também a tua capa. 41 E, se alguém te obrigar a caminhar uma milha, vai com ele duas. 42 Dá a qualquer um que te pedir, e não vires as tuas costas para qualquer pessoa que deseja te pedir algo emprestado. 43 Ouvistes o que foi dito: 'Ama o teu próximo e odeia o teu inimigo'. 44 Contudo Eu vos digo: amai os vossos inimigos e orai por aqueles que vos perseguem, [1]45 para que sejais filhos do vosso Pai que está nos céus, pois Ele faz o Seu sol nascer sobre os maus e os bons e manda chuva para os justos e os injustos. 46 Porque, se amardes apenas aqueles que vos amam, que recompensa ganhareis? Não é verdade que até os cobradores de impostos fazem a mesma coisa? 47 E, se saudardes apenas os vossos irmãos, o que fazeis a mais do que os outros? Não é verdade que até os gentios fazem a mesma coisa? 48 Portanto sede perfeitos, como é perfeito o vosso Pai celestial.
1 Ten cuidado, que no hagas tus obras de justicia ante las personas para ser visto por ellas, o no tendrás recompensa de tu Padre que está en los cielos. 2 Pero cuando des limosnas, no toquen trompeta ante ustedes como los hipócritas hacen en las sinagogas y en las calles, para recibir alabanza de la gente. De cierto te digo, ellos ya han recibido su recompensa. 3 Pero cuando des limosnas, no permitas que tu mano izquierda sepa lo que está haciendo tu mano derecha, 4 así que tu limosna sea dada en secreto. Entonces tu Padre que ve en secreto te recompensará. 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman estar de pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, de esa manera puedan ser vistos por la gente. De cierto te digo, ellos ya han recibido su recompensa. 6 Pero tú, cuando tú ores, entra en tu habitación. Cierra la puerta, y ora a tu Padre que está en lo secreto. Entonces tu Padre que ve en secreto te recompensará a ti. 7 Y cuando ores, no hagas vanas repeticiones como lo hacen los Gentiles, porque ellos piensan que serán oídos por su mucho hablar. 8 Por lo tanto, no seas como ellos, porque tu Padre conoce las cosas que necesitas antes que tu le preguntes. 9 Por lo tanto, ora de esta manera: "Padre nuestro en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, 10 tu voluntad sea hecha, en la tierra como en el cielo. 11 Danos hoy nuestro pan diario. 12 Perdona nuestras deudas, así como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores. 13 Y no nos dejes caer en tentación, pero líbranos del mal. 14 Porque si tú perdonas a la gente por sus ofensas, tu Padre celestial también te perdonará. 15 Pero si tú no perdonas sus ofensas, tampoco tu Padre te perdonará tus ofensas. 16 Además, cuando ayunes, no tengas una cara de afligido, como hacen los hipócritas, porque ellos demudan sus rostros para que se vea ante la gente que están ayunando. De cierto te digo, que ellos ya han recibido su recompensa. 17 Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu cara. 18 Así no mostrarás a las personas que estás ayunando, pero solo a tu Padre que está en secreto. Y tu Padre, que te ve en secreto, te recompensará. 19 No guardes tesoros para ti en la tierra, donde la polilla y el moho destruyen, y donde los ladrones irrumpen y roban. 20 Mas bien, acumula para ti tesoros en el cielo, donde ni polilla ni el moho destruyen, y donde los ladrones no irrumpen y roban. 21 Porque donde está tu tesoro, también allí estará tu corazón . 22 El ojo es la lámpara del cuerpo. Sin embargo, si tu ojo es bueno, el cuerpo entero está lleno con luz. 23 Pero si tu ojo es malo, tu cuerpo entero está lleno de oscuridad. Sin embargo, si la luz que está en ti es actualmente oscuridad, ¿cuán grande es esa oscuridad? 24 Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará a uno y amará el otro, o será devoto a uno y despreciará al otro. Tú no puedes servir a Dios y las riquezas. 25 Sin embargo yo te digo, no se preocupen por tu vida, por qué comerás o qué beberás o acerca de tu cuerpo, que vestirás. ¿Porque no es la vida más que comida, y el cuerpo más que la ropa? 26 Mira a las aves del cielo. Ellas ni siembran, ni recogen, ni reúnen en los graneros, pero tu Padre celestial les da comida. ¿No son ustedes más valiosos de lo que ellas son? 27 ¿Cuál de ustedes por ser ansiosos pueden añadir una hora al término de vida? 28 ¿Y por qué están ustedes ansiosos acerca de su vestimenta? Piensen acerca de los lirios en el campo, como ellos crecen. Ellos no trabajan, no hilan su ropa. 29 Y aún así te digo, que ni siquiera Salomón en toda su gloria no fue vestido como uno de estos. 30 Si Dios viste la hierba en el campo, que hoy existe y mañana es tirada en el horno, ¿cuánto más Él les vestirá a ustedes, gente de poca fe? 31 Entonces no estén ansiosos y digan: '¿qué comeremos?' o, '¿qué beberemos?' o, '¿con qué nos vestiremos?' 32 Porque todas estas cosas las buscan los Gentiles; pero tu Padre celestial conoce que las necesitan. 33 Mas busquen primero el reino de Dios y Su justicia entonces todas estas cosas te serán dadas a ti. 34 Por lo tanto, no estén ansiosos por el mañana, porque el mañana será ansioso por sí mismo. Cada día tiene suficientes problemas en sí mismo.
1 Tende cuidado que não façais obras de justiça diante das pessoas para serdes vistos por elas, pois não tereis recompensa do vosso Pai que está no céu. 2 Então, quando derdes esmolas, não toqueis a trombeta diante de vós mesmos como fazem os hipócritas nas sinagogas e nas estradas, a fim de terem o louvor das pessoas. Verdadeiramente eu vos digo: eles já receberam a sua recompensa. 3 Todavia, quando derdes esmolas, não deixeis a vossa mão esquerda saber o que a vossa mão direita está fazendo, 4 para que as vossas esmolas sejam dadas em segredo; então o vosso Pai, que vê em segredo, vos recompensará. 5 E, quando orardes, não sejais como os hipócritas, pois eles amam orar em pé nas sinagogas e nas esquinas das ruas, para serem vistos pelas pessoas. Verdadeiramente eu vos digo que eles já receberam a sua recompensa. 6 Mas, quando orardes, entrai nos vossos quartos, fechai a porta, e orai a vosso Pai, que está em segredo; então vosso Pai, que vê em segredo, vos recompensará. 7 E, quando orardes, não façais repetições inúteis, como fazem os gentios; pois eles pensam que serão ouvidos por causa de suas muitas palavras. 8 Portanto não sejais como eles, pois o vosso Pai sabe do que precisais antes de pedirdes a Ele. 9 Portanto orai assim: 'Nosso Pai celestial, santificado seja o Teu nome. 10 Que o Teu reino venha. Que a Tua vontade seja feita na terra assim como é feita no céu. 11 Dá-nos hoje o nosso pão diário. 12 Perdoa as nossas dívidas, assim como nós perdoamos aos nossos devedores. 13 E não nos conduzas à tentação, mas livra-nos do maligno.' 14 Porque se perdoardes as ofensas das pessoas, vosso Pai celestial também vos perdoará. 15 Mas se não perdoardes as ofensas das pessoas, vosso Pai não perdoará as vossas ofensas. 16 Além disso, quando jejuardes, não apresenteis tristeza no rosto, como fazem os hipócritas, pois eles desfiguram os seus rostos para demonstrar aparência de pessoas que jejuam. Verdadeiramente Eu vos digo que já receberam a recompensa deles. 17 Entretanto vós, quando jejuardes, ungi as vossas cabeças e lavai os vossos rostos, 18 para que não demonstreis às pessoas que estais jejuando, mas apenas ao vosso Pai, que está em segredo. E vosso Pai, que vos vê em segredo, vos recompensará. 19 Não acumuleis para vós tesouros na terra, onde traça e ferrugem os consomem, e onde ladrões invadem e roubam. 20 Em vez disso, acumulai tesouros no céu, onde nem traça nem ferrugem destroem, e onde ladrões não invadem nem roubam. 21 Pois onde estiver o vosso tesouro, ali estará também o vosso coração. 22 Os olhos são a lâmpada do corpo. Portanto, se os vossos olhos são bons, todo o vosso corpo se encherá com luz. 23 Mas, se os vossos olhos são maus, todo o vosso corpo se encherá de trevas. Assim, se a luz que está em vós são na verdade trevas, quão grandes são essas trevas! 24 Ninguém pode servir a dois senhores, pois irá odiar a um e amar o outro, ou será devoto de um e desprezará o outro. Não podeis servir a Deus e às riquezas. 25 Portanto Eu vos digo: não vos preocupeis com a vossa vida, o que comereis ou o que bebereis, ou acerca do vosso corpo, o que vestireis. Pois a vida não é mais do que a comida, nem o corpo mais do que as roupas? 26 Vede as aves do céu: elas não semeiam, nem colhem, nem se ajuntam em celeiros, contudo vosso Pai celestial as alimenta. Não sois muito mais valiosos do que elas? 27 E qual dentre vós que, sendo ansioso, pode adicionar um côvado a seu tempo de vida? 28 E por que estais ansiosos com o vestuário? Considerai os lírios dos campos, como eles crescem: eles não trabalham e não tecem roupa. 29 Ainda assim eu vos digo: até mesmo Salomão em toda a sua glória não se vestiu como um deles. 30 Se Deus veste a grama dos campos, que existe hoje e amanhã é lançada ao forno, quanto mais Ele vos vestirá, homens de pequena fé? 31 Portanto não estejais ansiosos, dizendo: 'O que comeremos?' ou, 'O que beberemos?' ou, 'Com o que nos vestiremos?' 32 Pois os gentios buscam todas essas coisas, e o vosso Pai celestial sabe que precisais de todas elas. 33 Mas buscai primeiro o Seu reino e a Sua justiça e então todas essas coisas vos serão providenciadas. 34 Portanto não estejais ansiosos pelo amanhã, pois o amanhã trará suas próprias ansiedades. É suficiente ao dia de hoje o seu próprio mal.
1 No juzguen y ustedes no serán juzgados. 2 Porque con el juicio con que juzguen, serán juzgados y con la medida con que midan, serán medidos. 3 ¿Y por qué miran la pequeña paja que está en el ojo de su hermano, pero no se fijan en la viga que tienen en su propio ojo? 4 ¿Cómo pueden decir a su hermano: 'Déjame sacar la paja de tu ojo,' mientras tienen la viga en su propio ojo? 5 ¡Hipócritas! Primero saquen la viga de su propio ojo y así podrán ver la paja en el ojo de su hermano. 6 No des lo que es santo a los perros y no tires tus perlas frente a los cerdos, porque quizás las pueden pisotear bajo sus patas y luego despedazarte. 7 Pidan y se les dará; busquen, y hallarán; toquen y se les abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe y el que busca, encuentra y al que toca, se le abre. 9 ¿O qué hombre entre ustedes, si su hijo le pide un pedazo de pan, le dará una piedra? ¿ 10 O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 De manera, que si ustedes siendo malos saben dar buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en el cielo les dará las cosas buenas que le pidan? 12 De manera que cualquier cosa que quieran que otros hagan por ustedes, así mismo harán ustedes por ellos; porque ésta es la Ley y los profetas. 13 Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplio el camino que lleva a la destrucción, y muchos pasan por ella. 14 Porque angosta es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos la encuentran. 15 Cuídense de los falsos profetas, quienes se acercan vestidos de ovejas, pero realmente son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de entre los cardos? 17 De la misma manera, un buen árbol produce buenos frutos, pero uno malo produce malos frutos. 18 Un buen árbol no produce malos frutos, ni árbol malo que produce buenos frutos. 19 Todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y lanzado al fuego. 20 Por lo tanto, por sus frutos los conocerán. 21 No todo el que me dice: 'Señor, Señor,' entrará en el reino de los cielos, sino sólo aquellos que hacen la voluntad de Mi Padre que está en el cielo. 22 En aquel día muchos Me dirán: 'Señor, Señor, ¿no profetizamos en Tu nombre y en Tu nombre echamos fuera demonios, y en Tu nombre hemos hecho maravillas?' 23 Entonces les diré: '¡Nunca les conocí! ¡Aléjense de Mí, hacedores de maldad!' 24 Así mismo, todo aquel que oye Mis palabras y las obedece, será como el hombre sabio que construyó su casa en la roca. 25 La lluvia cayó, los torrentes llegaron, los vientos soplaron y golpearon la casa; pero la casa no se cayó, porque estaba construida sobre roca. 26 Pero todo el que escucha Mis palabras y no las obedece, será cómo el hombre insensato que construyó su casa en la arena. 27 La lluvia cayó, los torrentes llegaron, los vientos soplaron y destruyeron la casa; y la casa cayó y fue grande su caída." 28 Sucedió que cuando Jesús terminó de hablar estas palabras, la multitud estaba asombrada por Sus enseñanzas, 29 porque Él enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
1 Não julgueis para que não sejais julgados, 2 pois com o julgamento com que julgardes sereis julgados, e com a medida com que medirdes sereis medidos. 3 E por que enxergas o cisco que está no olho do teu irmão, mas não percebes a tora de madeira que está no teu próprio olho? 4 Como podes dizer a teu irmão: 'Deixa-me tirar o cisco que está em teu olho', enquanto tens uma tora de madeira em teu próprio olho? 5 Hipócrita! Tira primeiro a tora de madeira do teu próprio olho e então verás claramente, para que possas tirar o cisco que está no olho do teu irmão. 6 Não deis o que é santo aos cães, nem lanceis as vossas pérolas aos porcos, para que eles não as pisem com os pés e voltando-se contra vós, vos despedacem. 7 Pedi, e vos será dado; buscai, e achareis; batei, e vos será aberto. 8 Pois todo aquele que pede, recebe; e aquele que busca, encontra; e para o que bater será aberto. 9 Ou qual homem entre vós que, se o filho pedir um pedaço de pão, dará a ele uma pedra? 10 Ou se o filho pedir um peixe, lhe dará uma cobra? 11 Portanto se vós, sendo maus, sabeis dar boas dádivas aos vossos filhos, quanto mais vosso Pai celestial, que está nos céus, não dará coisas boas para aqueles que Lhe pedirem? 12 Portanto tudo aquilo que desejais que as pessoas vos façam, deveis também fazer para elas; porque essa é a Lei e os Profetas. 13 Entrai pela porta estreita, porque larga é a porta e espaçoso é o caminho que leva à destruição, e existem muitas pessoas que passam por ele. 14 Mas estreita é a porta, e apertado é o caminho que leva à vida, e poucos são aqueles que o encontram. 15 Cuidado com os falsos profetas, os quais chegam com roupas de ovelhas, mas na verdade são lobos famintos. 16 Pelos seus frutos os conhecereis. As pessoas colhem uvas de espinheiros, ou figos de urtigas? 17 Do mesmo modo, toda árvore boa produz bons frutos, mas a árvore má produz frutos maus. 18 Não existe árvore boa que produza frutos maus, e também não existe árvore má que produza frutos bons. 19 Toda árvore que não produz bom fruto é cortada e lançada ao fogo. 20 Então é pelos seus frutos que os conhecereis. 21 Nem todo que Me diz: 'Senhor, Senhor,' entrará no Reino dos Céus, mas apenas o que faz a vontade de Meu Pai que está nos céus. 22 Muitas pessoas Me dirão naquele dia: 'Senhor, Senhor, nós não profetizamos em Teu nome? Em Teu nome não expulsamos demônios e não fizemos muitos milagres?' 23 Então Eu lhes direi abertamente: 'Eu nunca vos conheci! Afastai-vos de Mim, vós que praticais a iniquidade!' 24 Portanto todo aquele que ouve as Minhas palavras e as obedece será como o homem sábio que construiu a sua casa sobre a rocha. 25 Veio a chuva, transbordaram os rios, e os ventos sopraram e bateram sobre aquela casa; mas ela não caiu, pois tinha sido alicerçada sobre a rocha. 26 Mas todo aquele que ouve as Minhas palavras e não obedece, será como um homem tolo que construiu a sua casa sobre a areia. 27 Veio a chuva, transbordaram os rios, os ventos sopraram e bateram sobre aquela casa, e ela caiu; e a sua destruição foi completa." 28 E aconteceu que, quando Jesus acabou de falar essas palavras, as multidões estavam maravilhadas pelo Seu ensino, 29 porque Ele ensinava como alguém que tinha autoridade, e não como os escribas.
1 Cuando Jesús había bajado de la montaña, grandes multitudes Lo siguieron. 2 He aquí un leproso vino, se inclinó ante Él, diciendo: "Señor, si Tú quieres, puedes hacerme limpio." 3 Jesús extendió su mano y lo tocó, diciendo: "Yo quiero. Sé limpio." Inmediatamente fue limpiado de su lepra. 4 Jesús le dijo a él: "Mira no digas nada a nadie. Ve por tu camino, y muéstrate al sacerdote, y ofrece la ofrenda que Moisés ordenó, para testimonio a ellos." 5 Cuando Jesús había entrado a Capernaúm, un centurión vino a Él pidiéndole, 6 diciendo: "Señor, mi siervo descansa en la casa, paralizado y en terrible dolor." 7 Jesús le dijo: "Yo iré y lo sanaré." 8 El centurión contestó y dijo: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; sólo dí la palabra y mi siervo será sanado. 9 Pues yo también soy un hombre bajo autoridad y tengo soldados a mi cargo. Yo le digo a éste: 've,' y él va; y a otro, 'ven,' y él viene; y a mi siervo: 'haz esto,´ y él lo hace." 10 Cuando Jesús escuchó esto, estaba maravillado y le dijo a aquellos que le estaban siguiendo: "Ciertamente les digo, que no he encontrado nadie con tal fe en Israel. 11 Les digo, muchos vendrán del este y el oeste, y se inclinarán en la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el reino de los cielos. 12 Pero los hijos del reino serán arrojados a la oscuridad de afuera, donde habrá llanto y crujir de dientes." 13 Jesús le dijo al centurión: "¡Márchate! Según has creído, así será hecho para ti." Y el siervo fue sanado en esa misma hora. 14 Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, vio a la suegra de Pedro acostada con fiebre. 15 Jesús tocó su mano, y la fiebre la abandonó. Entonces ella se levantó y comenzó a servirle. 16 Cuando llegó la tarde, la gente le llevó a Jesús muchos endemoniados. Él expulsó los espíritus con una palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos. 17 De esta manera se cumplió aquello que había sido dicho por Isaías, el profeta, diciendo: "ÉL MISMO TOMÓ NUESTRAS ENFERMEDADES Y CARGÓ NUESTRAS DOLENCIAS." 18 Ahora, cuando Jesús vio la multitud alrededor de Él, dio instrucciones para que se fueran al otro lado del Mar de Galilea. 19 Luego un escriba llegó a Él y le dijo: "Maestro, yo te seguiré a donde quiera que tú vayas." 20 Jesús le dijo: "Las zorras tienen agujeros, y las aves de los cielos tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene lugar donde recostar su cabeza." 21 Otro de Sus discípulos le dijo: "Señor, permíteme primero ir a enterrar a mi padre." 22 Pero Jesús le dijo: "Sígueme, y deja los muertos que entierren a sus propios muertos." 23 Cuando Jesús había entrado a una barca, Sus discípulos le siguieron. 24 He aquí, allí se levantó una gran tormenta en el mar, de modo que la barca estaba cubierta con las olas. Pero Jesús estaba dormido. 25 Los discípulos vinieron a Él y lo despertaron, diciendo: "Sálvanos, Señor; ¡estamos a punto de morir!" 26 Jesús les dijo: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Luego Él se levantó y reprendió los vientos y el mar. Después hubo una gran calma. 27 Los hombres se maravillaron y dijeron: "¿Qué clase de hombre es éste, que aún los vientos y el mar le obedecen?" 28 Cuando Jesús llegó al otro lado y estaba en el pueblo de los Gadarenos, dos hombres que eran controlados por los demonios se encontraron con Él. Ellos habían salido de las tumbas y eran muy violentos, así que ningún viajero podía pasar por ese camino. 29 He aquí, ellos gritaron y dijeron: "¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?" 30 Ahora, un hato de muchos cerdos estaba allí alimentándose no muy lejos de ellos. 31 Los demonios continuaban implorándole a Jesús diciendo: "Si Tú nos echas fuera, envíanos a ese hato de cerdos." 32 Jesús les dijo: "¡Vayan!" Los demonios salieron y entraron a los cerdos. Y he aquí, el hato completo, se precipitó por la colina abajo al mar y murieron en el agua. 33 Los que cuidaban a los cerdos huyeron. Y cuando ellos entraron a la ciudad, reportaron todo, especialmente lo que pasó con los endemoniados . 34 He aquí, toda la ciudad salió a encontrarse con Jesús. Cuando ellos lo vieron, ellos le rogaron que abandonara su región.
1 Quando Jesus desceu do monte, uma grande multidão O seguiu. 2 Então veio um leproso e ajoelhou-se diante Dele, dizendo: "Senhor, se Tu queres, podes me purificar". 3 Jesus estendeu Sua mão e o tocou, dizendo: "Eu quero. Sê purificado". Imediatamente ele foi curado da sua lepra. 4 Jesus disse-lhe: "Vê que não digas nada a homem algum. Segue o teu caminho, mostra-te para o sacerdote e apresenta a oferta que Moisés ordenou, como um testemunho para eles". 5 Quando Jesus entrou em Cafarnaum, um centurião veio a Ele e suplicou: 6 "Senhor, meu servo está prostrado em casa paralisado em terrível sofrimento". 7 Jesus disse-lhe: "Eu irei e o curarei". 8 O centurião respondeu: "Senhor, eu não sou digno de que entres na minha casa, mas apenas diz uma palavra e meu servo será curado, 9 pois eu também sou um homem sujeito à autoridade e tenho soldados abaixo de mim. Eu digo a este: 'Vai,' e ele vai, e para outro: 'Vem,' e ele vem, e para meu servo: 'Faz isso,' e ele faz." 10 Quando Jesus ouviu isso, ficou admirado e disse à aqueles que o estavam seguindo: "Verdadeiramente Eu vos digo que nem mesmo em Israel encontrei alguém com tanta fé. 11 Eu vos digo: muitos virão do Leste e do Oeste, e sentarão à mesa com Abraão, Isaque e Jacó, no Reino do Céu. 12 Mas os filhos do reino serão lançados nas trevas exteriores, onde haverá choro e ranger de dentes". 13 Jesus disse ao centurião: "Vai! Assim como crestes, assim seja feito a ti". E o servo foi curado naquela mesma hora. 14 Quando Jesus entrou na casa de Pedro, viu a sogra deste deitada com febre. 15 Jesus tocou a mão dela, e a febre a deixou; então ela se levantou e começou a servi-Lo. 16 Ao anoitecer, as pessoas trouxeram a Jesus muitos que eram controlados por demônios, e Ele expulsou os espíritos com uma palavra, e curou todos os que estavam doentes. 17 Dessa forma, cumpriu-se o que foi dito por Isaías, o profeta: "Ele tomou sobre Si nossas doenças e carregou nossas enfermidades". 18 Quando Jesus viu a multidão em Sua volta, deu instruções que partissem para o outro lado do mar da Galiléia. 19 Então um escriba veio a Ele e disse: "Mestre, eu Te seguirei para qualquer lugar que fores". 20 Jesus disse-lhe: "As raposas têm tocas, e os pássaros do céu possuem ninhos, mas o Filho do Homem não tem onde repousar a Sua cabeça". 21 Outro dos discípulos disse-Lhe: "Senhor, permita-me primeiro ir e enterrar meu pai". 22 Mas Jesus disse-lhe: "Segue-Me, e deixa os mortos enterrarem seus próprios mortos". 23 Quando Jesus entrou em um barco, Seus discípulos O seguiram. 24 Então veio uma grande tempestade no mar, de tal forma que as ondas cobriam o barco; contudo Jesus estava dormindo. 25 Os discípulos vieram a Ele e O acordaram, dizendo: "Salva-nos Senhor; nós estamos prestes a morrer!" 26 Jesus disse-lhes: "Por que estais com medo? Sois de pequena fé?" Então Ele se levantou, repreendeu os ventos e o mar, e houve uma grande calmaria. 27 Os homens maravilharam-se e disseram: "Que tipo de homem é este, que até mesmo os ventos e o mar Lhe obedecem?" 28 Quando Jesus chegou ao outro lado, na região dos gadarenos, dois homens que eram controlados por demônios O encontraram. Eles estavam vindo dos sepulcros e eram muito violentos, de tal forma que nenhum viajante podia passar por aquele caminho. 29 Então eles gritaram e disseram: "O que temos nós Contigo, Filho de Deus? Vieste aqui para nos atormentar antes do tempo determinado?" 30 Não muito longe dali, uma grande manada de porcos estava se alimentando. 31 Os demônios imploravam a Jesus dizendo: "Se nos expulsares, manda-nos para aquela manada de porcos". 32 Jesus disse-lhes: "Ide!" Os demônios saíram e foram para os porcos; e então toda a manada precipitou-se pela ladeira íngreme em direção ao mar e os porcos morreram na água. 33 Os homens que tomavam conta dos porcos fugiram e, quando entraram na cidade, contaram tudo, inclusive o que tinha acontecido com os endemoninhados. 34 Então toda a cidade veio para se encontrar com Jesus. Quando eles O viram, suplicaram-Lhe para que deixasse a região deles.
1 Jesús entró a una barca, y cruzando al otro lado, llegó a su propia ciudad. 2 He aquí, le trajeron un hombre paralítico acostado en una camilla. Viendo la fe de ellos, Jesús le dijo al hombre paralítico: "Hijo, ten buen ánimo, tus pecados te han sido perdonados." 3 He aquí, algunos de los escribas se dijeron entre sí; "Este hombre está blasfemando" 4 Jesús conociendo sus pensamientos les dijo: "¿Por qué piensan mal en sus corazones? 5 ¿Que es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados' o: 'Levántate y anda?' 6 Pero para que conozcan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, Él le dijo al paralítico: 'Levántate, recoge tu camilla, y vete a tu casa."' 7 Entonces el hombre se levantó y se fue a su casa. 8 Cuando las multitudes vieron esto, estaban asombradas y glorificaron a Dios, quien le había dado tal autoridad a los hombres. 9 Al Jesús salir de ahí, vio un hombre llamado Mateo, que estaba sentado en el lugar de cobro de impuestos; Él le dijo: "Sígueme." Él se levantó y le siguió. 10 Al Jesús sentarse a comer en la casa, he aquí muchos recaudadores de impuestos y pecadores vinieron y cenaron con Jesús y sus discípulos. 11 Cuando los Fariseos vieron esto, le dijeron a Sus discípulos: "¿Por qué su Maestro cena con recaudadores de impuestos y con pecadores?" 12 Cuando Jesús escuchó esto dijo: "Los sanos no necesitan médico, sólo las personas que están enfermas necesitan uno. 13 Ustedes deben aprender qué significa esto: 'Yo quiero misericordia y no sacrificio.' Pues yo vine, no a llamar a los rectos al arrepentimiento, sino a los pecadores." 14 Los discípulos de Juan vinieron a Él y dijeron: "¿Por qué nosotros y los Fariseos ayunamos a menudo, pero Tus discípulos no ayunan?" 15 Jesús les dijo: "¿Pueden los invitados de una boda estar de luto, mientras el novio aún está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán. 16 Ningún hombre coloca un remiendo de tela nuevo en un vestido viejo, ya que el remiendo se desgarrará del vestido, y la rotura será peor. 17 Tampoco las personas ponen vino nuevo en odres viejos; si lo hacen, la piel se romperá, el vino se derramará, y el odre será destruido. En cambio, si ponen vino nuevo en odres nuevos, ambos serán preservados." 18 Mientras Jesús les decía estas cosas, he aquí, vino un oficial y se inclinó a Él. Le dijo: "Mi hija acaba de morir, pero ven y pon tu mano sobre ella, y ella vivirá." 19 Entonces Jesús se levantó y le siguió, y también Sus discípulos. 20 He aquí, una mujer que tenía un sangrado severo por doce años, vino detrás de Jesús y tocó el borde de su manto. 21 Pues se había dicho a sí misma: "Si tan solo tocare su manto, seré sana." 22 Jesús volteándose la miró, y le dijo: "Hija, ten ánimo; tu fe te ha sanado." Y la mujer al instante fue sanada. 23 Cuando Jesús entró a la casa del oficial, vio a los que tocaban flautas y a la multitud que hacía mucho ruido. 24 Él les dijo: "Váyanse, la niña no está muerta, si no que duerme." Pero ellos se rieron, burlándose de Él. 25 Cuando la multitud fue echada fuera, Él entró y la tomó de la mano, y la niña se levantó. 26 La noticia sobre esto se esparció por toda la región. 27 Mientras Jesús pasaba por ahí, dos hombres ciegos le seguían. Ellos gritaban y le decían: "¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!" 28 Cuando Jesús entró a la casa, los hombres ciegos vinieron a Él. Jesús les dijo: "¿Ustedes creen que Yo puedo hacer esto?" Ellos respondieron: "Sí, Señor." 29 Entonces Jesús tocó sus ojos y les dijo: "Que sea hecho en ustedes según su fe." 30 Y sus ojos fueron abiertos. Entonces Jesús les ordenó rigurosamente: "Velen que nadie conozca sobre esto." 31 Pero los dos hombres fueron y difundieron la noticia por toda la región. 32 Mientras los dos hombres salían de aquel lugar, he aquí un hombre mudo, poseído por un demonio, fue traído a Jesús. 33 Cuando el demonio fue echado fuera, el hombre mudo habló. La multitud estaba asombrada y dijo: "¡Esto nunca antes se había visto en Israel!" 34 Pero los Fariseos decían: "Por el príncipe de los demonios, echa fuera los demonios." 35 Jesús fue por todas las ciudades y aldeas. Él continuó enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino, y sanando todo tipo de dolencias y todo tipo enfermedades. 36 Cuando Él vio la multitud, tuvo compasión de ellos, porque estaban turbados y desalentados. Ellos eran como ovejas sin pastor. 37 Él le dijo a sus discípulos: "A la verdad la cosecha es mucha, pero son pocos los obreros. 38 Por lo tanto oren al Señor de la cosecha, que envíe obreros a su cosecha."
1 Jesus entrou em um barco, cruzou o mar e veio à Sua própria cidade. 2 Então trouxeram a Ele um homem paralítico deitado numa esteira. Vendo a fé deles, Jesus disse ao homem paralítico: "Filho, tem bom ânimo. Os teus pecados foram perdoados". 3 Então alguns dos escribas disseram entre si: "Este homem está blasfemando". 4 Jesus conhecia seus pensamentos e disse: "Por que estais pensando o mal em vossos corações? 5 O que é mais fácil dizer: 'Teus pecados estão perdoados' ou dizer: 'Levanta-te e anda'? 6 Mas, para que saibais que o Filho do Homem tem autoridade na terra para perdoar pecados..." — disse então ao paralítico — "Levanta-te, pega a tua esteira e vai para tua casa". 7 Então o homem se levantou e saiu para a sua casa. 8 Quando as multidões viram isso, ficaram maravilhadas e louvaram a Deus, que tinha dado tamanha autoridade às pessoas. 9 Saindo dali, Jesus viu um homem chamado Mateus, que estava sentado no local de coletar impostos, e disse-lhe: "Segue-me". Ele se levantou e O seguiu. 10 Estando Jesus em uma casa, sentado à mesa para comer, muitos coletores de impostos e pecadores vieram e jantaram com Ele e seus discípulos. 11 Quando os fariseus viram isso, disseram aos Seus discípulos: "Por que vosso mestre come com os coletores de impostos e os pecadores?" 12 Ao ouvir isso, Jesus disse: "Os que têm saúde não precisam de um médico, apenas os doentes. 13 Vós deveríeis aprender o que significa isto: 'Eu desejo misericórdia e não sacrifício', pois Eu não vim para chamar os justos para o arrependimento, mas sim os pecadores". 14 Então os discípulos de João vieram a Jesus e disseram: "Por que nós e os fariseus jejuamos com frequência, mas Teus discípulos não jejuam?" 15 Jesus disse-lhes: "Podem os convidados de um casamento ficarem tristes enquanto o noivo ainda está com eles? Mas virão os dias em que o noivo será tirado deles, e então eles jejuarão. 16 Ninguém coloca um pedaço de tecido novo em uma roupa velha, pois o remendo se romperá da roupa, e um rasgo pior será feito. 17 Ninguém coloca vinho novo em odres velhos; se fizer isso, as peles vão se romper, o vinho será derramado, e os odres serão destruídos. Ao invés disso, coloca-se vinho novo em odres novos, e ambos serão preservados". 18 Enquanto Jesus dizia essas coisas, um oficial veio e ajoelhou-se diante Dele, dizendo: "Minha filha acabou de falecer, mas vem e coloca Tua mão sobre ela, e ela viverá". 19 Então Jesus se levantou e o seguiu com Seus discípulos. 20 Eis que uma mulher, que há doze anos sofria de hemorragia, veio atrás de Jesus e tocou a borda de Sua roupa; 21 pois ela disse para si: "Se eu apenas tocar em Sua roupa, serei curada". 22 Todavia Jesus virou-se, e ao vê-la disse: "Ânimo, filha, tua fé te curou". E a mulher foi curada instantaneamente. 23 Quando Jesus entrou na casa do oficial, viu que os flautistas e as multidões estavam fazendo muito barulho; 24 Ele disse: "Retirai-vos daqui, pois a menina não está morta, mas dorme". Porém eles riram Dele em zombaria. 25 Quando a multidão foi retirada, Ele entrou no quarto, pegou a menina pela mão e ela se levantou. 26 Essa notícia espalhou-se por toda aquela região. 27 Enquanto Jesus seguia adiante, dois homens cegos O seguiram, gritando e dizendo: "Tenha compaixão de nós, Filho de Davi!" 28 Quando Jesus entrou em casa, os homens cegos vieram a Ele. Jesus disse-lhes: "Credes que Eu posso fazer isso?" Eles responderam: "Sim, Senhor." 29 Então Jesus tocou nos olhos deles e disse: "Seja feito conforme a vossa fé". 30 E os olhos deles foram abertos. Então Jesus ordenou terminantemente a eles: "Vede que ninguém fique sabendo disso." 31 Mas os dois homens saíram e espalharam essa notícia por toda aquela região. 32 Enquanto aqueles dois homens iam embora, um homem mudo possuído por um demônio foi trazido a Jesus. 33 Quando o demônio foi expulso, o homem mudo falou. As multidões estavam atônitas e disseram: "Isso nunca foi visto anteriormente em Israel!" 34 Mas os fariseus disseram: "É pelo chefe dos demônios que Ele expulsa demônios". 35 Jesus foi por todas as cidades e povoados, ensinando em suas sinagogas, pregando o Evangelho do reino e curando todo tipo de doenças e enfermidades. 36 Quando viu as multidões, teve compaixão delas, porque estavam abatidas e confusas, pois eram como ovelhas sem um pastor. 37 Ele disse a Seus discípulos: "A seara é grande, mas os trabalhadores são poucos. 38 Portanto rogai ao Senhor da seara, para que envie trabalhadores para Sua seara".
1 Jesús llamó a Sus doce discípulos y les dio autoridad sobre espíritus impuros, para expulsarlos, y para sanar toda clase de dolencia y toda clase de enfermedad. 2 Ahora, los nombres de los doce apóstoles eran éstos: el primero, Simón (quien también se llamaba Pedro), y Andrés su hermano, Santiago, el hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, 3 Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo, el cobrador de impuestos, Santiago el hijo de Alfeo y Tadeo, 4 Simón el Zelote y Judas Iscariote, quien lo traicionaría. 5 A estos doce Jesús envió. Les enseñó y Les dijo: "No vayan a cualquier lugar donde los Gentiles viven, y no entren a cualquier pueblo de los Samaritanos. 6 En su lugar, vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Y mientras vayan, prediquen y digan: 'El reino de los cielos se ha acercado.' 8 Sanen al enfermo, resuciten al muerto, limpien al leproso, y echen fuera demonios. Generosamente han recibido, generosamente darán. 9 No reciban oro, plata, ni metales para sus monederos. 10 No lleven equipaje para su viaje, tampoco túnicas, ni sandalias, ni un bastón, porque el obrero se merece su sostén. 11 En cualquier ciudad o aldea que entren, busquen quien sea digno, y quédense allí hasta que se vayan. 12 Cuando entren en la casa, saluden"paz a esta casa". 13 Si la casa es digna, que la paz de ustedes venga sobre ella; pero si la casa no es digna, que su paz regrese a ustedes. 14 Sobre aquellos, quienes no los reciban a ustedes o escuchen sus palabras, cuando se vayan de esa casa o ciudad, sacudan el polvo de sus pies. 15 Porque ciertamente les digo que en el día del juicio el sufrimiento será menor para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad. 16 Vean, que Yo los envío como a ovejas en medio de lobos, así que sean astutos como las serpientes y mansos como las palomas. 17 ¡Tengan cuidado con las personas!, Porque los entregarán a los concilios, y en las sinagogas los azotarán. 18 Los llevarán ante los gobernantes y reyes por Mi causa, como testimonio para ellos mismos y para los Gentiles. 19 Cuando los entreguen, no estén ansiosos acerca de qué o cómo hablarán, porque lo que dirán les será revelado en ese momento. 20 Porque no serán ustedes quienes hablarán, sino el Espíritu de su Padre quien hablará a través de ustedes. 21 Un hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo. Los hijos se levantarán en contra de sus padres y les causarán su muerte. 22 Ustedes serán odiados por todos a causa de Mi nombre. Pero quien se mantenga fiel hasta la muerte, esa persona será salva. 23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a la próxima; porque ciertamente les digo, que ustedes terminaran de recorrer las ciudades de Israel antes de que el Hijo del Hombre haya regresado. 24 Un discípulo no es más importante que su maestro, ni un sirviente está por encima de su amo. 25 Le debe ser suficiente al discípulo ser como su maestro, y al sirviente ser como su amo. ¡Si ellos han llamado al maestro de la casa, Beelzebú, cuánto más a los de su casa! 26 Por lo tanto, no le tengan miedo a ellos, porque no hay cosa oculta que no haya de ser revelada, y nada escondido que no será conocido. 27 Lo que Yo les diga en la oscuridad, díganlo a la luz del día, y lo que escuchen suavemente en su oído, proclámenlo sobre los techos de las casas. 28 No le tengan miedo a esos quienes matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. En cambio, ténganle miedo a Aquél que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. 29 ¿No son dos gorriones vendidos por una pequeña moneda? Aún así, ninguno de ellos cae al suelo sin que su Padre lo sepa. 30 Porque incluso todos los cabellos de la cabeza de ustedes son contados. 31 No tengan miedo. Ustedes son más valiosos que muchos gorriones. 32 Por eso, aquel que me confiese delante de los hombres, Yo también le confesaré ante mi Padre quien está en el cielo; 33 pero aquel que me niegue delante de los hombres, Yo también le negaré ante mi Padre quien está en el cielo. 34 No piensen que he venido a traer paz sobre la tierra. Yo no he venido a traer paz, sino una espada. 35 Porque vine a poner al hombre en contra de su padre, a la hija en contra de su madre, y a la nuera en contra de su suegra. 36 Los enemigos del hombre serán aquellos de su propia casa. 37 Aquel quien ame a su padre más que a Mí no es merecedor de Mí. Aquel quien ame a un hijo o a una hija más que a Mí, no es merecedor de Mí. 38 Aquel quien no tome su cruz y Me siga, no es merecedor de Mí. 39 Quien halla su vida la perderá; pero quien pierda su vida por Mi causa, la hallará. 40 Aquel quien los reciba a ustedes me recibirá a Mí, y aquel quien Me reciba, también recibe a quien me envió. 41 Aquel quien reciba a un profeta, por cuanto es profeta, recibirá la recompensa del profeta. Aquel quien reciba a un hombre justo recibirá la recompensa del hombre justo. 42 Cualquiera que le dé a uno de estos mis pequeñitos, aunque sea un vaso de agua fría para tomar, porque es Mi discípulo, ciertamente les digo que de ninguna manera se quedará sin su recompensa.
1 Jesus reunindo seus doze discípulos, deu-lhes autoridade sobre os espíritos imundos, para expulsá-los, e para curar todos os tipos de doenças e enfermidades. 2 Os nomes dos doze apóstolos eram estes: o primeiro, Simão, também chamado Pedro, e André, seu irmão; Tiago, filho de Zebedeu, e João, seu irmão; 3 Filipe e Bartolomeu; Tomé e Mateus, o coletor de impostos; Tiago, filho de Alfeu, e Tadeu; 4 Simão, o zelote, e Judas Iscariotes, que O iria trair. 5 Jesus enviou esses doze; Ele os instruiu dizendo: "Não vades a nenhum lugar onde os gentios vivem, e não entreis em nenhuma das cidades dos samaritanos. 6 Em vez disso, ide às ovelhas perdidas da casa de Israel. 7 E à medida que seguirdes, pregai e dizei: 'O Reino dos Céus está próximo'. 8 Curai os enfermos, ressuscitai os mortos, purificai os leprosos, e expulsai demônios. De graça recebestes, de graça dai. 9 Não leveis ouro, prata, nem bronze em vossos cintos; 10 nenhuma bolsa para suas jornadas, nem duas túnicas, nem sandálias, nem cajado, pois digno é o trabalhador do seu alimento. 11 Qualquer cidade ou povoado em que entrardes, encontrai quem é digno ali, e ficai lá até partirdes. 12 Quando entrardes na casa, saudai-a. 13 Se a casa é digna, deixai a vossa paz sobre ela; mas, se não é digna, que a vossa paz volte para vós. 14 E para aqueles que não vos receberem ou ouvirem as vossas palavras, quando partirdes daquela casa ou cidade, batei a poeira de vossos pés. 15 Verdadeiramente Eu vos digo: haverá mais tolerância para a terra de Sodoma e Gomorra no dia do julgamento do que para essa cidade. 16 Vede que Eu vos envio como ovelhas para o meio de lobos, portanto sede sábios como serpentes e dóceis como pombas. 17 Estai alerta contra as pessoas, pois elas vos entregarão aos tribunais e nas suas sinagogas, sereis chicoteados. 18 Por minha causa vos trarão perante governantes e reis, como um testemunho a eles e aos gentios. 19 Quando eles vos entregarem, não fiqueis ansiosos sobre como ou o que ireis falar, pois vos será dado o que haveis de dizer naquele momento. 20 Pois não sereis vós que falareis, mas o Espírito do vosso Pai que falará por vós. 21 Irmãos entregarão irmãos para a morte, e o pai ao seu filho. Filhos se levantarão contra seus pais e os matarão. 22 Vós sereis odiados por todos por causa do Meu Nome, mas aquele que persistir até o fim será salvo. 23 Quando eles vos perseguirem nessa cidade, fugi para a próxima, pois verdadeiramente eu vos digo: não tereis ido a todas as cidades de Israel, antes que o Filho do Homem venha. 24 O discípulo não é maior que seu mestre, nem o servo está acima de seu senhor. 25 É suficiente para o discípulo que ele seja como seu mestre, e o servo como seu senhor. Se eles chamaram o mestre da casa de Belzebu, bem pior serão os nomes que eles darão aos membros da sua casa! 26 Portanto não os temais, pois não há nada oculto que não será revelado, e nada escondido que não será conhecido. 27 O que eu vos digo na escuridão, dizei-o à luz do dia e o que ouvis em sussurro aos vossos ouvidos, proclamai-o sobre o topo das casas. 28 Não tenhais medo daqueles que matam o corpo, mas não conseguem matar a alma. Ao invés disso, temei Aquele que pode destruir tanto a alma quanto o corpo no inferno. 29 Não são dois pardais vendidos por uma pequena moeda? Mesmo assim nenhum deles cai ao chão sem o conhecimento do vosso Pai. 30 Mas mesmo os cabelos da vossa cabeça, estão todos contados. 31 Não temais. Vós sois muito mais valiosos que muitos pardais. 32 Portanto todo aquele que Me confessar diante dos homens, Eu também o confessarei diante de Meu Pai que está no céu, 33 entretanto aquele que Me negar diante dos homens, Eu também o negarei diante de Meu Pai que está no Céu. 34 Não penseis que Eu vim trazer paz sobre a terra; não vim trazer paz, mas espada. 35 Eu vim para colocar o homem contra seu pai, e a filha contra sua mãe, e a nora contra a sua sogra. 36 Os inimigos do homem serão os da sua própria casa. 37 Aquele que ama o pai ou a mãe mais do que a Mim não é digno de Mim; e aquele que ama o filho ou a filha mais do que a Mim não é digno de Mim. 38 Aquele que não pegar sua cruz e Me seguir não é digno de Mim. 39 Aquele que achar sua vida irá perdê-la; mas aquele que perder sua vida por Minha causa irá achá-la. 40 Aquele que vos receber, a Mim receberá, e aquele que receber a Mim, também receberá Aquele que Me enviou. 41 Aquele que receber um profeta, porque ele é um profeta, receberá recompensa de profeta, e aquele que receber um homem justo, porque ele é um homem justo, receberá recompensa de homem justo. 42 Quem der até mesmo um copo de água a um destes pequeninos, por ele ser um discípulo, verdadeiramente eu vos digo: ele não perderá a sua recompensa de modo alguma".
1 Cuando Jesús terminó de instruir a Sus doce discípulos, se fue de allí para enseñar y predicar en sus ciudades. 2 Ahora, cuando Juan escuchó en la prisión sobre los hechos del Cristo, le envió un mensaje con sus discípulos 3 y Le dijo: "¿Eres Tú el que ha de venir, o es a otra persona que debemos esperar?" 4 Jesús respondió y les dijo: "Vayan e informen a Juan lo que ven y oyen. 5 Los ciegos reciben la vista, los cojos caminan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan y los menesterosos reciben las buenas nuevas. 6 Bendecido el que no encuentra ocasión de tropezar en mí." 7 Cuando estos hombres se fueron por su camino, Jesús empezó a hablar a las multitudes sobre Juan: "¿Qué fueron a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? 8 Pero ¿qué fueron a ver? ¿a un hombre vestido en ropas finas? En verdad, aquellos que visten ropas finas viven en palacios de reyes. 9 Pero, ¿qué salieron a ver? ¿a un profeta? Sí, les digo, y mucho más que un profeta. 10 Este es aquel de quien se escribió: 'VEAN, YO LES ENVÍO MI MENSAJERO DELANTE DE TU FAZ, QUIÉN PREPARARÁ TU CAMINO DELANTE DE TI.' 11 Les digo sinceramente, que entre aquellos nacidos de mujer, ninguno es más grande que Juan el Bautista. Y aún así la persona menos importante en el reino de los cielos es más grande que él. 12 Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los hombres violentos lo toman a la fuerza. 13 Porque los profetas y la Ley profetizaron hasta Juan. 14 Y si ustedes están dispuestos a recibirlo, este es Elías, aquel que había de venir. 15 El que tenga oídos para escuchar, que escuche. 16 ¿Con qué debo comparar a esta generación? Son como niños jugando en un mercado, que se sientan y se llaman unos a otros 17 y dicen: 'Nosotros tocamos la flauta para ustedes, y ustedes no bailaron. Estuvimos de luto, y ustedes no lloraron.' 18 Porque Juan no vino comiendo pan, ni bebiendo vino, y dicen: 'El tiene un demonio.' 19 El Hijo del Hombre vino comiendo y bebiendo y ellos dicen: '¡Miren, él es un hombre glotón y un borracho, amigo de los cobradores de impuestos y pecadores! Pero la sabiduría es justificada por sus acciones.'" 20 Entonces Jesús empezó a reprender las ciudades en las que la mayor parte de sus milagros habían ocurrido, porque no se habían arrepentido. 21 "¡Pobre de ti, Corazín! ¡Pobre de ti, Betsaida! Porque si los milagros que se hicieron en ustedes hubiesen sido hechos en Tiro y Sidón, ellas se habrían arrepentido hace tiempo con ropas de saco y con cenizas. 22 Pero habrá más tolerancia para Tiro y Sidón en el día del juicio que para ustedes. 23 Y tú, Capernaúm, ¿crees que serás exaltada al cielo? No, tú serás llevada abajo al Hades; porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se hicieron en ti, ella hubiera prevalecido hasta hoy. 24 Pero les digo que será más fácil el día del juicio para Sodoma que para ti." 25 En ese tiempo Jesús dijo: "Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y la tierra, porque Tú ocultaste estas cosas a los sabios y entendidos y se las revelaste a aquellos quienes son, como los niños. 26 Sí, Padre, porque así te agradó. 27 Todas las cosas Me han sido entregadas por Mi Padre. Y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y cualquiera a quien el Hijo desee revelarlo. 28 Vengan a Mí, todos los que trabajan y están muy cargados, y Yo les daré descanso. 29 Lleven Mi yugo y aprendan de Mí, porque Yo soy manso y humilde de corazón, y ustedes encontrarán descanso para sus almas. 30 Porque Mi yugo es fácil y ligera Mi carga."
1 Quando Jesus terminou de instruir os doze discípulos, partiu dali para ensinar e pregar nas cidades deles. 2 João, ao ouvir na prisão sobre os feitos de Jesus, enviou uma mensagem por meio dos seus discípulos 3 e disse-Lhe: "Tu És o que estava por vir, ou há outra pessoa que devemos esperar?" 4 Jesus respondeu-lhes: "Ide e anunciai a João o que vedes e ouvis: 5 cegos recebem a vista, coxos andam, leprosos são purificados, surdos ouvem, mortos são trazidos de volta à vida, e aos necessitados são anunciadas as boas novas. 6 E abençoado é aquele que não encontra motivo de tropeço em Mim". 7 Enquanto eles iam por seu caminho, Jesus começou a dizer às multidões sobre João: "O que fostes ver no deserto? Uma cana sendo balançada pelo vento? 8 O que fostes ver? Um homem vestido com roupas finas? Na verdade, aqueles que vestem roupas finas vivem em casas de reis. 9 Mas, o que fostes ver? Um profeta? Sim, Eu vos digo: muito mais que profeta. 10 Este é aquele sobre quem está escrito: 'Vê, Eu estou enviando Meu mensageiro diante da tua face, o qual irá preparar o caminho diante de ti'. 11 Em verdade vos digo: entre os nascidos de mulher, ninguém é maior do que João Batista; porém a pessoa menos importante no Reino dos Céus é maior do que ele. 12 Desde os dias de João Batista até hoje, o Reino dos Céus sofre violência, e homens que se utilizam de violência o tomam à força. 13 Pois todos os profetas e a lei profetizaram até João. 14 E, se vós quereis aceitar isso, este é Elias, o que havia de vir. 15 Aquele que tiver ouvidos para ouvir ouça. 16 A que devo comparar esta geração? É como crianças brincando no mercado, que sentam e chamam uns aos outros 17 e dizem: 'Nós tocamos flauta a vós, e não dançastes. Nós lamentamos, e não pranteastes'. 18 Pois veio João, não comendo, nem bebendo, e eles disseram: 'Ele tem demônio'. 19 O Filho do Homem veio comendo e bebendo, e eles disseram: 'Olhem, Ele é um homem glutão e um beberrão, um amigo de coletores de impostos e de pecadores! Todavia a sabedoria é justificada por suas obras'. 20 Então Jesus começou a repreender as cidades onde a maioria de seus milagres foram realizados, porque elas não se arrependeram. 21 "Ai de ti, Corazim! Ai de ti, Betsaida! Se os milagres que foram realizados em vós fossem realizados em Tiro e Sidom, eles teriam se arrependido há muito tempo com roupas de saco e cinza. 22 Porém haverá mais tolerância para Tiro e Sidom no dia do julgamento do que para vós. 23 Tu, Cafarnaum, serás exaltada ao céu? Não! Serás lançada para baixo, ao inferno; pois, se em Sodoma se realizassem os milagres que foram realizados em ti, ela teria permanecido até hoje. 24 Mas Eu te digo que será mais fácil para a terra de Sodoma, no dia do juízo, do que para ti". 25 Naquele momento, Jesus disse: "Eu Te louvo, Pai, Senhor do céu e da terra, pois ocultaste estas coisas aos sábios e entendidos, e as revelastes às criancinhas. 26 Sim, Pai, pois assim foi do Teu agrado. 27 Todas as coisas foram confiadas a Mim por Meu Pai, e ninguém conhece o Filho, exceto o Pai, e ninguém conhece o Pai, exceto o Filho e aquele a quem o Filho desejar revelar. 28 Vinde a Mim todos os que estais cansados e sobrecarregados, e Eu vos darei descanso. 29 Tomai o Meu jugo sobre vós e aprendei de Mim, pois Sou manso e humilde de coração, e encontrareis descanso para as vossas almas, 30 porque o meu jugo é suave e a minha carga é leve".
1 En aquel tiempo Jesús pasaba por los sembradíos de grano en el día Sábado. Sus discípulos tenían hambre y comenzaron a arrancar espigas de grano y a comerlas. 2 Cuando los Fariseos vieron eso, le dijeron a Jesús: "Ves, Tus discípulos hacen lo que es contra la ley hacer en el día Sábado." 3 Pero Jesús les dijo: "¿No han leído lo que hizo David, cuando tuvo hambre y los hombres que estaban con él? 4 ¿Cómo él entró a la casa de Dios y comió el pan consagrado, que era ilegal para él comer e ilegal para los que estaban con él, pero legal solo para los sacerdotes? 5 ¿Y no han leído en la Ley, que en el día Sábado los sacerdotes en el templo profanan el Sábado pero no son culpables? 6 Pero Yo les digo que hay Uno más grande que el templo aquí. 7 Si hubieran sabido lo que esto significaba: ' MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO,' no habrían condenado a los que no tienen culpa. 8 Pues el Hijo del Hombre es el Señor del día Sábado." 9 Entonces Jesús se fue de allí y entró a la sinagoga de ellos. 10 He aquí, había un hombre con una mano seca. Los Fariseos le preguntaron a Jesús, diciendo: "¿Es legal curar en el día Sábado?" para que así pudieran acusarlo de pecado. 11 Jesús les dijo: "¿Qué hombre habría entre ustedes, que si tuviera sólo una oveja, y esta oveja cayera en un hoyo profundo en el día Sábado, no la agarra y la sacaría de allí? 12 !Cuanto más vale un hombre, que una oveja! De modo que es legal hacer el bien en el día Sábado." 13 Entonces Jesús le dijo al hombre: "Extiende tu mano." Él la extendió y fue restaurada, sana, igual que la otra mano. 14 Pero los Fariseos salieron y conspiraban contra Él. Ellos estaban buscando cómo podrían matarlo. 15 Al Jesús percibir esto, se alejó de allí. Mucha gente Lo seguía y Él los sanaba a todos. 16 Él les ordenó que no Lo dieran a conocer a otros, 17 para que pudiera hacerse realidad lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, diciendo: 18 "VEAN, MI SIERVO A QUIEN YO HE ESCOGIDO; MI AMADO, EN QUIEN MI ALMA ESTÁ MUY COMPLACIDA. PONDRÉ MI ESPÍRITU SOBRE ÉL, Y ÉL ANUNCIARÁ JUICIO A LOS GENTILES. 19 ÉL NO LUCHARÁ NI CLAMARÁ; NI ESCUCHARÁN SU VOZ EN LAS CALLES. 20 ÉL NO ROMPERÁ LA CAÑA QUEBRADA; ÉL NO APAGARÁ NINGUNA MECHA HUMEANTE, HASTA QUE LLEVE A LA VICTORIA LA JUSTICIA. 21 Y EN SU NOMBRE PONDRAN LAS NACIONES SU ESPERANZA." 22 Entonces alguien mudo y ciego, poseído por un demonio, fue traído a Jesús. Él lo sanó con el resultado de que el hombre mudo habló y vio. 23 Todas las multitudes estaban asombradas y dijeron: "¿Sera este hombre el Hijo de David?" 24 Pero cuando los Fariseos escucharon acerca de este milagro, dijeron: "Este hombre no hecha fuera demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios." 25 Pero Jesús conocía sus pensamientos y les dijo: "Todo reino dividido contra sí mismo queda desolado y cada ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá. 26 Si Satanás hecha fuera a Satanás, él está dividido contra sí mismo: ¿Cómo permanecerá su reino? 27 Y si Yo echára fuera demonios por Belcebú: ¿Por quién los echan fuera sus seguidores? Por esto, ellos serán sus jueces. 28 Pero si Yo echo fuera demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado a ustedes. 29 ¿Y cómo alguien puede entrar a la casa de un hombre fuerte y robarle sus pertenencias sin atar al hombre fuerte primero? Entonces él le robará las pertenencias de su casa. 30 El que no está conmigo está contra mí, y el que no recoge conmigo, desparrama. 31 Por lo tanto, Yo les digo, cada pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada. 32 Y cualquiera que hable alguna palabra contra el Hijo del Hombre, ésta le será perdonada. Pero cualquiera que hable contra el Espíritu Santo, eso no le será perdonado, ni en este mundo, ni en el venidero. 33 O haces un árbol bueno y su fruto bueno, o haces el árbol malo y su fruto malo, porque un árbol es conocido por su fruto. 34 Ustedes, generación de víboras, ya que son malos, ¿cómo pueden decir cosas buenas, siendo malos? Porque del contenido del corazón habla la boca. 35 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón, saca lo que es bueno; y el hombre malo, del tesoro malo de su corazón, saca aquello que es malo. 36 Y Yo les digo que en el día del juicio la gente dará cuenta de cada palabra vana que hayan dicho. 37 Porque por sus palabras ustedes serán justificados, y por sus palabras serán condenados." 38 Entonces algunos escribas y Fariseos le contestaron a Jesús y dijeron: "Maestro, deseamos ver una señal de ti." 39 Pero Jesús les contestó diciéndoles: "Una generación mala y adúltera busca una señal. Pero ninguna señal le será dada excepto la señal de Jonás el profeta. 40 Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en la barriga del pez grande, también el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. 41 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación de gente y la condenará. Porque ellos se arrepintieron con la predicación de Jonás, y miren, Alguien más grande que Jonás está aquí. 42 La Reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de ésta generación y los condenará. Ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y miren, Alguien más grande que Salomón está aquí. 43 Cuando un espíritu inmundo ha salido de un hombre, pasa por lugares áridos y busca descanso, pero no lo encuentra. 44 Entonces dice: 'Regresaré a mi casa de donde salí.' Habiendo regresado, encuentra la casa barrida y en orden. 45 Entonces sale y lleva con él otros siete espíritus peores que él, y todos ellos vienen a vivir allí. Entonces la condición final de ese hombre viene a ser peor que al principio. Así mismo será con ésta generación malvada." 46 Mientras Jesús aún le hablaba a las multitudes, he aquí, Su madre y Sus hermanos estaban afuera, buscando hablar con Él. 47 Alguien Le dijo: "Mira, Tu madre y hermanos están afuera, buscando hablar Contigo." 48 Pero Jesús le contestó, diciéndole a quien se lo dijo: "¿Quién es Mi madre? ¿Y quiénes son Mis hermanos?" 49 Entonces extendió Su mano hacia Sus discípulos y dijo: "¡Miren, aquí está Mi madre y Mis hermanos! 50 Porque cualquiera que haga la voluntad de Mi Padre que está en los cielos, esa persona es Mi hermano, hermana y madre."
1 Naquele tempo, Jesus passou pelas plantações de cereais, no dia de sábado. Seus discípulos estavam com fome e começaram a colher espigas e comê-las. 2 Mas, quando os fariseus viram isso, disseram a Jesus: "Olha, Teus discípulos fazem o que não é permitido fazer no sábado". 3 Todavia Jesus disse-lhes: "Nunca lestes o que Davi fez quando ele e seus homens estavam com fome? 4 Ele entrou na casa de Deus e comeu os pães consagrados, os quais não eram permitidos a ele comer, nem aos que estavam com ele, mas permitido somente aos sacerdotes. 5 E não lestes na lei que, no sábado, os sacerdotes profanam esse dia no templo, contudo ficam sem culpa? 6 Todavia eu vos digo: está aqui Aquele que é maior do que o templo. 7 Se soubésseis o que significa: 'Eu desejo misericórdia e não sacrifício', não condenaríeis inocentes, 8 pois o Filho do Homem é Senhor do sábado". 9 Então Jesus partiu de lá e entrou na sinagoga. 10 Eis que lá havia um homem com uma mão atrofiada. Os fariseus perguntaram a Jesus: "É permitido curar no sábado?" de forma que eles pudessem acusá-Lo de pecar. 11 Jesus disse-lhes: "Que homem entre vós, o qual tendo apenas uma ovelha, e, se essa ovelha cair em um buraco profundo, no sábado, não a agarraria e a tiraria dali? 12 Quanto mais valor, então, tem um homem do que uma ovelha! Logo, é permitido fazer o bem no sábado". 13 Então Jesus disse ao homem: "Estende a tua mão". Ele a estendeu e ela foi restaurada, ficando exatamente como a outra mão. 14 Mas os fariseus saíram e conspiravam contra Ele, sobre como poderiam tirar-Lhe a vida. 15 Jesus, percebendo isso, afastou-se dali. Muitas pessoas O seguiram, e Ele curou a todas 16 e ordenou-lhes que não O fizesse conhecido aos outros, 17 para se tornar verdade o que foi dito por Isaías, o profeta: 18 "Vede Meu servo a quem escolhi, O Meu amado, em quem Minha alma tem prazer. Eu colocarei Meu Espírito sobre Ele, e Ele anunciará justiça aos gentios. 19 Ele não discutirá, nem gritará, nem alguém ouvirá Sua voz nas ruas. 20 Ele não quebrará uma cana torcida, Ele não apagará o pavio que fumega, até que Ele leve a justiça à vitória, 21 e os gentios terão confiança em Seu nome". 22 Então foi levado a Ele um homem cego e mudo, possuído por um demônio, e Jesus o curou. O resultado foi que o homem mudo passou a ver e a falar. 23 Todas as multidões ficaram maravilhadas e disseram: "Pode este homem ser o Filho de Davi?" 24 Mas, quando os fariseus ouviram desse milagre, disseram: "Este homem não expulsa demônios senão por Belzebu, o príncipe dos demônios". 25 Jesus, conhecendo os seus pensamentos, disse-lhes: "Todo reino dividido contra si mesmo ficará desolado, e toda cidade ou casa dividida contra si mesma não permanecerá. 26 Se Satanás expulsa Satanás, ele está dividido contra si mesmo; como o seu reino permanecerá? 27 E se Eu expulso demônios por Belzebu, por quem expulsam os vossos filhos? Por causa disso, eles serão vossos juízes. 28 Mas se Eu expulso os demônios pelo Espírito de Deus, então o Reino de Deus chegou a vós. 29 E como pode alguém entrar na casa do homem forte e roubar seus pertences sem amarrá-lo primeiro? Então, ele roubará os pertences de sua casa. 30 Aquele que não está comigo é contra Mim, e aquele que comigo não ajunta espalha. 31 Por isso, vos digo: todo pecado e blasfêmia serão perdoados aos homens, mas a blasfêmia contra o Espírito não será perdoada. 32 Qualquer um que falar alguma palavra contra o Filho do Homem, isso lhe será perdoado; mas aquele que falar contra o Espírito Santo, isso não lhe será perdoado, nem neste mundo, nem no mundo que está por vir. 33 Se uma árvore é boa, o seu fruto será bom; se uma árvore é má, o seu fruto será mau, pois uma árvore é conhecida por seus frutos. 34 Raça de víboras, se vós sois maus, como podeis dizer coisas boas? Pois a boca fala do que o coração está cheio. 35 O homem bom, do seu bom tesouro, tira o que é bom, já o homem mau, do seu mau tesouro, tira o que é mau. 36 E eu vos digo que, no dia do juízo, as pessoas prestarão contas por cada palavra inútil que elas disserem. 37 Portanto, pelas tuas palavras sereis justificados, e pelas tuas palavras sereis condenados". 38 Então, certos escribas e fariseus disseram a Jesus: "Mestre, nós queremos ver um sinal Teu". 39 Contudo Jesus respondeu-lhes: "Uma geração má e adúltera procura por sinal; mas nenhum sinal lhe será dado, exceto o sinal de Jonas, o profeta. 40 Porque assim como Jonas esteve três dias e três noites na barriga do grande peixe, assim estará o Filho do Homem três dias e três noites no coração da terra. 41 Os homens de Nínive se levantarão, no juízo, contra essa geração de pessoas e a condenarão, pois eles se arrependeram com a pregação de Jonas, e vede: está aqui alguém maior do que Jonas. 42 A rainha do Sul se levantará, no juízo, com os homens dessa geração e a condenará, pois ela veio dos confins da terra para ouvir a sabedoria de Salomão, e vede: está aqui alguém maior do que Salomão. 43 Quando um espírito imundo sai de um homem, anda por lugares secos e procura por descanso, mas não encontra. 44 Então diz: 'Eu voltarei para a minha casa, de onde vim'. Tendo voltado, encontra a casa varrida e posta em ordem. 45 Então vai e leva consigo outros sete espíritos piores que ele mesmo, e todos eles entram para viver lá. Então a condição final desse homem se torna pior do que a primeira. Assim será com essa geração má". 46 Enquanto Jesus ainda falava às multidões, eis que sua mãe e seus irmãos estavam do lado de fora, procurando falar com ele. 47 Alguém lhe disse: "Olha, Tua mãe e Teus irmãos estão do lado de fora, procurando falar contigo". 48 Mas Jesus disse ao que falou com Ele: "Quem é Minha mãe? E quem são Meus irmãos?" 49 Então Ele estendeu as mãos aos Seus discípulos e disse: "Olhai, aqui estão minha mãe e meus irmãos! 50 Pois aquele que faz a vontade do meu Pai que está no céu, essa pessoa é Meu irmão, irmã e mãe".
1 En ese día Jesús salió de la casa y se sentó al lado del mar. 2 Una gran multitud se reunió a su alrededor, así que entró a una barca y se sentó en ella. Toda la multitud se mantuvo en la playa. 3 Entonces Jesús les dijo muchas cosas en parábolas. Él dijo: "He aquí, un sembrador salió a sembrar. 4 Mientras él sembraba, algunas semillas cayeron al lado del camino, y las aves vinieron y las devoraron. 5 Otras semillas cayeron en terreno rocoso, donde no tenían mucho suelo. Inmediatamente brotaron porque el suelo no tenía mucha profundidad. 6 Pero cuando el sol salió, se quemaron porque no tenían raíces, y se secaron. 7 Otras semillas cayeron entre las plantas de espinos. Las plantas de espinos crecieron y las ahogaron. 8 Otras semillas cayeron en terreno bueno y produjeron grano, algunas cien veces mas, algunas sesenta, y algunas treinta. 9 Aquel que tenga oídos, oiga. 10 Los discípulos vinieron y le dijeron a Jesús: "¿Por qué les hablas a la multitud en parábolas?" 11 Jesús les respondió: "A ustedes se les ha dado el privilegio de entender misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les ha dado. 12 Porque cualquiera que tiene, le será dado más, y tendrá en abundancia. Pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. 13 Por eso les habló a ellos en parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 Para ellos la profecía de Isaías está cumplida, la cual dice: 'MIENTRAS OIGAS, OIRÁS, PERO DE NINGUNA MANERA ENTENDERÁS; MIENTRAS VEAS, VERÁS, PERO DE NINGUNA MANERA PERCIBIRÁS. 15 PORQUE EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO SE HA VUELTO INSENSIBLE, Y SUS OÍDOS SON PESADOS PARA OÍR, Y HAN CERRADO SUS OJOS, ASÍ QUE NO PUEDEN VER CON SUS OJOS, Y OÍR CON SUS OÍDOS, O ENTENDER CON SUS CORAZONES, ASÍ QUE ELLOS SE CONVIERTAN, Y YO LOS SANE' 16 Pero benditos son sus ojos, porque ven; y sus oídos, porque oyen. 17 Verdaderamente Yo les digo que muchos profetas y hombres justos desearon ver las cosas que ustedes ven, y no las vieron. Ellos desearon escuchar las cosas que ustedes oyen, y no las oyeron. 18 Escuchen lo que significa la parábola del sembrador. 19 Cuando alguien oye la palabra del reino pero no la entiende, entonces el maligno viene y arrebata lo que ha sido sembrado en su corazón. Ésta es la semilla que fue sembrada junto al camino. 20 Aquel que fue sembrado en el suelo rocoso es aquel que escucha la palabra y la recibe con gozo inmediatamente. 21 Pero como él que no tiene raíces en sí mismo solo permanece por poco tiempo. Cuando tribulación o persecución surgen por causa de la palabra, él se aparta inmediatamente. 22 Aquel que fue sembrado entre las plantas de espinos, éste es aquel que oye la palabra, pero las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y viene a ser sin fruto. 23 Aquel que fue sembrado en terreno bueno, es aquel que oye la palabra y la entiende. Éste es el que verdaderamente da fruto y lo produce; cien veces más, sesenta, y algunos treinta." 24 Jesús les presentó otra parábola a ellos. Les dijo: "El reino del cielo es como un hombre que sembró buena semilla de trigo en su terreno. 25 Pero mientras las personas dormían, su enemigo vino y también sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando las semillas de trigo germinaron y produjeron su cultivo, entonces la cizaña también apareció. 27 Los siervos del dueño del terreno vinieron y le dijeron: 'Señor, ¿no sembró usted buena semilla en su terreno? ¿Cómo ahora tiene cizaña?' 28 Él les dijo: 'Un enemigo ha hecho esto.' Los sirvientes le dijeron: ¿quieres que vayamos y las arranquemos?' 29 El dueño del terreno dijo: 'No, cuando la cizaña, puedes arrancar el trigo con ella. 30 Deja que ambos crezcan juntos hasta la cosecha. En el tiempo de la cosecha yo le diré a los segadores: 'Recojan primero la cizaña y amárrenla en manojos para quemarla, pero guarden el trigo en mi granero.'" 31 Entonces Jesús les presentó otra parábola a ellos. Él dijo: "El reino del cielo es como una semilla de mostaza la cual un hombre se llevó y la sembró en su terreno. 32 Esta semilla es en efecto la más pequeña de todas las semillas. Pero cuando ha crecido, es más grande que todas las plantas del huerto. Se convierte en un árbol, tanto así que las aves del cielo vienen y hacen nido en sus ramas." 33 Jesús entonces les dijo a ellos otra parábola. "El reino del cielo es como levadura que una mujer se llevó y mezcló con tres medidas de harina hasta que fermento toda la masa." 34 Todas estas cosas Jesús las dijo a la multitud en parábolas; y sin parábolas Él no les dijo nada. 35 Esto era para que lo que fue dicho a través del profeta viniese a ser verdad, cuando él dijo: "ABRIRÉ MI BOCA EN PARÁBOLAS. DIRÉ COSAS QUE FUERON ESCONDIDAS DESDE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO." 36 Entonces Jesús dejó la multitud y entró en la casa. Sus discípulos vinieron a Él y le dijeron: "Explícanos la parábola de la cizaña en el terreno." 37 Jesús les respondió y dijo: "Aquel que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 38 El terreno es el mundo; y la buena semilla son los hijos del reino. La cizaña son los hijos del maligno, 39 y el enemigo que las sembró es el diablo. La cosecha es el fin del mundo, y los cosechadores son los ángeles. 40 De este modo, mientras la cizaña es juntada y quemada con fuego, en el fin del mundo. 41 El Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, y ellos recogerán de su reino a todos los que causan el pecado, y a aquellos que cometieron iniquidad. 42 Entonces ellos serán arrojados al horno de fuego, donde habrá llanto y crujir de dientes. 43 Entonces las personas justas brillarán como el sol en el reino de su Padre. Aquel que tiene oídos, oigan. 44 El reino del cielo es como un tesoro escondido en el campo. Un hombre lo encontró y lo escondió. En su gozo va, vende todo lo que posee, y compra ese campo. 45 De nuevo, el reino del cielo es como un hombre que es un mercader y está buscando perlas valiosas. 46 Cuando encontró una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que poseía y la compró. 47 De nuevo, el reino del cielo es como una red la cual se lanza en el mar, y recoge todo tipo de peces. 48 Cuando está llena, los pescadores la arrastran hasta la playa. Entonces sentados, recolectan los buenos en canastas, pero los malos los arrojan fuera. 49 De esta forma en el fin del mundo. Los ángeles vendrán y separarán a los malvados de entre los justos, 50 y ellos los arrojarán al horno de fuego, donde habrá llanto y crujir de dientes. 51 ¿Han entendido todas estas cosas?" Los discípulos le dijeron: "Sí." 52 Entonces Jesús les dijo a ellos: "todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino del cielo, es como un hombre que es dueño de una casa, el cual saca cosas viejas y cosas nuevas de su tesoro." 53 Entonces vino a ser que cuando Jesús terminó estas parábolas, Él se fue de aquel lugar. 54 Entonces Jesús entró a su propia región y enseñó a las personas en su sinagoga. El resultado fue que ellos quedaron atónitos y dijeron: "¿De dónde este hombre saca su sabiduría y estos milagros? 55 ¿No este hombre el hijo del carpintero? ¿No es su madre María? ¿Y sus hermanos no son Santiago, José, Simón y Judas? 56 ¿Y sus hermanas, no están todas entre nosotros? Así que, ¿de dónde este hombre saca todas estas cosas?" 57 Ellos estaban ofendidos, pero Jesús les dijo: "Un profeta no es sin honra, excepto en su propio tierra y en su propia familia." 58 Y no hizo muchos milagros allí por causa de su incredulidad.
1 Naquele dia Jesus saiu de casa e sentou-se à beira do mar. 2 Uma grande multidão se juntou em volta Dele. Então Ele entrou em um barco e sentou-se; toda a multidão permaneceu em pé na praia. 3 Então Jesus disse-lhes muitas coisas em parábolas. Ele disse: "Eis que o semeador saiu para semear. 4 Enquanto ele semeava, algumas sementes caíram na beira da estrada, e os pássaros vieram e as devoraram. 5 Outras sementes caíram no solo rochoso, onde elas não tinham muita terra, e imediatamente elas brotaram porque o solo não tinha profundidade. 6 Mas, quando o sol nasceu, elas foram queimadas, pois não tinham raízes, e então secaram. 7 Outras sementes caíram entre as plantas espinhosas, as quais cresceram e as sufocaram. 8 Outras sementes caíram em solo bom e produziram grãos, algumas cem vezes mais, outras sessenta e outras trinta. 9 Aquele que tem ouvidos, ouça". 10 Os discípulos vieram e disseram a Jesus: "Por que falas às multidões em parábolas?" 11 Jesus respondendo, disse-lhes: "A vós tem sido dado o privilégio de entender os mistérios do Reino dos Céus, mas não a eles. 12 Porque àquele que tem, muito mais lhe será dado, porém àquele que não tem, até o que tem lhe será tomado. 13 Então, Eu lhes falei em parábolas, porque, mesmo vendo, não veem realmente e, mesmo ouvindo, não ouvem, nem entendem. 14 Para eles, a profecia de Isaías é cumprida, a qual diz: 'Ouvindo, ouvireis, mas de maneira nenhuma entendereis; vendo, vereis, mas de maneira nenhuma percebereis. 15 Porque o coração deste povo tornou-se insensível, e ouviram com má vontade, e fecharam seus olhos; se assim não fosse, eles perceberiam com seus olhos, ouviriam com seus ouvidos, entenderiam com seus corações, e se arrependeriam, e Eu os curaria'. 16 Mas abençoados são os vossos olhos, porque veem; e os vossos ouvidos, porque ouvem. 17 Em verdade eu vos digo que muitos profetas e homens justos desejaram ver as coisas que vós vedes, e eles não as viram, e ouvir as coisas que vós ouvistes, e eles não as ouviram. 18 Compreendei, então, a parábola do semeador. 19 Quando alguém ouve a palavra do Reino, mas não a entende, então o maligno vem e rouba aquilo que foi semeado em seu coração. Essa é a semente que foi semeada à beira do caminho. 20 A que foi semeada em solo rochoso é aquele que ouve a palavra e imediatamente a recebe com alegria; 21 entretanto ele não tem raiz em si mesmo, mas só permanece por pouco tempo. Quando a tribulação ou a perseguição se levanta por causa da palavra, ele tropeça imediatamente. 22 A que foi semeada entre plantas espinhosas é aquele que ouve a palavra, mas as preocupações do mundo e o engano das riquezas sufocam a palavra, e ela torna-se infrutífera. 23 Aquela que foi semeada em bom solo é aquele que ouve a palavra e a entende; esse é o que verdadeiramente produz fruto; alguns cem vezes mais do que foi plantado, alguns sessenta, e alguns trinta vezes mais". 24 Jesus apresentou-lhes outra parábola, dizendo: "O Reino dos Céus é como um homem que semeou boa semente em seu campo. 25 Porém, enquanto as pessoas dormiam, seu inimigo veio e também semeou ervas daninhas no meio do trigo, e, então, foi embora. 26 Quando as sementes de trigo brotaram e produziram suas espigas, então ervas daninhas também apareceram. 27 Os servos do dono do campo vieram e disseram-lhe: 'Senhor, não plantaste boa semente no seu campo? Como agora ele tem ervas daninhas?' 28 Ele disse-lhes: 'Um inimigo fez isso'. Os servos disseram a ele: 'Queres, então, que as arranquemos?' 29 O dono do campo disse: 'Não! Porque enquanto vós puxardes as ervas daninhas, podereis puxar o trigo também junto com elas. 30 Deixai os dois crescerem juntos até a colheita. No tempo da colheita, eu direi aos encarregados: "Primeiramente puxai as ervas daninhas e as amarrai em feixes para queimá-las, contudo, juntai o trigo no meu celeiro". 31 Então Jesus apresentou-lhes outra parábola, dizendo: "O Reino dos Céus é como uma semente de mostarda que um homem pegou e semeou em seu campo. 32 Essa semente é, de fato, a menor de todas as sementes. Mas, quando cresce, é maior que as plantas do jardim e torna-se uma árvore, de modo que os pássaros vêm e fazem ninho nos seus galhos". 33 Jesus então contou-lhes outra parábola: "O Reino dos Céus é como fermento que uma mulher pegou e misturou com três medidas de farinha até a massa fermentar". 34 Todas essas coisas Jesus disse às multidões em parábolas; e, sem parábolas, Ele não lhes disse nada. 35 Isso foi para que o que foi dito por meio do profeta se tornasse verdade, quando ele disse: "Eu abrirei minha boca em parábolas; eu direi coisas que estavam escondidas desde a fundação do mundo". 36 Então Jesus deixou as multidões e entrou em casa. Seus discípulos vieram a Ele e disseram: "Explica para nós a parábola das ervas daninhas no campo". 37 Jesus respondendo, disse-lhes: "Aquele que semeia a boa semente é o Filho do Homem. 38 O campo é o mundo; a boa semente são os filhos do reino e as ervas daninhas são os filhos do maligno, 39 e o inimigo que os plantou é o maligno. A colheita é o fim do mundo, e os encarregados da colheita são os anjos. 40 Portanto, como as ervas daninhas são recolhidas e queimadas no fogo, assim será no fim do mundo. 41 O Filho do Homem enviará seus anjos e eles ajuntarão do seu reino todas as coisas que causam pecado, e aqueles que cometem iniquidade, 42 e os lançarão na fornalha de fogo, onde haverá lamento e rangido de dentes. 43 Então os justos brilharão como o sol, no reino de seu Pai. Aquele que tem ouvidos, ouça. 44 O Reino dos Céus é como um tesouro escondido em um campo que um homem achou e o escondeu. Em sua alegria, ele vai, vende tudo que possui e compra aquele campo. 45 Novamente, o Reino dos Céus é como um homem que é um mercador à procura de pérolas preciosas. 46 Quando ele encontrou uma pérola de grande valor, foi e vendeu tudo que possuía e a comprou. 47 Novamente, o Reino dos Céus é como uma rede que foi lançada ao mar e capturou criaturas de todos os tipos. 48 Quando estava cheia, os pescadores arrastaram-na para a praia. Então sentaram e juntaram as coisas boas em cestos, porém, as coisas sem valor jogaram fora. 49 Será desta maneira no fim do mundo: os anjos virão e separarão os maus dentre os justos, 50 e os lançarão na fornalha de fogo, onde haverá lamento e rangido de dentes. 51 Vós entendestes todas essas coisas? Os discípulos disseram a ele: "Sim". 52 Então Jesus disse-lhes: "Portanto todo mestre da lei que torna-se discípulo do Reino dos Céus é como um homem que é o dono de uma casa, que retira coisas velhas e novas de seu tesouro". 53 Aconteceu que, quando Jesus terminou essas parábolas, Ele deixou aquele lugar. 54 Então Jesus entrou na sua própria região, e ensinou as pessoas nas suas sinagogas, e eles ficaram maravilhados e disseram: "De onde este homem consegue Sua sabedoria e estes milagres? 55 Não é este homem o filho do carpinteiro? Não é Sua mãe Maria? E não são Tiago, José, Simão e Judas Seus irmãos? 56 E Suas irmãs não estão entre nós? Então, de onde este homem tira todas estas coisas?" 57 Eles ofendidos por Jesus. Mas Ele lhes disse: "Um profeta não é sem honra, exceto em seu próprio país e em sua própria família". 58 E Ele não realizou muitos milagres lá por causa da descrença deles.
1 Por aquel tiempo Herodes el tetrarca escuchó las noticias sobre Jesús. 2 Él dijo a sus sirvientes: "Este es Juan el Bautista; que ha resucitado de los muertos. Por eso estos poderes están obrando en Él." 3 Porque Herodes había tomado a Juan; lo encadenó y lo metió en prisión, por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe. 4 Pues Juan le había dicho: "No te es lícito tenerla a ella como esposa." 5 Herodes le hubiera dado muerte, pero le temía al pueblo, porque lo consideraban como un profeta. 6 Pero cuando llegó el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en medio y le plació a Herodes. 7 En respuesta, él le prometió con juramento darle cualquier cosa que ella pidiera. 8 Después de haber sido instruida por su madre, ella le dijo: "Dame, en un plato, la cabeza de Juan el Bautista." 9 El rey estaba muy triste por su pedido, pero a causa de su juramento, y por causa de todos en la cena con él, él ordenó que eso fuera hecho. 10 Ordenó decapitar a Juan en la prisión. 11 Entonces su cabeza le fue traída en un plato y entregada a la niña, y ella se la llevó a su madre. 12 Entonces sus discípulos vinieron, levantaron el cuerpo y lo enterraron. Luego de esto, fueron y le dijeron a Jesús. 13 Cuando Jesús escuchó esto, se retiró de allí a un lugar aislado. Cuando la multitud oyó de esto, lo siguieron a pie desde las ciudades. 14 Entonces Jesús vino ante ellos, y vio la gran multitud. Él tuvo compasión de ellos y sanó los enfermos. 15 Cuando la noche llegó, los discípulos vinieron a Él y le dijeron: "Este es un lugar desierto, y el día ya ha terminado. Despide a esta multitud, para que vayan a las aldeas y compren comida para ellos." 16 Pero Jesús les dijo: "Ellos no tienen necesidad de irse. Denle ustedes algo de comer." 17 Ellos le dijeron: "Nosotros tenemos aquí más que cinco hogazas de pan y dos peces." 18 Jesús dijo: "Tráiganmelos a mí." 19 Entonces Jesús ordenó a la multitud que se sentara en la hierba. Él tomó las cinco hogazas y los dos peces. Mirando arriba al cielo, Él bendijo y partió las hogazas de pan y las dio a los discípulos. Los discípulos la repartieron a la multitud. 20 Ellos todos comieron, y estaban saciados. Entonces recogieron lo que quedó de los pedazos hasta llenar doce canastas. 21 Aquellos que comieron fueron como cinco mil hombres, además de las mujeres y niños. 22 Inmediatamente Él hizo que sus discípulos se montaran en la barca y se fueran antes que Él al otro lado, mientras Él mismo despedia a la multitud. 23 Después de despedir la multitud, Él subió al monte a orar. Cuando llegó la noche, Él estaba allí solo. 24 Pero la barca estaba en el medio del mar, azotada por las olas, porque el viento era contrario. 25 A la cuarta vigilia de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el mar. 26 Cuando los discípulos lo vieron caminando sobre el mar, estaban aterrorizados y dijeron: "Es un fantasma", y gritaron de miedo. 27 Pero Jesús les habló en seguida y dijo: "¡Sean valientes! ¡Soy Yo! ¡No tengan miedo!" 28 Entonces Pedro le respondió y dijo: "Señor, si eres tú, ordéname que vaya a ti sobre las aguas." 29 Jesús dijo:" Ven." Así que Pedro salió de la barca y caminó sobre las aguas para llegar a Jesús. 30 Pero cuando vio el fuerte viento, tuvo miedo. Mientras se hundía, gritó: " ¡Señor, sálvame!" 31 Jesús inmediatamente estiró su mano, y agarró a Pedro y le dijo: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?" 32 Entonces cuando Jesús y Pedro subieron a la barca y el viento cesó de soplar. 33 Entonces los discípulos en la barca adoraban a Jesús y decían: "Verdaderamente eres el Hijo de Dios." 34 Cuando habían cruzado, llegaron a la tierra de Genesaret. 35 Cuando los hombres en aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron mensajes por todos lados en el área de alrededor, y entonces les trajeron a Él todos los que estaban enfermos. 36 Ellos le suplicaban que les dejara tocar sólo el borde de su vestidura, y tantos como lo tocaban eran sanados.
1 Naquele tempo, Herodes, o tetrarca, ouviu as notícias sobre Jesus. 2 Ele disse aos seus servos: "Esse é João, o Batista; ele ressuscitou dos mortos, por isso esses poderes estão operando Nele". 3 Pois Herodes o havia prendido, amarrado e colocado na prisão, por causa de Herodias, a esposa de seu irmão Filipe, 4 porque João havia lhe dito: "Não é legítimo tê-la como tua esposa". 5 Herodes teria mandado matá-lo, mas ele temeu o povo, porque eles o consideravam um profeta. 6 Mas, quando o aniversário de Herodes chegou, a filha de Herodias dançou no meio dos convidados e agradou a Herodes. 7 Em resposta, ele prometeu com um juramento que daria a ela qualquer coisa que ela pedisse. 8 Após ser instruída por sua mãe, ela disse: "Dá-me aqui, em um prato, a cabeça de João, o Batista". 9 O rei ficou muito triste com o pedido dela, mas, por causa do seu juramento e por causa de todos os que estavam no jantar com ele, ordenou que isso deveria ser feito. 10 Ele enviou soldados, os quais decapitaram João na prisão. 11 Então sua cabeça foi trazida em um prato e dada à menina e ela a levou para a sua mãe. 12 Então seus discípulos vieram, pegaram o corpo e o enterraram. Após isso, eles foram e contaram a Jesus. 13 Quando Jesus ouviu o que havia acontecido, retirou-se de lá, em um barco, para um lugar isolado. Ao ouvir isso, as multidões O seguiram a pé, vindas das cidades. 14 Então Jesus desembarcou, viu a grande multidão, teve compaixão dela e curou seus doentes. 15 Quando o fim da tarde chegou, os discípulos vieram a Ele e disseram: "Este é um lugar deserto e o dia já terminou. Despede as multidões, para que elas possam ir às vilas e comprar comida para si". 16 Mas Jesus disse-lhes: "Eles não precisam ir embora, dai-lhes algo para comer". 17 Eles Lhe disseram: "Nós temos aqui apenas cinco pães e dois peixes". 18 Jesus disse: "Trazei-os para Mim". 19 Então Jesus ordenou que a multidão se sentasse na grama. Ele pegou os cinco pães e os dois peixes e, olhando para o céu, abençoou, partiu os pães, deu-os aos discípulos e os discípulos os deram à multidão. 20 Todos comeram e ficaram satisfeitos. Então eles recolheram o que sobrou dos pedaços de comida: doze cestos cheios. 21 Aqueles que comeram eram em torno de cinco mil homens, além de mulheres e crianças. 22 Imediatamente Ele fez os discípulos entrarem no barco e irem adiante Dele para o outro lado, enquanto despedia a multidão. 23 Depois que mandou a multidão embora, Ele subiu a montanha sozinho para orar. Quando escureceu, Ele estava lá sozinho. 24 Mas o barco estava distante da terra e quase fora de controle por causa das ondas, pois o vento soprava contra eles. 25 Na quarta vigília da noite, Jesus aproximou-se deles, andando sobre o mar. 26 Quando os discípulos O viram andando sobre o mar, ficaram aterrorizados e disseram: "É um fantasma!" E eles gritaram de medo. 27 Mas Jesus falou-lhes imediatamente: "Sede corajosos! Sou Eu! Não tenhais medo". 28 Pedro respondeu-Lhe: "Senhor, se és Tu, ordena a mim para que vá a Ti sobre a água". 29 Jesus disse: "Vem!" Assim Pedro saiu do barco e andou sobre as águas para ir até Jesus. 30 Mas, quando Pedro viu o vento, teve medo; e, começando a afundar, gritou: "Senhor, salva-me!" 31 Jesus imediatamente esticou a mão, agarrou Pedro e disse-lhe: "Tu, que tens pequena fé, por que duvidaste?" 32 Então, quando Jesus e Pedro entraram no barco, o vento parou de soprar. 33 Os discípulos no barco adoraram a Jesus e disseram: "Verdadeiramente Tu és o Filho de Deus". 34 Após completarem a travessia, chegaram a terra, em Genesaré. 35 Quando os homens naquele lugar reconheceram Jesus, enviaram mensagens para todos os lugares nos arredores e trouxeram a Ele todos os que estavam doentes. 36 Eles Lhe imploraram que pudessem apenas tocar na borda do Seu manto, e todos os que tocaram foram curados.
1 Entonces algunos Fariseos y escribas vinieron a Jesús desde Jerusalén; y le dijeron: 2 "¿Por qué Tus discípulos violan las tradiciones de los ancianos? Pues ellos no se lavan sus manos cuando van a comer." 3 Jesús les contestó diciendo: " Y ustedes, ¿Por qué violan los mandamientos de Dios a causa de sus tradiciones? 4 Porque Dios dijo: "HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE,' y 'AQUEL QUIEN HABLE MAL DE SU PADRE O SU MADRE, SEGURAMENTE MORIRÁ.' 5 Pero ustedes dicen: 'Cualquiera que diga a su padre o madre, "Cualquier ayuda que tú podrías recibir de mí es ahora una ofrenda a Dios", esta persona no necesita honrar a sus padres." 6 De esta manera ustedes invalidaron la palabra de Dios por causa de sus tradiciones. 7 Ustedes hipócritas, bien dijo Isaías cuando profetizó acerca de ustedes, 8 'ESTAS PERSONAS ME HONRAN CON SUS LABIOS, MAS SU CORAZÓN ESTÁ LEJOS DE MÍ. 9 ELLOS HACEN CULTO HACIA MÍ EN VANO, PORQUE ENSEÑAN COMO DOCTRINAS, MANDATOS DE HOMBRE." 10 Entonces, él llamando a la multitud, les dijo: "Escuchen y entiendan, 11 nada de lo que entra en la boca contamina a la persona. Más bien, lo que sale de la boca, eso es lo que contamina la persona." 12 Entonces los discípulos vinieron a Jesús y le dijeron : ¿Sabes que los Fariseos se ofendieron cuando escucharon esta palabra? 13 Jesús les contestó y dijo: "Toda planta que mi Padre celestial no ha sembrado, será arrancada. 14 Apártense de ellos; ellos son guías ciegos. Si un ciego guía a otro ciego, ambos van a caer en un hoyo." 15 Pedro respondió y dijo a Jesús: "Explícanos esta parábola a nosotros." 16 Jesús les dijo: "¿Aún ustedes continúan sin entender? 17 ¿No ven ustedes que cualquier cosa que entra a su boca pasa a su vientre y es echado fuera en la letrina? 18 Pero las cosas que salen de su boca provienen del corazón. Estas son las cosas que contaminan a la persona. 19 Del corazón provienen las cosas malas, los asesinatos, el adulterio, la inmoralidad sexual, el robo, el falso testimonio y los insultos. 20 Estas son las cosas que contaminan a la persona. Pero comer con las manos sin ser lavadas no contamina la persona." 21 Entonces Jesús se apartó de ellos y se dirigió a las regiones de Tiro y Sidón. 22 Entonces, una mujer Cananea salió de esa región, y comenzó a gritar diciendo: "Ten misericordia de mí, Señor, hijo de David; mi hija está siendo atormentada por un demonio." 23 Pero, Jesús no respondió palabra alguna. Sus discípulos vinieron y le rogaron diciendo: "Dile que se vaya, porque sigue dando gritos tras nosotros." 24 Pero Jesús contestó y dijo: "Yo no fui enviado a nadie excepto a las ovejas perdidas de la casa de Israel." 25 Pero ella se acercó y se postró a sus pies, diciendo: "Señor, ayúdame." 26 Él contestó y dijo: "No es correcto tomar el pan de los hijos y tirárselo a los perrillos." 27 Ella dijo: "Sí, Señor, pero los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos." 28 Entonces Jesús contestó y le dijo: " Mujer, grande es tu fe. Te será hecho según tu deseo." Y su hija fue sanada en esa hora. 29 Jesús dejó aquel lugar y se dirigió cerca del mar de Galilea. Entonces subió a una colina y se sentó allí. 30 Se le acercó mucha gente; traían con ellos cojos, ciegos, mudos, mancos, gente lisiada y otros muchos enfermos. Ellos los presentaban a los pies de Jesús, y Él los sanaba. 31 Sucedía que la muchedumbre se maravillaba viendo a los mudos hablar, a los lisiados sanados, a los cojos andando y a los ciegos viendo. Y glorificaban al Dios de Israel. 32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Tengo compasión por la muchedumbre, porque me han seguido por tres días y no tienen qué comer. No quiero despedirlos sin comer, de modo que no desfallezcan en el camino ." 33 Los discípulos le dijeron: " ¿Dónde podremos conseguir suficientes panes, para alimentar a una muchedumbre tan grande en un lugar desierto como éste?" 34 Jesús les dijo: " ¿Cuántos panes tienen ustedes? Ellos dijeron: " Siete, y varios peces pequeños." 35 Entonces Jesús mandó a la muchedumbre a sentarse en el suelo. 36 Él tomó los siete panes y los peces, y luego de dar gracias, los partió y se los entregó a los discípulos. Ellos a su vez lo repartieron a la muchedumbre. 37 Todas las personas comieron y fueron satisfechas. Luego ellos recogieron los pedazos que sobraron, llenando siete cestas. 38 Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y niños. 39 Entonces Jesús despidió a la muchedumbre y se fue en un bote a la región de Magdala.
1 Então alguns Fariseus e escribas vieram de Jerusalém a Jesus e disseram: 2 "Por que os Teus discípulos violam a tradição dos anciãos? Pois eles não lavam suas mãos quando comem". 3 Jesus respondeu e disse-lhes: "E vós, por que violais o mandamento de Deus por causa das vossas tradições? 4 Pois Deus diz: 'Honra teu pai e tua mãe,' e 'Aquele que maldisser seu pai ou sua mãe, certamente morrerá'. 5 Mas vós dizeis: 'Aquele que disser a seu pai ou a sua mãe: 'Qualquer ajuda que poderíeis receber de mim é agora oferta para Deus', 6 essa pessoa não terá de honrar seu pai'. Dessa forma, vós anulais a palavra de Deus por causa das vossas tradições. 7 Hipócritas! Bem falou a profecia de Isaías sobre vós quando disse: 8 'Este povo honra-Me com os lábios, mas seu coração está longe de Mim. 9 Eles Me adoram em vão, porque ensinam mandamentos humanos'". 10 Então Ele chamou a multidão para Si e disse-lhes: "Ouvi e entendei: 11 nada do que entra pela boca torna impura uma pessoa. Ao contrário, o que sai da boca, isso é o que torna impura uma pessoa". 12 Então os discípulos vieram e disseram a Jesus: "Sabes que os fariseus ficaram ofendidos quando ouviram a Tua declaração?" 13 Jesus respondeu e disse: "Toda planta que Meu Pai Celestial não plantou será arrancada. 14 Deixai-os a sós; eles são guias cegos. Se um cego guia outro cego, ambos cairão no barranco". 15 Pedro respondeu e disse a Jesus: "Explica-nos essa parábola". 16 Jesus disse: "Ainda estais sem entendimento? 17 Não vedes que tudo o que entra pela boca passa pelo estômago e, por fim, é expelido? 18 Mas as coisas que saem da boca vêm do coração. Isso é o que torna uma pessoa impura. 19 Pois do coração procedem maus pensamentos, assassinatos, adultérios, imoralidades sexuais, roubos, falsos testemunhos, e insultos. 20 Essas são as coisas que tornam impura uma pessoa. Mas comer com as mãos sujas não torna impura uma pessoa". 21 Então Jesus saiu dali e retirou-Se em direção às regiões das cidades de Tiro e Sidom. 22 E uma mulher Cananeia veio daquela região, gritando: "Tem misericórdia de mim, Senhor, filho de Davi; minha filha está severamente atormentada por um demônio". 23 Mas Jesus não lhe respondeu qualquer palavra. Seus discípulos vieram e imploraram-Lhe, dizendo: "Despede-a, pois ela está gritando atrás de nós". 24 Mas Jesus respondeu e disse: "Eu não fui enviado senão às ovelhas perdidas da casa de Israel". 25 Porém ela veio e prostrou-se ante Ele, dizendo: "Senhor, ajuda-me". 26 Ele respondeu e disse: "Não é correto tirar o pão dos filhos e lançá-lo aos cachorrinhos". 27 Ela disse: "Sim, Senhor, mas mesmo os cachorrinhos comem algumas migalhas que caem da mesa dos seus donos". 28 Então Jesus respondeu e disse-lhe: "Mulher, grande é a tua fé! Seja-te feito isso exatamente como desejas". E sua filha ficou curada naquela hora. 29 Jesus deixou aquele lugar e aproximou-Se do mar da Galiléia. Depois Ele subiu a um monte e sentou-Se lá. 30 Grandes multidões vieram a Ele; as pessoas traziam coxos, cegos, mudos e aleijados, e muitos outros que estavam doentes. Eles eram apresentados aos pés de Jesus, e Ele os curava. 31 Então a multidão se maravilhava quando as pessoas viam os mudos falarem, os aleijados serem curados, os coxos andarem e os cegos verem. Eles todos louvaram ao Deus de Israel. 32 Jesus chamou a Si seus discípulos e disse: "Eu tenho compaixão dessa multidão, porque eles continuam Comigo por três dias e nada têm para comer. Eu não quero mandá-los embora sem comer, temo que eles desfaleçam no caminho". 33 Os discípulos disseram-Lhe: "Onde conseguiremos pães suficientes que satisfaçam tão grande multidão, em um lugar tão deserto?" 34 Jesus disse-Lhes: "Quantos pães tendes?" Eles disseram: "Sete, e um peixinho". 35 Então Jesus ordenou à multidão para sentar-se no chão. 36 Ele tomou os sete pães e o peixe, e, após dar graças, partiu os pães e os deu aos discípulos; e os discípulos distribuíram-nos à multidão. 37 Todas as pessoas comeram e ficaram satisfeitas. E eles recolheram sete cestos cheios dos pedaços partidos que sobraram da comida. 38 Aqueles que comeram eram quatro mil homens, além das mulheres e crianças. 39 Então Jesus despediu as multidões, entrou no barco e partiu para a região de Magadã.
1 Los Fariseos y Saduceos vinieron a Él y lo probaron pidiéndole que les mostrara una señal del cielo. 2 Pero Él contestó y dijo: "Cuando es de tarde, ustedes dicen: 'Estará despejado, porque el cielo está rojizo.' 3 Y por la mañana ustedes dicen: 'Habrá mal tiempo, porque el cielo está rojizo y amenazador'. Ustedes saben como interpretar la apariencia del cielo, pero no pueden interpretar las señales de los tiempos. 4 Una generación malvada y adúltera busca una señal, pero ninguna señal le será dada excepto la señal de Jonás." Entonces Jesús los dejó y se fue. 5 Los discípulos vinieron al otro lado, pero olvidaron llevar pan. 6 Jesús les dijo: "Pongan atención y tengan cuidado de la levadura de los Fariseos y Saduceos." 7 Los discípulos comentaban entre sí y dijeron: "Es porque no llevamos pan." 8 Jesús estaba atento de esto y dijo: "Ustedes hombres de poca fe, ¿por qué dicen entre ustedes que es porque no han llevado pan? 9 ¿Todavía no entienden ni recuerdan los cinco panes para los cinco mil, y cuántas canastas ustedes reunieron? 10 ¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y cuántas canastas recolectaron? 11 ¿Cómo es que ustedes no entienden que Yo no estaba hablándoles acerca de la levadura? Sino de tener cuidado de la levadura de los Fariseos y Saduceos." 12 Entonces entendieron que Él no estaba hablándoles sobre cuidarse de la levadura en el pan, sino de tener cuidado de las enseñanzas de los Fariseos y Saduceos. 13 Ahora cuando Jesús llegó a las partes de Cesarea de Filipo, Él preguntó a Sus discípulos, diciendo: "¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?" 14 Ellos dijeron: "Algunos dicen Juan el Bautista; algunos, Elías; y otros, Jeremías, o uno de los profetas." Él les dijo: 15 "Pero, ¿quién dicen ustedes que soy Yo?" 16 Contestando, Simón Pedro dijo: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente." 17 Jesús respondió y le dijo: "Bendito eres, Simón hijo de Jonás, porque carne y sangre no te revelaron esto, sino Mi Padre que está en el cielo. 18 También te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca construiré Mi iglesia; las Puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 Yo te daré las llaves del reino de los cielos. Cualquier cosa que tú ates en la tierra será atada en el cielo, y cualquier cosa que desates en la tierra será desatada en el cielo." 20 Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no debían decirle a nadie que Él era el Cristo. 21 Desde ese tiempo Jesús comenzó a decirle a Sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos y los principales sacerdotes y escribas, ser asesinado, y ser resucitado en el tercer día. 22 Entonces Pedro lo tomó a un lado y lo amonestó, diciendo: "Que esto esté lejos de Ti, Señor; que esto nunca te pase." 23 Pero Jesús se volvió y le dijo a Pedro: "¡Apártate de Mí, Satanás! Eres una piedra de tropiezo para Mí, porque no tienes cuidado de las cosas de Dios, sino de las cosas de los hombres." 24 Entonces dijo Jesús a Sus discípulos: "Si alguno quiere seguirme, debe negarse a sí mismo, tomar su cruz, y seguirme. 25 Porque quien quiera salvar su vida la perderá, y quien pierda su vida por Mi causa la encontrará. 26 Porque ¿qué aprovecha una persona si gana el mundo entero pero pierde su vida?¿Qué puede dar una persona a cambio de su vida? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de Su Padre con Sus ángeles. ENTONCES ÉL PAGARÁ A CADA PERSONA DE ACUERDO A SUS ACCIONES. 28 De verdad les digo, hay algunos de ustedes que están aquí, que no van a probar la muerte hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en Su reino.
1 Os fariseus e saduceus vieram colocar Jesus à prova, pedindo que lhes mostrasse um sinal do céu. 2 Mas Ele lhes respondeu: "Quando a tarde vem, vós dizeis: 'Haverá bom tempo, pois o céu está avermelhado'. 3 E de manhã dizeis: 'O tempo hoje está ruim, as nuvens estão vermelhas e escuras'. Sabeis interpretar o aspecto do céu, mas não sabeis interpretar os sinais dos tempos? 4 Uma geração má e adúltera pede um sinal, mas nenhum sinal será dado senão o de Jonas." E Jesus, deixando-os, foi embora. 5 Os discípulos chegaram ao outro lado, mas eles esqueceram-se de levar pão. 6 Jesus disse-lhes: "Prestai atenção e sede cuidadosos com o fermento dos fariseus e saduceus". 7 Os discípulos discutiam entre si dizendo: "É porque não trouxemos pão". 8 E Jesus percebendo isso disse: "Homens de pequena fé, por que discutis entre vós e dizeis que é por não trazerdes pão? 9 Vós ainda não percebeis e nem vos lembrais dos cinco pães para cinco mil homens e de quantos cestos recolhestes? 10 E dos sete pães para quatro mil homens e de quantos cestos recolhestes? 11 Como não entendeis que não vos falei de pães? Prestai atenção e sede cuidadosos com o fermento dos fariseus e saduceus". 12 Então eles entenderam que Ele não estava falando de serem cuidadosos com o fermento dos pães, mas de serem cuidadosos com os ensinamentos dos fariseus e saduceus. 13 Quando Jesus veio para as regiões próximas de Cesareia de Filipe, perguntou a Seus discípulos: "Quem o povo diz ser o Filho do Homem?" 14 Eles disseram: "Alguns dizem: 'João, o Batista'; uns dizem: 'Elias', outros dizem: 'Jeremias ou um dos profetas'". 15 E Ele perguntou-lhes: "Mas vós dizeis que Eu sou quem?" 16 Respondendo Simão Pedro, disse: "Tu és o Cristo, o Filho do Deus vivo." 17 E Jesus lhe respondeu: "És abençoado, Simão Barjonas, pois não foi carne e sangue que te revelaram isso, mas O Meu Pai que está no céu. 18 E também Eu te digo que tu és Pedro, e sobre esta rocha edificarei a Minha igreja e as portas do inferno não prevalecerão contra ela. 19 Eu te darei as chaves do Reino do Céu. O que ligares na terra terá sido ligado nos céus e o que desligares na terra terá sido desligado no céu". 20 Então Jesus ordenou aos discípulos que não contassem a ninguém que Ele era o Cristo. 21 A partir daquele momento, Jesus começou a dizer aos Seus discípulos que Lhe era necessário ir para Jerusalém sofrer muitas coisas nas mãos dos anciãos, principais sacerdotes e escribas; ser morto e ressuscitar no terceiro dia. 22 Então Pedro chamou Jesus à parte e reprovou-O, dizendo: "Longe de Ti, Senhor, isso nunca vai Te acontecer". 23 Mas, Jesus voltando-se, disse: "Sai para trás de Mim, Satanás, tu és para Mim pedra de tropeço, porque não cuidas das coisas de Deus, mas das coisas dos homens". 24 Então Jesus disse a Seus discípulos: "Se alguém quiser Me seguir, negue-se a si mesmo, tome a sua cruz e siga-Me. 25 Portanto quem quiser salvar a sua vida a perderá. E quem perder a sua vida por Minha causa a encontrará. 26 Pois o que aproveitaria a uma pessoa ganhar o mundo inteiro e perder a sua vida? O que pode uma pessoa dar em troca da sua vida? 27 Porque o Filho do Homem virá na glória do Seu Pai com os Seus anjos. Então Ele recompensará cada um de acordo com aquilo que tiver feito. 28 Verdadeiramente Eu vos digo que alguns de vós dos que aqui estão não experimentarão a morte até que vejam o Filho do Homem vindo no Seu Reino".
1 Seis días después, Jesús tomó con Él, a Pedro, y a Jacobo (Santiago), y a Juan su hermano, y solos subieron a un monte alto. 2 Él se transfiguró ante ellos. Su rostro brilló como el sol y Sus vestiduras se volvieron tan brillantes como la luz. 3 He aquí, con ellos aparecieron Moisés y Elías hablando con Él. 4 Pedro respondió y le dijo a Jesús: "Señor, es bueno que estemos aquí. Si deseas, haré tres enramadas, una para Ti, un para Moisés y otra para Elías". 5 Mientras Él aún hablaba, he aquí, una nube brillante los ensombreció, y se escuchó una voz saliendo de la nube diciendo: "Este es Mi Hijo amado, en quien estoy complacido, escúchenlo". 6 Cuando los discípulos lo oyeron, cayeron sobre sus rostros y tuvieron mucho miedo. 7 Entonces Jesús vino y los tocó y dijo: "Levántense y no tengan miedo". 8 Entonces ellos miraron arriba y no vieron a nadie, excepto a Jesús. 9 Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó, diciendo: "No le digan nada a nadie de esta visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos". 10 Sus discípulos le preguntaron, diciendo: "¿Por qué entonces los escribas dicen que Elías debe venir primero?" 11 Jesús respondió y dijo: "Elías de seguro viene y restaurará todas las cosas. 12 Pero yo les digo, Elías ya vino, pero no lo reconocieron; en su lugar hicieron lo que quisieron con él. De la misma manera, el Hijo del Hombre también sufrirá en sus manos." 13 Entonces los discípulos entendieron que Él estaba hablándoles de Juan el Bautista. 14 Cuando llegaron a la multitud, un hombre se le acercó, se arrodilló frente a Él, y le dijo: 15 "Señor, ten piedad de mi hijo, porque es epiléptico y sufre severamente. Él a menudo se cae en el fuego o en el agua. 16 Yo lo llevé a Tus discípulos, pero ellos no pudieron curarlo." 17 Jesús respondió y dijo: "Generación incrédula y corrupta, ¿cuánto más Me tendré que quedar con ustedes? ¿Cuánto más debo soportarles? Tráiganlo aquí." 18 Jesús lo reprendió y el demonio salió de él. El muchacho fue curado desde esa hora. 19 Entonces los discípulos vinieron a Jesús en privado y dijeron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?" 20 Jesús les dijo: "Por su poca fe. Porque Yo de cierto les digo, si tuvieran fe aunque fuera tan pequeña como un grano de mostaza, ustedes podrían decirle a esta montaña: 'Quítate de aquí y ve allá', y se movería. Nada sería imposible para ustedes. 21 Pero esta clase de demonio no se va excepto con oración y ayuno." 22 Mientras ellos estaban en Galilea, Jesús le dijo a Sus discípulos: "El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres, 23 y ellos lo matarán, y al tercer día resucitará." Los discípulos se pusieron muy tristes. 24 Cuando llegaron a Capernaúm, los hombres que recaudaban los impuesto del templo vinieron a Pedro y dijeron: "¿Acaso tu Maestro no paga el impuesto del templo?" 25 Él dijo: "Sí." Pero cuando Pedro entró a la casa, Jesús habló primero con él y le dijo: "¿Qué opinas, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes ellos reciben impuesto o tributo? ¿De sus súbditos o de extranjeros?" 26 Cuando Pedro dijo: "De los extranjeros", Jesús le dijo: "Entonces los súbditos son libres de pagar. 27 Pero para no escandalizar a los cobradores de impuestos, ve al mar, arroja un gancho, y agarra al pez que venga primero. Cuando le hayas abierto la boca, vas a encontrar una moneda. Tómalo y entrégaselo a los cobradores de impuestos por Mí y por ti."
1 Seis dias depois, Jesus levou consigo Pedro, Tiago e seu irmão João, e em particular subiu com eles a um alto monte. 2 Ele foi transfigurado na frente deles; Seu rosto brilhava como o sol, e Suas vestes tornaram-se brilhantes como a luz. 3 Eis que lhes apareceram Moisés e Elias, falando com Ele. 4 Então, Pedro disse a Jesus: "Senhor, é bom para nós estarmos aqui. Se desejas, farei aqui três tendas: Uma para o Senhor, uma para Moisés, e uma para Elias". 5 Ele ainda estava falando quando uma nuvem os encobriu, e ouviu-se uma voz vinda da nuvem, dizendo: "Este é Meu Filho amado, em Quem me agrado. A Ele ouvi". 6 Quando os discípulos a ouviram, caíram com os seus rostos em terra e estavam com muito medo. 7 Então Jesus veio e tocou neles e disse-lhes: "Levantai-vos e não tenhais medo". 8 E eles olharam e não viram ninguém, exceto Jesus. 9 Enquanto eles desciam o monte, Jesus ordenou-lhes, dizendo: "Não conteis essa visão a ninguém, até que o Filho do Homem seja ressuscitado dentre os mortos". 10 Seus discípulos perguntaram a Ele, dizendo: "Por que os escribas dizem que Elias deve vir primeiro?" 11 Jesus respondeu e disse: "Elias de fato virá e restaurará todas as coisas. 12 Todavia Eu vos digo: "Elias já veio, mas eles não o reconheceram; ao invés disso, fizeram o que quiseram com ele. Do mesmo modo, o Filho do Homem vai sofrer igualmente nas mãos deles". 13 Então os discípulos entenderam que Ele estava falando sobre João, o Batista. 14 Quando eles chegaram junto à multidão, um homem veio, ajoelhou-se diante de Jesus, dizendo: 15 "Senhor, tenha misericórdia de meu filho, ele é epiléptico e sofre demais. Muitas vezes ele cai no fogo, e outras muitas ele cai na água. 16 Eu o trouxe para os Teus discípulos, mas eles não puderam curá-lo". 17 Jesus respondendo disse: "Geração perversa e descrente, até quando estarei convosco? Até quando vos aguentarei? Trazei o menino para mim". 18 Jesus repreendeu o demônio e este saiu do menino, que foi curado naquela hora. 19 Então os discípulos vieram a Jesus em particular e disseram: "Por que nós não pudemos expulsá-lo?" 20 Jesus disse a eles: "É por causa da vossa pequena fé; pois de fato eu vos digo: se tiverdes fé como um pequeno grão de mostarda, podereis dizer para este monte: 'Move-te daqui para lá.' E ele se moverá. Nada vos será impossível. 21[1]22 Enquanto eles estavam na Galileia, Jesus disse aos seus discípulos: "O Filho do Homem está para ser entregue nas mãos dos homens; 23 eles vão matá-Lo mas, ao terceiro dia, Ele ressuscitará". Os discípulos ficaram muito tristes. 24 Quando eles chegaram a Cafarnaum, aproximaram-se de Pedro os cobradores do imposto das duas dracmas, e perguntaram: "O Teu mestre não paga os impostos?" 25 Ele respondeu: "Sim, ele paga". Mas quando Pedro entrou na casa, Jesus antecipou-se, dizendo: "O que achas, Simão? De quem os reis da terra recebem taxa ou tributo? Dos seus filhos ou dos estrangeiros?" 26 Quando Pedro disse: "Dos estrangeiros," Jesus disse a ele: "Então os seus filhos estão dispensados de pagar. 27 Mas, para que não os escandalizemos, vai ao mar, lança o anzol, e o primeiro peixe que tu pescares, segura-o e abre-lhe a boca. Encontrarás aí uma moeda de prata. Pega-a e dá ao coletor de impostos por mim e por ti."
1 En aquel tiempo los discípulos vinieron hacia Jesús y dijeron: "¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?" 2 Jesús llamó a un niño para que viniera hacia Él y lo colocó entre ellos 3 y dijo: "De verdad les digo, al menos que ustedes cambien y se conviertan como niños, de ninguna manera entrarán al reino de los cielos. 4 Así que cualquiera que se humilla como este niño, será el más grande en el reino de los cielos. 5 Y cualquiera que recibe a un niño como éste en Mi nombre, a Mí me recibe. 6 Y cualquiera que cause que uno de estos pequeños que cree en MÍ peque, sería mejor para él que una gran piedra de molino fuera atada a su cuello, y que fuera lanzado a las profundidades de la mar. 7 ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es inevitable que esos tropiezos vengan; pero, ¡ay de la persona por quien esos tropiezos vienen! 8 Si tu mano o tu pie te hace tropezar, córtalo y tíralo lejos de ti. Es mejor para ti que entres a la vida mutilado o cojo, que ser tirado en un fuego eterno teniendo las dos manos o los dos pies. 9 Si tu ojo te hace tropezar, arráncalo y tíralo lejos de ti. Es mejor para ti que entres a la vida con un solo ojo, que ser tirado en el fuego eterno teniendo ambos ojos. 10 Miren que no desprecien a ninguno de estos pequeños. Porque Yo les digo que en el cielo, Sus ángeles siempre miran el rostro de mi Padre quien está en los cielos. 11 Porque el Hijo del Hombre vino a salvar lo que estaba perdido. 12 ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no dejará él las noventa y nueve en el rebaño y va a buscar la oveja que se perdió? 13 Y si él la encuentra, de verdad les digo que se regocijará más por ésta, que por las noventa y nueve que no se perdieron. 14 De la misma manera, no es la voluntad de tu Padre que está en los cielos que uno de estos pequeños perezca. 15 Si tu hermano peca contra ti, ve y muéstrale su falta a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. 16 Pero si no te escucha, lleva contigo uno o dos hermanos más, para que así por la boca de dos o tres testigos, cada palabra pueda ser verificada. 17 Y si él se niega a escucharlos, di el asunto a la iglesia. Y si él rehúsa escuchar a la iglesia, que sea para ti como un gentil o un recaudador de impuestos. 18 De verdad les digo, que todas las cosas que aten en el mundo, serán atadas en el cielo. Y todas las cosas que desaten en el mundo, será desatado en el cielo. 19 Aún más les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra sobre cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos." 21 Después Pedro vino y dijo a Jesús: "Señor, ¿cuántas veces mi hermano pecará contra mí y yo lo perdonaré? ¿Hasta siete veces?" 22 Jesús le dijo: "Yo no te digo siete veces, sino hasta setenta veces siete." 23 Por tanto, el reino de los cielos es similar a cierto rey que quería ajustar las cuentas con sus siervos. 24 Al comenzar a ajustarlas, le fue traído un siervo, que le debía diez mil talentos. 25 Pero como él no tenía con qué pagar, su señor le ordenó que lo vendieran junto con su esposa e hijos y todo lo que tenía, y que así hiciera el pago. 26 Entonces el siervo cayó, se postró ante él y le dijo: 'Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.' 27 Y el señor de aquel siervo, tuvo compasión, lo soltó y le perdonó la deuda. 28 Pero aquel siervo fue y encontró a uno de sus consiervos que le debía cien denarios. El siervo agarró al consiervo, lo tomó por el cuello y dijo: 'Págame lo que me debes.' 29 Pero su compañero cayó y rogó a él diciendo: 'Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo.' 30 Pero el primer siervo rehusó y en vez, él fue y lo tiró en la cárcel, hasta que el consiervo le pagará lo que le debía. 31 Cuando los demás consiervos vieron lo que sucedió, se pusieron bien tristes; vinieron y dijeron a su señor todo lo que había pasado. 32 Entonces el señor de aquel siervo lo llamó y le dijo: 'Siervo malvado, te perdoné todo lo que me debías porque me rogaste. 33 ¿No deberías haber tenido misericordia de tu consiervo, tanto como yo he tenido misericordia de ti?' 34 Su señor se enojó y lo entregó a los torturadores hasta que él pudiera pagar todo lo que él debía. 35 Así también mi Padre celestial hará con ustedes, si no perdonan con su corazón cada uno a su hermano.
1 Naquele mesmo tempo, os discípulos vieram a Jesus e perguntaram: "Quem é o maior no Reino dos Céus?" 2 Jesus chamou para si uma criança, colocou-a entre eles 3 e disse: "Verdadeiramente eu vos digo que, a menos que vos convertais e vos torneis como criança, de modo algum entrareis no Reino dos Céus. 4 Portanto aquele que se humilhar como esta criança é o maior no Reino dos Céus. 5 E aquele que receber uma destas crianças em meu nome, a mim me recebe. 6 Mas aquele que levar a pecar um destes pequeninos que acreditam em mim, melhor seria que uma grande pedra de moinho fosse pendurada em seu pescoço e fosse afundado até as profundezas do mar. 7 Ai do mundo por causa dos que fazem tropeçar! É necessário que venham os tropeços, mas ai da pessoa pela qual vem o tropeço! 8 Se tua mão ou teu pé te faz tropeçar, corta-o e atira-o longe de ti. É melhor para ti entrares na vida manco ou aleijado, do que seres atirado no fogo eterno tendo as duas mãos ou os dois pés. 9 Se o teu olho te leva a tropeçar, arranca-o e atira-o longe de ti. É melhor para ti entrares na vida com um olho do que seres atirado no fogo eterno tendo os dois olhos. 10 Vede que não desprezeis nenhum destes pequeninos. Pois Eu vos digo que os seus anjos nos céus vêem continuamente a face de meu Pai que está nos céus. 11[1]12 O que pensais? Se alguém tiver cem ovelhas, e uma dessas se extraviar, não deixa as noventa e nove sobre a colina, e parte seguindo aquela que se extraviou? 13 Verdadeiramente vos digo que, se ele a encontra, alegra-se mais por esta do que pelas noventa e nove que não se desviaram. 14 Do mesmo modo, não é o desejo de vosso Pai celeste que pereça um destes pequeninos. 15 Se teu irmão pecar [2] , vai, dize-lhe sobre sua falta, entre ti e ele somente. Se ele te ouvir, terás ganhado o teu irmão. 16 Mas, se ele não te ouvir, traz contigo mais uma ou duas pessoas e, então, pela boca de duas ou três testemunhas toda palavra será confirmada. 17 Porém, se ele se recusar a ouvi-lo, dize-o à igreja. Se ele também se recusar a ouvir a igreja, considera-o como um gentio e coletor de impostos. 18 Verdadeiramente eu vos digo: tudo que ligardes na terra será ligado no céu; e tudo que desligardes na terra será desligado no céu. 19 Além disso, eu vos digo que, se dois concordarem na terra sobre qualquer coisa que pedirem, isso será feito em favor deles por meu Pai, que está nos céus. 20 Pois onde há dois ou três reunidos em meu nome, ali estou no meio deles". 21 Então Pedro veio e disse a Jesus: "Senhor, quantas vezes meu irmão pecará contra mim e eu lhe perdoarei? Até sete vezes?" 22 Jesus respondeu: "Não apenas sete vezes, mas até setenta vezes sete. 23 Portanto o reino dos céus é similar a certo rei que queria acertar as contas com seus servos. 24 Assim que ele começou o acerto, foi-lhe trazido um servo que devia dez mil talentos. 25 Mas, uma vez que ele não tinha os meios para pagar, seu senhor ordenou que ele fosse vendido juntamente com a esposa e os filhos e tudo o que ele tinha, e o pagamento fosse feito. 26 Então o servo caiu prostrado diante dele e disse: 'Senhor, tem paciência comigo, e eu te pagarei tudo'. 27 Então o senhor daquele servo, movido de compaixão, livrou-o e perdoou-lhe a dívida. 28 Mas aquele servo saiu e encontrou um de seus conservos que lhe devia cem denários. Ele agarrou-o, pegou-o pela garganta, e disse: 'Paga-me o que me deves'. 29 Mas seu conservo caiu e implorou-lhe, dizendo: 'Tem paciência comigo, e eu te pagarei'. 30 Mas o primeiro servo se recusou a perdoar-lhe. Em vez disso, ele atirou-o na prisão, até que lhe pagasse tudo o que devia. 31 Quando seus conservos viram tudo o que tinha acontecido, ficaram muito desapontados, foram e contaram ao seu senhor tudo o que tinha acontecido. 32 Então o senhor daquele servo o chamou e disse-lhe: 'Servo mau, perdoei-te toda aquela dívida porque me imploraste. 33 Não devias tu ter tido misericórdia do teu conservo, assim como eu tive misericórdia de ti?' 34 Seu senhor enfureceu-se e entregou-o aos torturadores até que ele pagasse tudo aquilo que era devido. 35 Assim também meu Pai celeste vos fará, se cada um de vós não perdoar, de coração, ao seu irmão".
1 Aconteció que cuando Jesús terminó estas palabras, salió de Galilea, y llego a la frontera de Judea, más allá del Río Jordán. 2 Grandes multitudes le seguían, y allí Él los sanaba. 3 Los Fariseos vinieron a Él para probarle y le dijeron: "¿Es permitido que un hombre se divorcie de su esposa por cualquier razón?" 4 Jesús les contestó y dijo: "¿Ustedes no han leído que en el principio DIOS LOS CREÓ HOMBRE Y MUJER? 5 ¿Y que también Él dijo: 'POR ESTA RAZÓN UN HOMBRE DEJARÁ A SU PADRE Y A SU MADRE Y SE UNIRÁ A SU ESPOSA, Y LOS DOS SE CONVERTIRÁN EN UNA SOLA CARNE'? 6 Entonces ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido, no dejen que nadie lo separe". 7 Ellos Le dijeron: "Pues, ¿por qué Moisés MANDO QUE DEMOS UN CERTIFICADO DE DIVORCIO PARA LUEGO REPUDIARLA? 8 "Él les dijo: "Por la dureza de su corazón, Moisés les permitió divorciarse de sus mujeres, pero en el principio no era así. 9 Yo les digo que cualquiera que se divorcie de su esposa, excepto por inmoralidad sexual, y se casa con otra, comete adulterio; y el hombre que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio". 10 Los discípulos le dijeron a Jesús: "Si ese es el caso de un hombre y su esposa, no es bueno casarse". 11 Pero Jesús les dijo: "No todos pueden aceptar esta enseñanza, sino solamente aquellos que se les permite recibirla". 12 Porque hay eunucos que nacieron así desde el vientre de su madre. Y hay otros eunucos que fueron hechos eunucos por los hombres. Y hay eunucos que se hicieron ellos mismos eunucos a causa del reino de los cielos. El que pueda recibir esta enseñanza, que la reciba." 13 Entonces Le trajeron unos niños para que Él pusiera sus manos sobre ellos y orara; pero los discípulos los reprendian. 14 Pero Jesús les dijo: "Permitan a los niños venir a Mí, y no se los impidan, porque el reino de los cielos les pertenece a ellos." 15 Y Él puso Sus manos sobre ellos, y luego salió de allí. 16 Entonces, un hombre vino a Jesús y dijo: "Maestro, ¿qué cosa buena tengo que hacer para tener vida eterna?" 17 Jesús le dijo: "¿Por qué me preguntas lo que es bueno? Solo Uno es bueno, pero si tú deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos." 18 El hombre le dijo: "¿Cuáles mandamientos?" Jesús dijo: "NO MATARÁS; NO COMETERÁS ADULTERIO; NO ROBARÁS; NO DIRÁS FALSO TESTIMONIO; 19 HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE; Y AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO." 20 El muchacho le dijo: " Todas esas cosas las he obedecido; ¿qué más necesito?" 21 Jesús le dijo: "Si tú deseas ser perfecto, ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo. Después ven, y sígueme." 22 Pero cuando el joven oyó lo que Jesús dijo, se fue triste, porque él tenía grandes posesiones." 23 Jesús dijo a sus discípulos: "A la verdad les digo, es difícil que un hombre rico entre al reino de los cielos. 24 Otra vez les digo, es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre al reino de Dios." 25 Cuando los discípulos oyeron esto, se quedaron sorprendidos y dijeron: "¿Quién podrá ser salvo? 26 "Jesús los miró y dijo: "Para la gente esto es imposible, pero para Dios todo es posible." 27 Entonces Pedro contestó y le dijo: "Mira, nosotros dejamos todo para seguirte; entonces, ¿qué tendremos nosotros? 28 Jesús les dijo: "A la verdad les digo, a ustedes que me han seguido, en la regeneración de las cosas, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de Su gloria, ustedes también se sentarán sobre doce tronos, juzgando las doce tribus de Israel. 29 Todos aquellos que dejado sus casas, sus hermanos, sus hermanas, su padre, su madre, hijos, o su tierra por causa de Mi nombre, recibirán cien veces más y heredarán la vida eterna. 30 Pero muchos que son primeros ahora serán últimos, y muchos que son últimos serán primeros.
1 Aconteceu que, quando Jesus terminou essas palavras, partiu da Galileia e foi para a região da Judeia, além do rio Jordão. 2 Grandes multidões O seguiram, e Ele as curou. 3 Fariseus vieram a Ele e, colocando-O à prova, disseram: "É legítimo a um homem repudiar sua esposa por qualquer motivo?" 4 Jesus respondeu dizendo: "Não lestes que Aquele que os fez desde o princípio os fez homem e mulher? 5 E que Ele também disse: 'Por essa razão, o homem deixará seu pai e sua mãe e se unirá a sua mulher, e os dois se tornarão uma só carne?' 6 Logo eles não são mais dois, mas uma só carne. Portanto, o que Deus uniu, ninguém separe". 7 Eles Lhe disseram: "Por que, então, Moisés nos mandou dar uma certidão de divórcio e repudiar?" 8 Ele disse-lhes: "Por causa da dureza do vosso coração, Moisés vos permitiu repudiar vossas esposas, mas, no princípio, não era dessa forma. 9 Eu vos digo que todo aquele que repudiar sua esposa, exceto por imoralidade, e casar-se com outra, comete adultério; [1] . 10 Os discípulos disseram a Jesus: "Se esse é o caso de um homem em relação a sua esposa, não é bom casar-se". 11 Mas Jesus disse-lhes: "Nem todos podem aceitar esse ensinamento, mas somente aqueles a quem é permitido aceitá-lo. 12 Pois há eunucos que são nascidos assim do útero de suas mães. E há eunucos que são feitos eunucos pelos homens. E há eunucos que fizeram a si mesmos eunucos por causa do Reino dos Céus. Aquele que está apto para receber esse ensino receba-o". 13 Então foram trazidas algumas crianças para que Ele estendesse as mãos sobre elas e orasse, mas os discípulos repreenderam-lhes. 14 Todavia Jesus disse: "Deixai as crianças, e não as proibais de vir a Mim, pois delas é o Reino dos Céus.". 15 Ele colocou as mãos sobre elas, e então partiu dali. 16 Eis que um homem veio a Jesus e disse: "Mestre, o que posso fazer de bom para ter a vida eterna?" 17 Jesus disse-lhe: "Por que Me perguntas sobre o que é bom? Só um é bom, mas se queres entrar na vida, cumpra os mandamentos". 18 O homem perguntou-Lhe: "Quais mandamentos?" Jesus respondeu: "Não matarás, não cometerás adultério, não roubarás, não dirás falso testemunho, 19 honra teu pai e tua mãe, e amarás o teu próximo como a ti mesmo". 20 O jovem disse-Lhe: "A todas essas coisas tenho obedecido; o que eu preciso fazer ainda?" 21 Jesus respondeu-lhe: "Se desejas ser perfeito, vai, vende o que tens, e dá aos pobres, e terás um tesouro no céu; então vem e segue-Me." 22 Mas, quando o jovem ouviu o que Jesus falou, foi embora triste, pois tinha muitas propriedades. 23 Jesus disse aos seus discípulos: "Verdadeiramente Eu vos digo que é difícil para um homem rico entrar no Reino dos Céus. 24 Novamente eu vos digo: É mais fácil para um camelo passar através do buraco da agulha, do que para um homem rico entrar no Reino de Deus". 25 Quando os discípulos ouviram isso, ficaram muito maravilhados e disseram: "Quem então pode ser salvo?" 26 Jesus olhou-os e disse: "Para o ser humano isso é impossível, mas para Deus todas as coisas são possíveis". 27 Então Pedro respondeu e disse-Lhe: "Vê, nós deixamos tudo e Te seguimos; o que então receberemos?" 28 Jesus disse-lhes: "Verdadeiramente Eu vos digo que, na regeneração, quando o Filho do Homem sentar-se no Seu glorioso trono, vós que tendes Me seguido também sentareis sobre doze tronos para julgar as doze tribos de Israel. 29 Todo aquele que deixou casas, irmãos, irmãs, pai, mãe, filhos, ou propriedades, por causa do Meu nome, receberá cem vezes mais e herdará a vida eterna. 30 Porém muitos dos primeiros serão últimos; e muitos dos últimos serão primeiros".
1 Porque el reino de los cielos es como un dueño de tierras que salió temprano en la mañana a contratar trabajadores para su viña. 2 Después de acordar con los trabajadores pagarles un denario por día, los envió a su viña. 3 Volvió a salir cerca de la hora tercera y vio a otros trabajadores desocupados en el mercado. 4 A esos les dijo: 'Vayan ustedes también a mi viña y les pagaré lo que sea justo.' Así que ellos se fueron a trabajar. 5 De nuevo salió cerca de la hora sexta, y nuevamente a la hora novena, e hizo lo mismo. 6 Otra vez salió cerca de la hora undécima y encontró a otros desocupados. Les dijo: '¿Por qué están aquí, ociosos todo el día?' 7 Ellos le dijeron: 'Porque nadie nos ha contratado.' Él les dijo: 'Vayan ustedes también a la viña.' 8 Cuando llegó la noche, el dueño de la viña le dijo a su mayordomo: 'Llama a los trabajadores y págales su salario, comenzando desde el último hasta el primero.' 9 Cuando vinieron los trabajadores que habían sido contratados a la hora undécima, cada uno recibió un denario. 10 Al llegar los primeros trabajadores, pensaron que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. 11 Cuando recibieron sus salarios, se quejaron del dueño de la propiedad. 12 Dijeron: 'Estos últimos trabajadores sólo han trabajado una hora, pero tú los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga del día y el calor que quema.' 13 Pero el dueño respondió, diciendo a uno de ellos: 'Amigo, yo ningún mal te hago. ¿Acaso no acordamos un denario? 14 Recibe lo que te corresponde y sigue tu camino; a mí me place dar a estos últimos trabajadores contratados exactamente lo mismo que a ti. 15 ¿No es legítimo que haga lo que quiero con mis pertenencias? ¿O tienes envidia porque yo soy bueno? 16 Así que los últimos serán primeros, y los primeros, serán últimos." 17 Mientras Jesús subía a Jerusalén, tomó aparte a los doce, y en el camino les dijo: 18 "Vean, subiremos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas. Ellos Lo condenarán a muerte 19 y Lo entregarán a los Gentiles para que Lo ridiculicen, Le den latigazos y Lo crucifiquen. Pero al tercer día resucitará." 20 Entonces la madre de los hijos de Zebedeo vino a Jesús con sus hijos. Ella se postró ante Él y le pidió que le concediera algo. 21 Jesús le dijo: "¿Qué deseas?" Ella Le dijo: "Ordena que estos dos hijos míos se sienten, uno a Tu derecha y otro a Tu izquierda, en Tu reino." 22 Pero Jesús respondió y dijo: "Ustedes no saben lo que están pidiendo. ¿Son ustedes capaces de beber la copa que estoy a punto de beber?" Ellos Le dijeron: "Somos capaces." 23 Él les dijo: "Sin duda, beberán Mi copa. Pero el sentarse a Mi mano derecha y a Mi mano izquierda no es Mío para darlo, sino que es para aquellos para los cuales ha sido preparado por Mi Padre." 24 Cuando los otros diez discípulos escucharon esto, se disgustaron mucho con los dos hermanos. 25 Pero Jesús los llamó hacia Él y les dijo: "Ustedes saben que los gobernantes de los Gentiles los someten, y sus hombres importantes ejercen autoridad sobre ellos. 26 Pero no debe ser así entre ustedes. Más bien, el que quiera ser grande entre ustedes debe ser su servidor, 27 y el que quiera ser primero entre ustedes deberá ser su siervo. 28 Así como el Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir, y a dar su vida en rescate por muchos." 29 Mientras salían de Jericó, Le siguió una gran multitud. 30 Y vieron que dos ciegos estaban sentados junto al camino. Cuando oyeron que Jesús pasaba por allí, gritaron, diciendo: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!" 31 Pero la multitud los reprendió, diciéndoles que callaran. Sin embargo, ellos gritaban más, diciendo: "¡Señor, Hijo de David, ten piedad de nosotros!" 32 Entonces Jesús se detuvo y los llamó y dijo: "¿Qué quieren que haga por ustedes?" 33 Ellos le dijeron: "Señor, que nuestros ojos sean abiertos." 34 Entonces Jesús, movido a compasión, tocó sus ojos. Inmediatamente ellos recibieron su vista y lo siguieron.
1 Pois o Reino dos Céus é como o dono de uma propriedade que saiu cedo, pela manhã, para contratar trabalhadores para a sua vinha. 2 Após ter combinado com os trabalhadores um denário por dia, ele os enviou para a sua vinha. 3 Ele saiu novamente por volta da terceira hora e viu outros trabalhadores ociosos na praça. 4 E disse-lhes: 'Ide também vós a minha vinha, e eu vos darei o que for justo'. Então eles foram trabalhar. 5 Outra vez, ele saiu por volta da sexta hora e, de novo, na nona hora, e fez o mesmo. 6 Uma vez mais, por volta da décima primeira hora, ele saiu e encontrou outros que estavam ociosos. E perguntou-lhes: 'Por que estais aqui ociosos todo o dia?' 7 Eles lhe responderam: 'Porque ninguém quis nos contratar'. Ele lhes disse: 'Ide também para a minha vinha'. 8 Quando a tarde chegou, o dono da vinha disse ao administrador: 'Chama os trabalhadores e paga-lhes o salário, começando do último até o primeiro'. 9 Quando os trabalhadores que foram contratados na décima primeira hora chegaram, cada um deles recebeu um denário. 10 Quando os primeiros trabalhadores chegaram, eles pensaram que poderiam receber mais, contudo cada um deles também recebeu um denário. 11 Quando eles receberam seus pagamentos, queixaram-se do dono da propriedade. 12 Eles disseram: 'Estes últimos trabalharam somente uma hora, mas tu os fizeste igual a nós, que suportamos o fadiga do dia e do intenso calor'. 13 Mas o dono respondeu a um deles, dizendo: 'Amigo, eu não te faço injustiça, não combinaste comigo por um denário? 14 Recebe o que te pertence e vai embora; eu decidi dar a esses trabalhadores contratados por último exatamente o mesmo que a ti. 15 Não é meu direito fazer o que eu quiser com as minhas posses? Ou são teus olhos maus porque eu sou generoso?' 16 Assim os últimos serão os primeiros, e os primeiros os últimos." [1]17 Quando Jesus estava subindo para Jerusalém, chamou à parte os doze discípulos e, no caminho, disse-lhes: 18 "Vede: Nós estamos subindo para Jerusalém, e o Filho do Homem será entregue aos principais sacerdotes e escribas. Eles O condenarão à morte 19 e O entregarão aos gentios para que zombem Dele, O açoitem e O crucifiquem. Mas no terceiro dia Ele ressuscitará". 20 Então a mãe dos filhos de Zebedeu veio a Jesus com seus filhos. Ela se prostrou diante Dele e fez-Lhe um pedido. 21 Jesus perguntou-lhe: "O que queres?" Ela respondeu: "Ordena que, no Teu reino, esses meus dois filhos possam sentar, um a Tua direita e outro a Tua esquerda". 22 Mas Jesus respondeu e disse: "Não sabeis o que estais pedindo. Vós sois capazes de beber o cálice que Eu estou prestes a beber?" Eles responderam: "Somos capazes". 23 Ele lhes disse: "Meu cálice de fato vós bebereis. Mas sentar-se a minha direita e sentar-se a minha esquerda não cabe a Mim conceder, mas isso é para aqueles que foram preparados por Meu Pai". 24 Quando os outros dez discípulos ouviram isso, eles ficaram indignados com os dois irmãos. 25 Mas Jesus chamou-os para Si e disse-lhes: "Sabeis que os governantes dos gentios os subjulgam, e os homens mais importantes exercem autoridade sobre eles. 26 Mas não deve ser dessa forma entre vós. Ao contrário, qualquer que deseja se tornar grande entre vós deve ser o vosso servo; 27 e qualquer que deseja ser o primeiro entre vós deve ser o vosso servo; 28 assim como o Filho do Homem não veio para ser servido, mas para servir, e para dar sua vida como resgate de muitos". 29 Quando eles saíram de Jericó, uma grande multidão O seguiu. 30 E eis que dois homens cegos estavam sentados à beira da estrada; quando eles ouviram que Jesus estava passando perto, gritaram dizendo: "Senhor, Filho de Davi, tem misericórdia de nós". 31 Mas a multidão os repreendeu, dizendo-lhes que ficassem quietos. Contudo eles clamavam mais alto e diziam: "Senhor, Filho de Davi, tem misericórdia nós". 32 Então Jesus parou, chamou-os e disse: "O que querem que Eu vos faça?" 33 Eles Lhe disseram: "Senhor, que nossos olhos sejam abertos". 34 Então Jesus, sendo movido de compaixão, tocou nos olhos deles. Imediatamente eles receberam a visão e o seguiram.
1 Entonces Jesús y sus discípulos estaban cerca a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al Monte de los Olivos, entonces Jesús envió a dos discípulos, 2 diciendo: " Vayan a la próxima aldea que está cerca e inmediatamente encontrarán un asna atada allí y un pollino con ella. Desátenlos y traiganlos. 3 Si alguien les dice algo sobre esto, ustedes le dirán, "El Señor las necesita", y esa persona inmediatamente las enviará con ustedes." 4 Esto sucedió para que lo que fue dicho por el profeta se cumplirá. Él dijo: 5 "DILE A LA HIJA DE SIÓN: MIRA, TU REY VIENE A TI, HUMILDE Y MONTADO EN UN BURRO, EN UN POLLINO, HIJO DE ASNA." 6 Entonces los discípulos fueron e hicieron como Jesús les había instruido. 7 Trajeron un asna y un pollino, pusieron sus aparejos sobre ellos , y Jesús lo montó. 8 La mayoría de la multitud tendieron sus mantos en el camino, y otros cortaban ramas y las tendían en el camino. 9 Las multitudes que iban antes que Jesús y aquellos que lo seguían, gritaban, diciendo: "¡HOSANNA AL HIJO DE DAVID!, ¡BENDECIDO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR. HOSANNA EN LAS ALTURAS!" 10 Cuando Jesús entró a Jerusalén, toda la ciudad se agitó y dijo: "¿Quién es éste?" 11 Y la multitud contestó diciendo:, "Éste es Jesús el profeta de Nazaret en Galilea." 12 Entonces Jesús entró al templo de Dios. Él sacó a todos lo que compraban y vendían en el templo. Él también volcó las mesas de los que cambiaban dinero y las sillas de aquellos que vendían palomas. 13 Él les dijo: "Escrito está: 'MI CASA SERÁ LLAMADA CASA DE ORACIÓN'; PERO USTEDES LA HAN HECHO UNA CUEVA DE LADRONES." 14 Entonces los ciegos y los cojos vinieron a él en el templo, y Él los sanó. 15 Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que él hizo, y escucharon a los muchachos gritar en el templo y diciendo: "Hosanna al hijo de David", ellos se indignaron. 16 Y le dijeron: " ¿Escuchas lo que está diciendo esta gente?" Jesús les respondió: " ¡Sí! ¿Pero nunca han leído: 'DE LA BOCA DE LOS PEQUEÑOS Y DE LOS NIÑOS DE PECHO HAS PERFECCIONADO ALABANZA'?" 17 Entonces Jesús los dejó y fue a la ciudad de Betania y durmió allí. 18 Por la mañana, mientras regresaba a la ciudad, tuvo hambre. 19 Vio una higuera al lado del camino; fue a donde ella, pero no encontró nada excepto hojas. Entonces le dijo: "No saldrá más fruto de ti". Inmediatamente la higuera se secó. 20 Cuando los discípulos vieron esto, se asombraron y le dijeron: "¿Cómo es que esa higuera se secó inmediatamente?" 21 Jesús respondió y les dijo: "Verdaderamente Yo les digo, que si ustedes tienen fe y no dudan, no solamente harán lo que Yo hice con este árbol de higuera, sino que le dirán a este monte, 'Quítate y arrójate al mar', y así mismo será hecho. 22 Todo lo que pidas en oración creyendo, lo recibirán". 23 Cuando Jesús fue al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo vinieron a él mientras enseñaba y dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad?" 24 Jesús les contestó y dijo: "Yo también les haré una pregunta. Si me dicen, les diré de igual manera con que autoridad Yo hago estas cosas. 25 El bautismo de Juan, ¿de dónde proviene, del cielo o de los hombres?" Ellos discutieron entre sí, diciendo: "Si nosotros decimos, 'del cielo', Él nos dirá: '¿Por qué no creyeron en él?' 26 Pero si decimos: de los hombres, tememos a la multitud, porque ellos ven a Juan como un profeta." 27 Entonces ellos contestaron a Jesús diciendo: "Nosotros no sabemos". Él también les dijo: "Yo tampoco les diré con qué autoridad yo hago estas cosas. 28 Pero, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Él fue al primero y le dijo: 'Hijo, ve y trabaja hoy en el viñedo'. 29 El hijo le contestó y dijo: 'Yo no iré', pero después cambió de opinión y fue. 30 Y el hombre fue a su segundo hijo y le dijo lo mismo. Este hijo contestó y dijo: 'Sí señor, yo iré,' pero no fue. 31 ¿Cuál de estos hijos hizo la voluntad de su padre? Ellos dijeron: 'el primero.' " Jesús les dijo: "Ciertamente Yo les digo, que los cobradores de impuestos y las prostitutas entrarán al reino de Dios primero que ustedes. 32 Pues Juan vino a ustedes en camino de justicia, pero ustedes no le creyeron; mientras que los recaudadores de impuestos y prostitutas creyeron en él. Y ustedes, cuando vieron esto, no se arrepintieron para creerle. 33 Escuchen otra parábola. Había un hombre, una persona con una gran extensión de tierra. El plantó un viñedo, creó un seto alrededor, cavó en ella un lagar, construyó una torre de vigilancia, y la arrendó a unos cultivadores de uvas. Entonces se fue a otro país. 34 Cuando el tiempo de la cosecha de las uvas estaba cerca, el envió a algunos sirvientes a los cultivadores a buscar sus frutos. 35 Pero los cultivadores tomaron a sus sirvientes, golpearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. 36 Una vez más, el dueño envió otros sirvientes, más que la primera vez, pero los cultivadores los trataron de la misma manera. 37 Después de esto, el dueño envió a su propio hijo a ellos, diciendo: 'Ellos respetarán a mi hijo.' 38 Pero cuando los cultivadores de uvas vieron el hijo, se dijeron entre sí: 'Este es el heredero; vengan, vamos a matarlo y tomemos su herencia. 39 Así que se lo llevaron, lo echaron fuera del viñedo, y lo mataron. 40 Ahora, cuando el dueño de la viña venga, ¿qué él le hará a esos cultivadores?" 41 La gente le decía: "Él destruirá a esos miserables hombres en la forma más severa, y arrendará el viñedo a otros labradores, hombres que le paguen por los frutos cuando éstas sean cosechadas". 42 Luego Jesús les dijo: "Acaso ustedes nunca han leído en las escrituras: 'LA PIEDRA QUE LOS CONSTRUCTORES RECHAZARON, SE HA CONVERTIDO EN LA PIEDRA ANGULAR. ESTO FUE DEL SEÑOR, Y ES MARAVILLOSO PARA NUESTROS OJOS'? 43 Por tanto les digo, El reino de Dios le será quitado y será dado a un pueblo que cultive sus frutos. 44 Cualquiera que caiga sobre esta piedra será hecho en pedazos. Y cualquiera sobre quien caiga la piedra será hecho polvo. 45 Cuando los principales sacerdotes y los Fariseos escucharon estas parábolas, vieron que estaba hablando de ellos. 46 Pero cada vez que trataban de poner las manos sobre Él, tenian miedo de la multitud, porque la gente lo veía como un profeta.
1 Quando Jesus e Seus discípulos se aproximavam de Jerusalém e chegaram a Betfagé, ao Monte das Oliveiras. Dali Jesus enviou dois discípulos, 2 dizendo-lhes: "Entrai na próxima vila e imediatamente encontrareis lá uma jumenta amarrada e um jumentinho com ela. Desamarrai-os e trazei-os para Mim. 3 Se alguém vos disser qualquer coisa sobre isso, dizei: 'O Senhor precisa deles e imediatamente vos devolverá". 4 Isso aconteceu para que se cumprisse o que foi dito pelo profeta, que disse: 5 "Dizei à filha de Sião: 'Vê, Teu Rei está vindo a ti, humilde e montado em um jumento, em um jumentinho, cria de um animal de carga'". 6 Então os discípulos foram e fizeram como Jesus os havia instruído. 7 Eles trouxeram o jumento e o jumentinho, e colocaram seus trajes nos animais e Jesus montou. 8 A maioria da multidão espalhou suas vestimentas no caminho, e outros cortaram ramos das árvores e os espalhavam pelo caminho. 9 As multidões que passaram à frente de Jesus e aqueles que O seguiam, gritavam, dizendo: "Hosana ao filho de Davi! Bendito é o que vem em nome do Senhor! Hosana nas alturas!" 10 Quando Jesus entrou em Jerusalém, toda a cidade estava agitada, dizendo: "Quem é este?" 11 As multidões responderam: "Este é Jesus, o profeta de Nazaré da Galileia". 12 Então Jesus entrou no templo e expulsou todos aqueles que ali compravam e vendiam. Também derrubou a mesa de dinheiro dos cambistas e os assentos daqueles que vendiam pombos. 13 Ele lhes disse: "Está escrito: 'Minha casa será chamada casa de oração,' mas vós fazeis dela um covil de ladrões". 14 E os cegos e os aleijados vieram a Ele no Templo, e Ele os curou. 15 Mas, quando os principais sacerdotes e os escribas viram os milagres que Ele fez e quando eles ouviram as crianças gritando no templo e dizendo: "Hosana ao filho de Davi", eles ficaram furiosos 16 e disseram a Ele: "Tu estás ouvindo o que estas pessoas estão dizendo?" Jesus respondeu-lhes: "Sim! Mas vós nunca lestes: 'Da boca dos pequeninos e das crianças que mamam sai o perfeito louvor'"? 17 Então Jesus deixou-os e saiu da cidade para Betânia e passou a noite lá. 18 Pela manhã, quando Ele retornou para a cidade, estava com fome. 19 Viu uma figueira na margem da estrada; foi até ela, mas não encontrou nada nela, exceto folhas. Ele disse à árvore: "Jamais volte a nascer fruto de ti". E imediatamente a figueira secou. 20 Quando os discípulos viram isso, maravilharam-se e disseram: "Por que a figueira secou imediatamente?" 21 Jesus respondeu e disse-lhes: "Verdadeiramente eu vos digo: Se tiverdes fé e não duvidardes, não só fareis o que foi feito a esta figueira, mas dirão a este monte: 'Arranca-te e lança-te dentro do mar', e isso será feito. 22 Todas as coisas que pedirdes em oração, acreditando, recebereis". 23 Quando Jesus entrou no Templo, os principais sacerdotes e os anciãos do povo vieram a Ele, enquanto estava ensinando, e disseram: "Com que autoridade fazes estas coisas? E quem Te deu esta autoridade?" 24 Jesus respondeu e disse-lhes: "Eu também vos farei uma pergunta. Se me responderdes, da mesma forma Eu vos direi com que autoridade faço estas coisas. 25 De onde veio o batismo de João? Do céu ou dos homens?" Eles discutiram entre eles mesmos, dizendo: "Se nós dissermos: 'Do céu', Ele nos dirá: 'Por que então não acreditastes nele?' 26 Mas, se dissermos: 'Dos homens', nós tememos a multidão, porque todos eles veem João como um profeta". 27 Então eles responderam a Jesus e disseram: "Nós não sabemos". Ele também disse a eles: "Nem Eu vos direi com que autoridade Eu faço estas coisas. 28 Todavia o que pensais? Um homem tinha dois filhos. Ele foi ao primeiro e disse: 'Filho, vai trabalhar hoje na vinha'. 29 O filho respondeu e disse: 'Eu não irei'. Mas depois ele mudou sua opinião e foi. 30 E o homem foi ao segundo filho e disse a mesma coisa. Esse filho respondeu e disse: 'Eu irei, senhor', contudo ele não foi. 31 Qual dos dois filhos fez a vontade de seu pai?" Eles disseram: "O primeiro". Jesus disse a eles: "Verdadeiramente Eu vos digo: Os coletores de impostos e as prostitutas entrarão no Reino de Deus antes de vós. 32 Pois João veio a vós no caminho de justiça, mas vós não acreditastes nele; enquanto os coletores de impostos e as prostitutas acreditaram. Vós, porém, mesmo vendo isso, não vos arrependestes e não crestes nele. 33 "Ouvi outra parábola: Havia um homem, um proprietário de terra que plantou uma vinha, colocou cerca nos arredores, fez um lagar para pisotear uvas, construiu uma torre de vigia e arrendou a propriedade para lavradores de vinha. Depois ele foi para outro país. 34 Quando chegou o tempo da colheita da uva, ele enviou alguns servos aos responsáveis pela vinha para receber suas uvas. 35 Mas os lavradores da vinha pegaram os servos do proprietário, espancaram um, mataram outro, e apedrejaram o outro. 36 Mais uma vez, o proprietário enviou outros servos, mais que da primeira vez. Todavia os lavradores da vinha os trataram da mesma maneira. 37 Depois disso, o proprietário enviou-lhes seu próprio filho, dizendo: 'Eles respeitarão meu filho'. 38 Mas, quando os lavradores da vinha viram o filho, disseram entre eles: "Este é o herdeiro. Vinde, vamos matá-lo e tomar a herança". 39 Então eles o pegaram, lançaram-no para fora da vinha, e o mataram. 40 Agora, quando o proprietário da vinha retornar, o que fará àqueles lavradores da vinha?" 41 As pessoas disseram a ele: "Ele destruirá aqueles homens miseráveis da forma mais severa e arrendará a vinha a outros lavradores, que lhe entregarão sua parte no tempo da colheita". 42 Jesus disse-lhes: "Vós nunca lestes nas Escrituras: 'A pedra que os construtores rejeitaram tornou-se a pedra angular. Isso veio do Senhor e é maravilhoso aos nossos olhos'? 43 Portanto Eu vos digo: O Reino de Deus será tirado de vós e será dado a uma nação que produza frutos. 44 E quem quer que caia sobre esta pedra será quebrado em pedaços. Mas sobre aquele sobre o qual ela cair, esse será esmagado". 45 Quando os principais sacerdotes e os fariseus ouviram Suas parábolas, entenderam que Ele estava falando sobre eles. 46 Buscando prendê-Lo, temiam a multidão porque as pessoas consideravam-No um profeta.
1 Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo: 2 "El reino del cielo es como cierto rey que hizo una fiesta de bodas para su hijo. 3 Envió fuera a sus siervos a llamar aquellos que estaban invitados a venir a la fiesta de bodas, pero ellos no quisieron venir. 4 Otra vez el rey envió otros sirvientes, diciendo: 'Diles a los que han sido invitados: "He preparado mi cena. Mi buey y terneros gordos han sido matados, y todas las cosas están listas. Vengan a la fiesta de bodas."' 5 Pero aquellas personas no tomaron con seriedad su invitación. Algunos se fueron de vuelta a sus fincas, y otros regresaron a sus lugares de negocios. 6 Otros tomaron a los sirvientes del rey, los trataron vergonzosamente, y los mataron. 7 Entonces el rey se enojado. Él envió a sus ejércitos, mataron a esos asesinos, y quemaron su ciudad. 8 Entonces dijo a sus sirvientes: "La boda está lista, pero aquellos que fueron invitados no eran dignos. 9 Por lo tanto vayan a los cruces de caminos e inviten a la fiesta de bodas a tantas personas como ustedes puedan encontrar. 10 Los siervos fueron por los caminos y juntaron a toda la gente que encontraron, ambos, malos y buenos. Así que el salón de bodas estaba lleno de invitados. 11 Pero cuando el rey vino a ver los invitados, vio allí un hombre que no se había puesto un traje de boda. 12 El rey le dijo: 'Amigo, ¿cómo entraste aquí sin ropa de bodas?´ Y el hombre se quedó sin poder hablar. 13 Entonces el rey dijo a sus sirvientes: 'Aten a este hombre de manos y pies, y tírenlo en las tinieblas de afuera, donde habrá lloro y el crujir de dientes.´ 14 Porque muchas personas son llamadas, pero pocas son escogidas." 15 Entonces los fariseos fueron y planificaron cómo podían atrapar a Jesús en su propia conversación. 16 Entonces lo enviaron sus discípulos, junto con los Herodianos. Ellos dijeron a Jesús: "Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad. Que no te importa la opinión de nadie, y no muestras parcialidad entre las personas. 17 Así que dinos, ¿qué piensas? ¿Es legal pagar impuestos al César o no?" 18 Pero Jesús entendió su maldad y les dijo: "¿Por qué me están probando, hipócritas? 19 Enséñenme una moneda". Entonces le trajeron un denario. 20 Jesús les dijo: "¿De quién es esta imagen y nombre?" 21 Ellos le respondieron: "Del César". Entonces Jesús les dijo: "Entonces da al César las cosas que son del César y a Dios las cosas que son de Dios". 22 Cuando lo oyeron, se maravillaron. Entonces ellos lo dejaron y se fueron. 23 En ese día algunos de los Saduceos vinieron a Él, aquellos que dicen que no hay resurrección. Ellos le preguntaron, 24 "Maestro, Moisés dijo: 'Si un hombre muere, sin tener hijos, su hermano debe casarse con su esposa y tener un hijo para su hermano.' 25 Allí había siete hermanos. El primero se casó y murió, sin dejar hijos. Él dejó su esposa a su hermano. 26 Entonces al segundo hermano le pasó lo mismo, y al tercero, y así igual todos hasta el séptimo hermano. 27 Después de todos ellos, la mujer murió. 28 Ahora en la resurrección, ¿de quién será esposa la mujer de los siete hermanos? Porque todos la tuvieron." 29 Pero Jesús les contestó: "Ustedes están equivocados, porque no conocen las escrituras, ni el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección no se casarán ni se darán en matrimonio, sino serán como ángeles en el cielo. 31 Pero concerniente a la resurrección de los muertos, ¿no han leído lo que les fue dicho a ustedes por Dios, diciendo: 32 'YO SOY EL DIOS DE ABRAHAM, DIOS DE ISAAC Y EL DIOS DE JACOB.'? Dios no es Dios de los muertos, sino de los vivos." 33 Cuando la multitud escuchó esto, estaban sorprendidos de su enseñanza. 34 Pero cuando los Fariseos oyeron que Jesús había hecho callar a los Saduceos, se reunieron. 35 Uno de ellos, intérprete de la ley, le hizo una pregunta, para probarlo: 36 "Maestro ¿cuál es el gran mandamiento de la ley?" 37 Jesús le dijo: "'AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN Y CON TODA TU ALMA Y CON TODA TU MENTE.' 38 Este es el gran y primer mandamiento. 39 Y el segundo mandamiento es parecido 'AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.' 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas." 41 Ahora mientras los Fariseos aún estaban reunidos, Jesús les hizo una pregunta. 42 "¿Qué ustedes piensan sobre el Cristo? ¿De quién es Hijo?" Ellos le dijeron: "De David." 43 Entonces Jesús les dijo: "¿Cómo es que David hablando en el Espíritu lo llama Señor, 44 EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: 'SIÉNTATE A MI MANO DERECHA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES'? 45 Si David entonces llama al Cristo 'Señor', ¿cómo puede ser hijo de David?" 46 Nadie fue capaz de contestarle palabra alguna, y nadie se atrevió a hacerle más preguntas desde ese día.
1 E respondeu-lhe Jesus novamente em parábolas, dizendo: 2 "O Reino dos Céus é semelhante a um rei que fez uma festa de casamento para seu filho. 3 Ele enviou seus servos para chamar aqueles que haviam sido convidados para a festa de casamento, mas eles não quiseram vir. 4 Novamente, o rei enviou outros servos, dizendo: "Dizei àqueles que são convidados: 'Vede, eu preparei um jantar; meus bois e animais cevados foram mortos, e tudo está pronto. Vinde para a festa de casamento'". 5 Mas eles não deram atenção e partiram: um para o seu campo, outro para os seus negócios. 6 E os outros agarraram os servos do rei, trataram-nos vergonhosamente e os mataram. 7 O rei ficou furioso e, tendo enviado seus soldados, mataram aqueles assassinos e incendiaram a cidade deles. 8 Então disse aos seus servos: 'A festa de casamento está pronta, mas aqueles que foram convidados não eram dignos. 9 Portanto ide pelas encruzilhadas dos caminhos e a quantos encontrardes convidai-os para a festa de casamento '. 10 Os servos saíram pelos caminhos e reuniram todos os que encontraram, tanto maus como bons. Então, o salão ficou cheio de convidados. 11 Mas, quando o rei entrou para ver os convidados, viu um homem que não estava com trajes de casamento 12 e disse-lhe: “Amigo, como entraste aqui sem trajes de casamento?” E o homem se calou. 13 Então o rei disse aos servos: 'Amarrai as mãos e os pés desse homem e atirai-o nas trevas exteriores, onde haverá choro e ranger de dentes'. 14 Porque muitos são chamados, porém poucos são escolhidos. 15 Então os fariseus foram e planejaram como poderiam pegar Jesus em sua própria fala. 16 E enviaram-lhe os seus discípulos junto com os herodianos. Eles disseram a Jesus: 'Mestre, nós sabemos que és verdadeiro e ensinas o caminho de Deus em verdade e não te importas com a opinião de ninguém e não faz diferença entre as pessoas. 17 Então diga-nos o que achas? É lícito pagar impostos a César ou não? 18 Tendo percebido a maldade deles, Jesus lhes disse: "Por que estão me testando, seus hipócritas? 19 Mostrai-me a moeda do imposto". Então trouxeram-Lhe um denário. 20 Jesus disse-lhes: "De quem é esta imagem e este nome?" 21 Eles lhe disseram: "De César". Então disse-lhes Jesus: "Dai a César o que é de César, e a Deus o que é de Deus". 22 Quando ouviram isso, maravilharam-se, deixaram-No e foram embora. 23 Naquele dia, foram ter com Ele saduceus, dizendo não haver ressurreição, e interrogaram-No, 24 dizendo: "Mestre, Moisés disse: 'Se um homem morre, não tendo filhos, seu irmão deve casar-se com a esposa dele e ter um filho para seu irmão'". 25 Havia sete irmãos. O primeiro casou-se e então morreu. Não tendo filhos, deixou sua esposa para seu irmão. 26 Da mesma forma, o segundo, o terceiro e até o sétimo. 27 Depois de todos eles, a mulher morreu. 28 Agora na ressurreição, de qual dos sete irmãos ela será esposa? Pois todos a tiveram. 29 Jesus, porém, lhes respondeu: “Vós estais errados, porque não conheceis as Escrituras nem o poder de Deus. 30 Pois na ressurreição eles não se casam e nem se dão em casamento. Em vez disso, são como anjos no céu. 31 Mas, a respeito da ressurreição dos mortos, não lestes o que foi dito por Deus: 32 'Eu sou o Deus de Abraão, o Deus de Isaque, e o Deus de Jacó?' Deus não é o Deus dos mortos, mas dos vivos". 33 Quando as multidões ouviram isso, se maravilharam com o Seu ensino. 34 Mas, quando os fariseus ouviram que Jesus tinha calado os saduceus, eles se reuniram. 35 Um deles, um doutor da Lei, questionou-O, testando-O: 36 "Mestre, qual é o maior mandamento da Lei?" 37 Jesus lhes disse: "'Ame ao Senhor teu Deus com todo o teu coração, com toda a tua alma e com toda a tua mente'. 38 Esse é o maior e primeiro mandamento. 39 E o segundo mandamento é semelhante a esse: 'Amarás o teu próximo como a ti mesmo'. 40 Desses dois mandamentos depende toda a Lei e os profetas". 41 Enquanto os fariseus ainda estavam reunidos, Jesus lhes perguntou, dizendo: 42 "O que pensais sobre o Cristo? De quem ele é filho?" Eles lhe disseram: "O filho de Davi". 43 Disse-lhes Jesus: "Como então Davi, no Espírito, o chama Senhor, dizendo: 44 "O Senhor disse ao meu Senhor: 'Assenta-te à minha direita, até que eu ponha os teus inimigos por debaixo de teus pés?'" 45 Se Davi, pois, chama a Cristo "Senhor", como é que Ele é filho de Davi? 46 Ninguém podia responder-Lhe uma palavra sequer, e nenhum homem se atrevia questioná-Lo daquele dia em diante.
1 Entonces Jesús le habló a la multitud y a sus discípulos. 2 Él dijo: "Los escribas y los Fariseos se sientan en la catedra de Moisés. 3 Por lo tanto cualquier cosa que ellos ordenan a ustedes hacer, hagan las y obsérvenlas. Pero no imiten sus actos, ya que ellos dicen cosas, pero entonces no las hacen. 4 Ellos atan cargas pesadas que son difíciles de cargar, y entonces las ponen en los hombros de los hombres. Pero ellos mismos no moverían un dedo para cargarlas. 5 Todos sus actos, los hacen para ser vistos por la gente. Pues ellos hacen sus filacterias anchas y agrandan los bordes de sus vestiduras. 6 Aman los mejores lugares en los banquetes y los mejores asientos en las sinagogas, 7 y saludos especiales en los mercados, y ser llamados 'Rabí' por la gente. 8 Pero ustedes no deben ser llamados 'Rabí', porque solo tienen un maestro, y todos ustedes son hermanos. 9 Y no llamen a ningún hombre en la tierra padre, porque ustedes solo tienen un Padre, y Él que está en el cielo. 10 Tampoco pueden ser llamados 'maestro´, ya que ustedes tienen un solo maestro, el Cristo. 11 Pero aquel que es más grande entre ustedes será su servidor. 12 Quienquiera que se exalta a sí mismo será humillado. Y cualquiera que se humilla a sí mismo será exaltado. 13 ¡Pobre de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Ustedes cierran el reino del cielo en contra de las personas. Pues ustedes no entran ustedes mismos, y tampoco permiten a aquellos que están a punto de entrar, hacerlo. 14 ¡Pobre de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Ustedes que despojan a las viudas. 15 ¡Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Pues ustedes que van por mar y tierra para convertir a uno. Y cuando se ha convertido, lo hacen doblemente hijo del infierno al igual que ustedes. 16 Pobre de ustedes, ustedes guías ciegos, ustedes que dicen: ´Cualquiera que jure por el templo, no es nada. Pero cualquiera que jura por el oro del templo, ése está atado a su juramento.' 17 Ustedes tontos ciegos, ¿qué es más importante, el oro, o el templo que santifica el oro? 18 Y, ´Cualquiera que jura por el altar, no es nada. Pero cualquiera que jura por la ofrenda que está sobre él, se ata a su juramento. 19 Ciegos, ¿qué es más grande, la ofrenda o el altar que santifica la ofrenda? 20 Por lo tanto, aquel que jura por el altar, jura por todas las cosas que están en él. 21 Y aquel que jura por el templo, jura por él y por quien habita en él. 22 Y aquel que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Él que se sienta en él. 23 ¡Pobre de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Pues ustedes diezman menta, eneldo y comino, pero han dejado de hacer los asuntos de más peso de la ley: justicia, misericordia y fe. Pero éstas debiste haber hecho, sin dejar de hacer las otras. 24 ¡Ustedes guías ciegos, ustedes que cuelan el mosquito pero se tragan el camello! 25 ¡Pobre de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Pues ustedes limpian por fuera el vaso y el plato, pero por dentro están llenos de robo y excesos. 26 Ustedes Fariseos ciegos, limpien primero por dentro el vaso y el plato, para que lo de afuera sea limpiado también. 27 ¡Pobre de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! Pues ustedes son como sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero dentro están llenos de huesos de muertos y toda cosa inmunda. 28 De la misma manera, ustedes también por fuera parecen justos ante hombres, pero están llenos de hipocresía e iniquidad. 29 ¡Pobre de ustedes escribas y Fariseos, hipócritas! Pues ustedes construyen los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos. 30 Ustedes dicen: 'Si hubiéramos vivido en los tiempos de nuestros padres, nosotros no hubiéramos sido participantes con ellos en derramar la sangre de los profetas.' 31 Por lo tanto, ustedes testifican contra ustedes mismos que son hijos de quienes mataron a los profetas. 32 Ustedes terminen de llenar la cuota de los pecados de sus padres. 33 Serpientes, generación de víboras, ¿cómo van a escapar al juicio del infierno? 34 Por lo tanto, vean, Yo les envío a ustedes profetas, hombres sabios y escribas. A algunos de ellos ustedes los matarán y crucificarán. Y a otros los azotarán en sus sinagogas y perseguirán de ciudad a ciudad. 35 El resultado será que sobre ustedes vendrá toda la sangre de los justos derramada en tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías el hijo de Berequías, a quienes ustedes mataron entre el santuario y el altar. 36 Ciertamente Yo les digo a ustedes, que todas estas cosas ocurrirán a esta generación. 37 ¡Jerusalén, Jerusalén, ustedes que matan los profetas y apedrean a aquellos que son enviados a ustedes! ¡Cuántas veces anhelé reunir a tus hijos, como las gallinas reúne a sus pollitos bajo sus alas, pero tú no quisiste! 38 Mira, tu casa es dejada abandonada. 39 Por lo que Yo les digo, ustedes no me verán más de ahora en adelante, hasta que digan: 'Bendito el que viene en nombre del Señor.'"
1 Então Jesus falou à multidão e aos seus discípulos, 2 dizendo: "Os escribas e fariseus se assentam na cadeira de Moisés. 3 Portanto o que quer que eles vos ordenem, fazei e guardai. Mas não imiteis seus atos, pois eles falam, mas não os praticam. 4 Sim, eles atam fardos pesados que são difíceis de carregar, e os colocam nos ombros dos homens. Mas eles mesmos não moverão um dedo para carregá-los. 5 Eles fazem todos os seus atos para serem vistos pelos homens, pois aumentam os seus filactérios e alargam as franjas das vestes. 6 Eles amam os primeiros lugares nos banquetes e as primeiras cadeiras nas sinagogas 7 e as saudações especiais nas praças e serem chamados 'Mestres' pelo povo. 8 Mas não deveis ser chamados 'Rabi', pois para vós há um só Mestre, e todos vós sois irmãos. 9 E não chamai nenhum homem na terra de vosso pai, pois para vós há um só Pai, e Ele está nos céus. 10 Nem sejais chamados 'mestres', pois para vós há um só Mestre, o Cristo. 11 Mas aquele que é maior entre vós será vosso servo. 12 Quem se exaltar será humilhado, e quem se humilhar será exaltado. 13 Mas ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Vós que fechais o Reino dos Céus aos homens. Pois não entrais e nem deixais entrar os que entrariam. 14[1]15 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Pois rodeais o mar e a terra para fazer um prosélito. E quando ele tiver se tornado um, o fizestes duas vezes mais filho do inferno do que vós. 16 Ai de vós, guias cegos, que dizeis: 'Quem jurar pelo santuário, nada vale, mas quem jurar pelo ouro do santuário, está obrigado para com o seu juramento'. 17 Cegos tolos! Qual é maior, o ouro ou o santuário que santifica o ouro? 18 E 'Quem jurar pelo altar, nada vale. Mas quem jurar pela oferta que está sobre ele, está obrigado para com o seu juramento'. 19 Cegos! Qual é maior, a oferta ou o altar que consagra a oferta? 20 Portanto quem jura pelo altar, jura por ele e por todas as coisas sobre ele. 21 E quem jura pelo santuário, jura por ele e por quem habita nele. 22 E quem jura pelo céu, jura pelo trono de Deus e por quem se assenta nele. 23 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Pois dais o dízimo da hortelã, do endro e do cominho, mas deixais os preceitos mais importantes da Lei: justiça, misericórdia e fé. Mas deveis fazer essas coisas sem omitir aquelas. 24 Guias cegos, que filtrais um mosquito, mas engolis um camelo! 25 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Pois limpais fora do copo e do prato, mas por dentro estão cheios de rapina e intemperança. 26 Fariseus cegos! Limpai primeiro dentro do copo e do prato, para que o exterior também fique limpo. 27 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Pois sois como sepulcros caiados, que por fora parecem bonitos, mas por dentro estão cheios de ossos de mortos e de imundícia. 28 Da mesma maneira, exteriormente também pareceis justos aos homens, mas por dentro estais cheios de hipocrisia e de iniquidade. 29 Ai de vós, escribas e fariseus, hipócritas! Porque edificais os sepulcros dos profetas e ornamentais os túmulos dos justos. 30 Vós dizeis: “Se tivéssemos vivido nos dias dos nossos pais, não teríamos sido participantes com eles no derramamento do sangue dos profetas”. 31 Portanto, testificais contra vós mesmos que sois filhos dos que mataram os profetas. 32 Completai também a medida de vossos pais. 33 Serpentes, raça de víboras, como escapareis do juízo do inferno? 34 Portanto vede, eu vos envio profetas, sábios e escribas. Alguns deles matareis e crucificareis, e alguns açoitareis nas vossas sinagogas e perseguireis de cidade em cidade; 35 para que recaia sobre vós todo sangue dos justos lançado na terra, desde o de Abel, o justo, até o de Zacarias, filho de Baraquias, a quem matastes entre o santuário e o altar. 36 Verdadeiramente eu vos digo: "Todas essas coisas virão sobre esta geração". 37 Jerusalém, Jerusalém, que matas os profetas e apedrejas os que te são enviados! Quantas vezes eu tentei ajuntar os vossos filhos, como a galinha ajunta seus pintinhos debaixo das suas asas, mas não quisestes! 38 Vede, a vossa casa vos será deixada deserta. 39 Eu vos digo, não me vereis de agora em diante até que direis: 'Bendito o que vem em nome do Senhor'.
1 Jesús salió del templo e iba en su camino. Sus discípulos se le acercaron para mostrarle los edificios del templo. 2 Pero Él contestó y les dijo: "¿Ustedes ven todas estas cosas? Verdaderamente Yo les digo, ni una piedra quedará sobre otra que no sea derribada." 3 Mientras, se sentó en el Monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron privadamente y dijeron: "Dinos, ¿cuándo pasarán estas cosas? ¿Cuál será la señal de tu venida y del fin del mundo?" 4 Jesús les contestó y les dijo: "Tengan cuidado que nadie los engañe. 5 Porque muchos vendrán en mi nombre. Ellos dirán: 'Yo soy el Cristo,' y guiarán muchos al engaño. 6 Ustedes oirán de guerras y rumores de guerras. Vean que no se atribulen, porque estas cosas tienen que pasar; pero todavía no es el fin. 7 Porque nación se levantará contra nación, y reino contra reino. Habrá hambrunas y terremotos en varios lugares. 8 Pero todo esto es solo el principio de dolores. 9 Entonces los entregarán a ustedes para tribulación y los matarán. Serán odiados por todas las naciones por mi nombre. 10 Entonces muchos se tambalearán y traicionarán los unos a los otros, y se odiarán unos a los otros. 11 Muchos falsos profetas se levantarán y guiarán a muchos al engaño. 12 Porque la iniquidad se multiplicará, se enfriará el amor de muchos. 13 Pero aquel que resista hasta el final, ése será salvo. 14 Este evangelio del reino será predicado en todo el mundo como testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin. 15 Por lo tanto, cuando ustedes vean la ABOMINACIÓN DE LA DESOLACIÓN, de la que habló el profeta Daniel, en el lugar santo, (el que lea entienda), 16 Los que están en Judea huyan a las montañas, 17 El que se encuentre en el techo de su casa, no baje a buscar nada en su casa, 18 y el que esté en el campo no regrese a buscar su capa. 19 Pero, ¡pobre de aquellas que están en cinta y las que estén lactando infantes en esos días! 20 Oren para que su huida no ocurra en el invierno, ni en el día de descanso. 21 Porque habrá gran tribulación, tal como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni tampoco lo habrá. 22 A menos que aquellos días sean acortados, ninguna carne se salvará. Pero por el bien de los elegidos, aquellos días serán acortados. 23 Entonces si alguno les dijera a ustedes: 'Mira, ¡aquí está el Cristo!' o, '¡Allá está Cristo!' no lo creas. 24 Porque falsos cristos y falsos profetas vendrán y mostrarán grandes señales y maravillas, para engañar, si fuera posible, aún a los elegidos. 25 Miren, Yo se los he advertido con tiempo. 26 Por lo tanto, si te dicen, 'Mira, el Cristo está en el desierto,' no salgas. O, 'Mira, Él está en las habitaciones de adentro,' no lo creas. 27 Porque como el relámpago brilla del este y alumbra hasta el oeste, así será la venida del Hijo del Hombre. 28 Donde esté el cadaver, allí se reunirán los buitres. 29 Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días el sol se oscurecerá, la luna no dará su luz, las estrellas caerán del cielo, y los poderes de los cielos se sacudirán. 30 Entonces la señal del Hijo del Hombre aparecerá en el cielo, y todas las tribus de la tierra se lamentarán. Ellos verán al Hijo del Hombre viniendo en las nubes del cielo con poder y gran gloria. 31 Él enviará sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y ellos reunirán a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo del cielo al otro. 32 Aprende una lección de higuera. Tan pronto la rama se pone tierna y salen sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. 33 Así también, cuando vean todas estas cosas, ustedes deberían saber que Él está cerca, a las puertas. 34 Verdaderamente les digo, esta generación no pasará, hasta que todas estas cosas hayan ocurrido. 35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras nunca pasarán. 36 Pero concerniente al día y la hora nadie sabe, ni siquiera los ángeles del cielo, tampoco el Hijo, sino solo el Padre. 37 Cómo fueron los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 38 Porque como en aquellos días antes del diluvio ellos estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio hasta el día que Noé entró en el arca, 39 y no supieron nada hasta que el diluvio llegó y se los llevó a todos, así será la venida del Hijo del Hombre. 40 Entonces dos hombres estarán en un campo, uno será tomado el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán moliendo; una será tomada, y la otra será dejada. 42 Por lo tanto estén en su guardia, porque no sabes en qué día el Señor vendrá. 43 Pero sepan esto, si el amo de la casa supiera en qué hora el ladrón vendría, estaría en guardia y no permitiría que entrara en su casa. 44 Por lo tanto, ustedes también tienen que estar preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que ustedes no esperan. 45 Así que, ¿quién es el sirvo fiel, y prudente, a quien su amo le ha dejado encargado de su casa, para servirles la comida en el momento correcto? 46 Bendecido es aquel siervo, que cuando su amo llegue lo encuentre haciendo eso. 47 Verdaderamente Yo les digo que el amo lo pondrá a cargo de todo lo que posee. 48 Pero si un siervo malo dice en su corazón: 'Mi amo se ha retrasado,' 49 y empieza a golpear a sus compañeros y come y bebe con borrachos, 50 el amo de este sirviente llegará en un día que el siervo no espera, y a una hora que él no sabe. 51 Su amo lo castigará severamente y su destino, el mismo que el de los hipócritas, donde habrá llanto y crujir de dientes.
1 Jesus saiu do templo e, enquanto caminhava, Seus discípulos vieram até Ele para mostrar-Lhe as construções do templo. 2 Mas Ele lhes respondeu, dizendo: “Não vedes todas estas coisas? Verdadeiramente Eu vos digo: nenhuma pedra ficará sobre outra pedra que não seja derrubada". 3 Estando Jesus assentado no Monte das Oliveiras, os discípulos vieram até Ele em particular e disseram: "Dize-nos, quando estas coisas acontecerão? Qual será o sinal da Tua vinda e do fim desta época?" 4 Jesus respondeu e disse-lhes: “Cuidado para que ninguém vos engane. 5 Pois muitos virão em Meu nome, dizendo: 'eu sou o Cristo', e enganarão a muitos. 6 Ouvireis falar de guerras e de rumores de guerras; vede, não vos assusteis, pois é necessário que estas coisas aconteçam; mas ainda não é o fim. 7 Pois nação se levantará contra nação, e reino contra reino. Haverá fomes e terremotos em vários lugares. 8 Mas estas coisas são apenas o início das dores de parto. 9 Então vos entregarão às tribulações e vos matarão, e sereis odiados por todas as nações por causa do Meu nome. 10 E muitos serão atribulados, e trairão uns aos outros, e odiarão uns aos outros. 11 Muitos falsos profetas se levantarão e enganarão a muitos. 12 Por se multiplicar a iniquidade, o amor de muitos se esfriará. 13 Mas aquele que perseverar até o fim, será salvo. 14 Este evangelho do reino será pregado em todo o mundo como testemunho para todas as nações; e então virá o fim. 15 Portanto, quando virdes a abominação da desolação que foi falada por Daniel, o profeta, estando no lugar sagrado (que o leitor entenda), 16 aqueles que estiverem na Judéia fujam para os montes, 17 aquele que estiver no terraço não desça para pegar nada que esteja em sua casa, 18 e aquele que estiver no campo não retorne para pegar sua capa. 19 Mas ai daquelas que estiverem grávidas e que estiverem amamentando naqueles dias! 20 Orai para que a vossa fuga não ocorra no inverno, ou no Sábado. 21 Pois haverá grande tribulação, tal que nunca existiu desde o início do mundo até agora, e nem haverá jamais. 22 Se aqueles dias não tivessem sido abreviados, ninguém seria salvo; mas, por causa dos eleitos, aqueles dias serão abreviados. 23 Logo, se qualquer pessoa vos disser: 'Eis aqui o Cristo!' ou, 'Lá está o Cristo!' Não acrediteis. 24 Pois falsos Cristos e falsos profetas virão e apresentarão grandes sinais e maravilhas para enganar, se possível até os eleitos. 25 Eis que vos tenho predito. 26 Entretanto, se vos disserem, 'Eis que Ele está no deserto', não saiais; ou, 'Ei-Lo no interior da casa', não acrediteis. 27 Pois assim como o relâmpago sai do oriente e brilha até o ocidente, assim será a vinda do Filho do Homem. 28 Onde estiver o cadáver, ali os abutres se ajuntarão. 29 E logo após a tribulação daqueles dias, o sol escurecerá, a lua não nos dará a sua luz, as estrelas cairão do céu, e os poderes dos céus serão abalados. 30 Então o sinal do Filho do Homem aparecerá no céu, e todas as tribos da terra se lamentarão e verão o Filho do Homem vindo sobre as nuvens do céu, com poder e grande glória. 31 Ele enviará os Seus anjos com grande som de trombeta, e eles reunirão os Seus eleitos dos quatro ventos da terra, de uma a outra extremidade dos céus. 32 Aprendei a parábola da figueira: Assim quando os ramos se renovam e brotam suas folhas, sabeis que o verão está próximo; 33 assim também, quando virdes todas estas coisas, deveis saber que Ele está próximo, às portas. 34 Verdadeiramente Eu vos digo que esta geração não passará, sem que todas estas coisas tenham acontecido. 35 O céu e a terra passarão, mas as Minhas palavras nunca passarão. 36 Mas, a respeito daquele dia e hora, ninguém sabe, nem os anjos do céu, nem o Filho, mas somente o Pai. 37 Assim como foi nos dias de Noé, também será na vinda do Filho do Homem. 38 Pois naqueles dias antes do dilúvio, eles estavam comendo e bebendo, casando e dando-se em casamento, até o dia em que Noé entrou na arca; 39 e não se deram conta, até que o dilúvio veio e levou a todos - assim será a vinda do Filho do Homem. 40 Então dois homens estarão num campo; um será levado, e o outro será deixado. 41 Duas mulheres estarão moendo no moinho; uma será tomada, e a outra deixada. 42 Portanto vigiai, pois não sabeis em que dia vem o vosso Senhor. 43 Mas sabei isto: se o dono da casa soubesse a que hora o ladrão viria, ele estaria vigilante e não permitiria que sua casa fosse arrombada. 44 Portanto, também vós deveis estar preparados, pois o Filho do Homem virá naquela hora em que não esperais. 45 Assim, quem é o servo fiel e sábio, que seu senhor o deixou responsável por seus criados, com o fim de dar-lhes o alimento no tempo certo? 46 Abençoado é aquele servo a quem seu senhor encontrá-lo fazendo isso quando ele vier. 47 Verdadeiramente Eu vos digo: o seu senhor o colocará sobre tudo o que ele possui. 48 Mas se o servo mau disser em seu coração: 'Meu senhor está demorando', 49 e começar a bater nos seus conservos, e a comer e beber com os bêbados; 50 então o senhor daquele servo virá no dia em que ele não espera, e em uma hora que não sabe, 51 e o cortará em pedaços e lhe dará o mesmo destino dos hipócritas; ali haverá choro e ranger de dentes.
1 Entonces el reino de los cielos es como diez vírgenes que tomaron sus lámparas y fueron a encontrarse con el novio. 2 Cinco de ellas fueron necias y cinco fueron sabias. 3 Pero cuando las vírgenes necias tomaron sus lámparas, no tomaron ningún aceite con ellas. 4 Pero las vírgenes sabias, tomaron frascos de aceite juntamente con sus lámparas. 5 Mientras el novio estuvo retrasado, a todas ellas les dio sueño y se durmieron. 6 Pero a medianoche hubo un clamor: '¡Miren, el novio! Salgan a encontrarse con él.' 7 Entonces todas las vírgenes se levantaron y arreglaron sus lámparas. 8 Las necias les dijeron a las sabias: 'Dennos algo de su aceite porque a nuestras lámparas se les está acabando.' 9 Pero las sabias contestaron diciendo: 'No, no sea que no haya suficiente para nosotras y ustedes, vayan a los que venden y compren algo para ustedes mismas.' 10 Mientras ellas se fueron a comprar, el novio vino, y aquellas quienes estaban preparadas se fueron con él para la fiesta de matrimonio, y la puerta se cerró. 11 Luego, las otras vírgenes también vinieron y dijeron: 'Maestro, maestro, ábrenos.' 12 Pero Él contestó: Ciertamente les digo, yo no las conozco. 13 Velen pues, porque ustedes no conocen el día ni la hora. 14 Es como un hombre que estaba a punto de ir a otro país. Él llamó a sus sirvientes y les entregó sus riquezas. 15 A uno de ellos le entregó cinco talentos, a otro le entregó dos, y a otro le entregó un talento. Cada uno recibió una cantidad de acuerdo a su capacidad, y el hombre se fue a su viaje. 16 Inmediatamente, el que recibió los cinco talentos fue y los invirtió y produjo otros cinco talentos. 17 Igualmente el que recibió dos talentos hizo otros dos. 18 Pero el sirviente que recibió un talento fue y cavó un hoyo en la tierra, y escondió el dinero de su señor. 19 Ahora después de un largo tiempo el señor de esos sirvientes regresó y ajustó cuentas con ellos. 20 El sirviente que había recibido cinco talentos vino y trajo otros cinco talentos, él dijo: 'Señor, tú me entregaste cinco talentos. Mira, Yo hice cinco talentos más.' 21 Su señor le dijo: "¡Bien hecho, buen y fiel sirviente! Tú has sido fiel sobre pocas cosas. Yo te pondré a ti a cargo sobre muchas cosas. Entra en el gozo de tu señor.' 22 El sirviente que recibió dos talentos vino y dijo: 'Señor, tú me entregaste dos talentos. Mira, yo hice dos talentos más. 23 Su señor le contestó: '¡Bien hecho, buen y fiel sirviente! Tú has sido fiel sobre pocas cosas. Yo te pondré a cargo de muchas cosas. Entra en el gozo de tu señor.' 24 Entonces el sirviente que recibió un talento vino y dijo: 'Señor, yo sé que tú eres un hombre estricto. Tú siegas donde no sembraste, y cosechas donde no esparciste. 25 Yo tuve miedo, así que fui y escondí tu talento en la tierra. Mira, tienes aquí lo que te pertenece.' 26 Pero su señor le contestó diciendo: 'Tú malvado y vago sirviente, tú sabías que yo siego donde no sembré y cosecho donde no esparcí. 27 Entonces tú debiste darle mi dinero a los banqueros, y a mi regreso yo hubiera recibido mi dinero con intereses. 28 Por tanto quítenle el talento y entréguenlo al siervo que tiene diez talentos. 29 Porque a todo el que posee, más se le entregará -aún más abundantemente. Pero aquellos quienes no poseen nada, aún, lo que poseen les será quitado. 30 Al sirviente inútil échenlo a las tinieblas de afuera, donde será el lloro y rechinar de dientes.' 31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria y todos los ángeles con Él, entonces Él se sentará en su trono glorioso. 32 Delante de Él estarán reunidas todas las naciones, y Él separará la gente el uno del otro, como un pastor separa sus ovejas de las cabras. 33 Él pondrá las ovejas a Su mano derecha, pero las cabras a Su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los que están a Su mano derecha: 'Vengan, ustedes quienes han sido bendecidos por Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber; fui un extraño y ustedes me acogieron; 36 Estuve desnudo, y ustedes Me vistieron; estuve enfermo y ustedes me cuidaron; estuve en prisión y me visitaron. 37 Entonces los justos responderán y dirán: 'Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento y Te alimentamos? ¿O sediento y Te dimos de beber? 38 Y ¿cuándo Te vimos como a un extraño, y Te acogimos? ¿O desnudo y Te vestimos? 39 ¿Y cuándo Te vimos enfermo, o en prisión, y te visitamos? 40 Y el Rey contestará diciéndoles: Ciertamente Yo les digo, lo que hicieron por el más pequeño de mis hermanos aquí, a Mí lo hicieron.' 41 Entonces Él dirá a los que están a su mano izquierda: 'Apártense de Mí, ustedes malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles, 42 porque tuve hambre pero ustedes no me alimentaron; Yo tuve sed pero no me dieron de beber, 43 fui extraño pero ustedes no me acogieron; estuve desnudo pero no Me vistieron; enfermo y en prisión y no cuidaron de Mí.' 44 Entonces ellos también responderán y dirán: Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento, o sediento, o como extraño, o desnudo, o enfermo, o en prisión, y no Te servimos?' 45 Entonces Él les contestará y dirá: 'Ciertamente les digo, lo que no hicieron por uno de estos pequeños, no lo hicieron por Mí.' 46 Estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna."
1 Então o Reino dos Céus será semelhante a dez virgens que tomaram suas lâmpadas e saíram ao encontro do noivo. 2 Cinco delas eram tolas e cinco eram sábias. 3 E quando as tolas pegaram suas lâmpadas, elas não levaram azeite consigo; 4 mas as sábias trouxeram vasilhas de azeite juntamente com suas lâmpadas. 5 E demorando o noivo, todas elas ficaram com sono e dormiram. 6 Mas à meia-noite, ouviu-se um grito: 'Eis o noivo! Saí ao seu encontro.' 7 Então todas as virgens se levantaram e ajuntaram suas lâmpadas. 8 As tolas disseram às sábias: 'Dai-nos um pouco do vosso azeite porque nossas lâmpadas estão se apagando.' 9 Mas as sábias responderam, dizendo: 'De modo algum, não haverá suficiente para nós e vós, ide aos que vendem azeite e comprai para vós.' 10 Enquanto elas foram comprar, o noivo chegou, e as que estavam prontas foram com ele para a festa de casamento e a porta foi fechada. 11 Após isso as outras virgens também chegaram e disseram: 'Senhor, senhor, abre-nos a porta'. 12 Mas ele respondeu e disse: 'Verdadeiramente vos digo que não vos conheço.' 13 Portanto vigiai, porque não sabeis o dia nem a hora. 14 Pois será como um homem que quando estava prestes a ir para outro país, chamou seus servos e os colocou no controle dos seus bens. 15 A um deles deu cinco talentos, a outro deu dois, e ainda a outro ele deu um talento - cada um de acordo com sua própria habilidade, e partiu em viagem. 16 Imediatamente, o que recebeu cinco talentos foi negocia-los e fez outros cinco talentos. 17 Da mesma maneira, o que recebeu dois talentos fez outros dois. 18 Mas o servo que recebeu um talento foi embora, cavou um buraco no chão e escondeu o dinheiro do seu senhor. 19 E após um longo tempo, o senhor daqueles servos voltou e acertou as contas com eles. 20 O servo que recebeu cinco talentos veio e trouxe outros cinco; ele disse: 'Senhor, tu me deste cinco talentos. Eis aqui mais cinco talentos.' 21 Seu senhor disse-lhe: 'Muito bem, servo bom e fiel! Foste fiel sobre poucas coisas; sobre muitas te colocarei. Entra na alegria do teu senhor'. 22 E aproximando-se o servo que recebeu dois talentos disse: 'Senhor, tu me deste dois talentos. Eis aqui mais dois talentos.' 23 Seu senhor disse-lhe: 'Muito bem, servo bom e fiel! Foste fiel sobre poucas coisas; sobre muitas te colocarei. Entra na alegria do teu senhor'. 24 Então o servo que recebeu um talento disse: 'Senhor, eu sei que és rigoroso; colhes onde não semeaste; e ajuntas onde não espalhaste. 25 Eu tive medo, então fui e escondi na terra o teu talento. Aqui tens o que é teu'. 26 Mas o seu senhor lhe respondeu, dizendo: “Servo mau e preguiçoso, sabias que eu colho onde não semeei e que ajunto onde não espalhei. 27 Portanto, deverias ter entregue o meu dinheiro aos banqueiros, e na minha volta eu o receberia com juros. 28 Portanto, tirai o talento dele e dai-o ao que tem dez talentos. 29 Pois a todo que possui, mais será dado - e terá em abundância. Mas ao que não possui nada, até o que ele tem lhe será tirado. 30 Lançai o servo inútil para fora, nas trevas. Ali haverá choro e ranger de dentes'. 31 E quando o Filho do Homem vier em Sua glória e todos os anjos com Ele, então Ele se assentará no Seu glorioso trono. 32 Diante Dele estarão juntas todas as nações, e Ele separará as pessoas umas das outras, como o pastor separa as ovelhas dos bodes. 33 Ele colocará as ovelhas à Sua mão direita, mas os bodes à Sua mão esquerda. 34 Então o Rei dirá àqueles à Sua mão direita: 'Vinde, benditos do Meu Pai, herdai o Reino que vos foi preparado desde a fundação do mundo. 35 Pois Eu tive fome e Me destes de comer; tive sede e Me destes de beber; era forasteiro e Me acolhestes; 36 estava nu e Me vestistes; estava doente e cuidastes de Mim; estive preso e viestes ver-Me'. 37 Então os justos responderão, dizendo: “Senhor, quando é que Te vimos com fome, e Te alimentamos? Ou com sede e Te demos de beber? 38 E quando é que Te vimos forasteiro e Te acolhemos? Ou nu e Te vestimos? 39 E quando Te vimos doente ou na prisão e fomos Te visitar?” 40 E o Rei lhes responderá: “Verdadeiramente Eu vos digo que, o que fizestes por um dos Meus pequeninos irmãos, a Mim o fizestes'. 41 Então Ele dirá àqueles à Sua mão esquerda: “Afastai-vos de Mim, vós malditos, para o fogo eterno que foi preparado para o diabo e seus anjos, 42 porque Eu tive fome e não Me destes de comer; tive sede e não Me destes de beber; 43 era forasteiro e não Me acolhestes; estive nu e não Me vestistes; doente e na prisão e não me visitastes'. 44 Então eles também responderão, dizendo: “Senhor, quando é que Te vimos com fome, ou com sede, ou forasteiro, ou nu, ou doente, ou preso, e não Te servimos?' 45 Então Ele lhes responderá: “Verdadeiramente Eu vos digo, o que não fizestes a um dos Meus pequeninos, foi a Mim que o deixastes de fazer.” 46 Estes irão para o castigo eterno, mas os justos para a vida eterna.
1 Sucedió que cuando Jesús había terminado de hablar todas estas palabras, Le dijo a Sus discípulos: 2 "Ustedes saben que luego de dos días llegará la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado." 3 Entonces los principales sacerdotes y los ancianos de la gente estaban reunidos en el palacio del sumo sacerdote, llamado Caifás. 4 Ellos conspiraban cómo arrestar a Jesús sigilosamente y matarle. 5 Porque ellos decían: "No durante la fiesta para que no se levante un disturbio entre la gente." 6 Ahora, mientras Jesús estaba en Betania en la casa de Simón el leproso, reclinado sobre la mesa, 7 se le acercó una mujer con un frasco de alabastro con un perfume muy costoso y se lo derramó en Su cabeza. 8 Pero cuando Sus discípulos lo vieron, se enojaron y dijeron: "¿Cuál es la razón de este desperdicio? 9 Se pudo haber vendido por mucho dinero y dado a los pobres." 10 Pero Jesús, sabiendo esto, les dijo: "¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho algo hermoso por Mí. 11 Siempre tendrán a los pobres entre ustedes, pero no siempre me tendrán a Mí. 12 Porque cuando ella derramó este ungüento en mi cuerpo, ella lo hizo para mi entierro. 13 En verdad les digo, dondequiera que sea predicado este evangelio en todo el mundo, se hará memoria de esta mujer al hablar de lo que ha hecho." 14 Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sacerdotes principales 15 y dijo: "¿Qué están dispuestos a darme por entregárselo?" Ellos le pagaron treinta piezas de plata por Él. 16 Desde ese momento, él buscó la oportunidad para entregárselo. 17 Ahora, en el primer día del pan sin levadura los discípulos vinieron a Jesús y dijeron: "¿Dónde quieres que preparemos la cena de la Pascua?" 18 Él les dijo: "Vayan a la ciudad a cierto hombre y díganle: 'El Maestro dice: 'Mi hora está cercana. Celebraré la Pascua en tú casa con Mis discípulos.'" 19 Los discípulos hicieron como Jesús les dijo, y le prepararon la cena de la Pascua. 20 Al anochecer, Él se sentó a comer con los doce discípulos. 21 Mientras comían Les dijo: "En verdad les digo que uno de ustedes me traicionará." 22 Ellos se entristecieron muchísimo y cada uno comenzó a preguntarle: "Seguramente yo no, ¿Señor?" 23 Él respondió: "El que mete la mano en el plato conmigo es el que Me traicionará. 24 El Hijo del Hombre se irá, tal como está escrito acerca de Él; pero ¡ay de ese hombre por el cual el Hijo del Hombre es traicionado! Sería mejor para ese hombre si no hubiese nacido." 25 Judas, quien lo iba a traicionar dijo: "¿Seré yo, Rabí?" Él le dijo: "Tú mismo lo has dicho." 26 Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo y lo partió. Se lo dio a los discípulos y dijo: "Tomen y coman. Este es Mi cuerpo." 27 Él tomó una copa y dio gracias, y se la dio y dijo: "Bébanlo, todos ustedes. 28 Porque ésta es Mi sangre del pacto que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29 Pero Yo les digo, no beberé de nuevo de este fruto de la vid hasta el día cuando Lo beba nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre." 30 Cuando hubieron cantado un himno, se fueron al Monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús les dijo: "Todos ustedes se apartarán esta noche por causa Mía, porque está escrito: 'GOLPEARÉ AL PASTOR Y LAS OVEJAS DEL REBAÑO SERÁN DISPERSADAS.' 32 Pero, después de resucitar, iré delante de ustedes a Galilea." 33 Entonces Pedro le dijo: "Aunque todos se aparten por causa de Ti, yo nunca me apartaré." 34 Jesús le dijo: "En verdad te digo, que esta misma noche, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces." 35 Pedro Le dijo: "Aún si debo morir contigo, no te negaré." Y todos los otros discípulos dijeron lo mismo. 36 Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní y dijo a Sus discípulos: "Siéntense aquí mientras que voy allá y oro." 37 Llevó a Pedro y los dos hijos de Zebedeo con Él y comenzó a entristecerse y angustiarse. 38 Luego les dijo: "Mi alma está profundamente entristecida, aún hasta la muerte. Permanezcan aquí y vigilen conmigo." 39 Se adelantó un poco más y postrandose de cara oró y dijo: "Padre Mío, si es posible, que pase esta copa de Mí; sin embargo, no se haga lo que Yo deseo, sino lo que Tú deseas." 40 Vino a los discípulos y los halló durmiendo, y le dijo a Pedro: "¿Qué, no pudieron vigilar conmigo por una hora? 41 Vigilen y oren para que no entren en tentación. El espíritu en efecto está dispuesto, pero la carne es débil." 42 Él se alejó por segunda vez y oró; dijo: "Padre, si esto no puede pasar sin que Yo beba esta copa, que sea hecha Tu voluntad." 43 Él volvió de nuevo y los encontró durmiendo, porque sus ojos estaban pesados. 44 Entonces se fue y los dejó nuevamente; oró una tercera vez y dijo las mismas palabras. 45 Entonces Jesús vino a los discípulos y les dijo: "¿Todavía están durmiendo y descansando? Miren, la hora está por llegar y el Hijo del Hombre está siendo traicionado en manos de los pecadores. 46 Levántense y vámonos. Miren, el que Me traiciona está cerca." 47 Mientras aún estaba hablando, Judas llegó, uno de los doce. Una gran multitud de los sacerdotes principales y ancianos del pueblo vino con él. Vinieron con espadas y palos. 48 Ahora el hombre que iba a traicionar a Jesús les había dado una señal, diciendo: "Al que yo bese, Él es. Deténganlo." 49 Inmediatamente vino a Jesús y dijo: "¡Saludos, Rabí!" Y Lo besó. 50 Jesús le dijo: "Amigo, haz lo que has venido a hacer." Entonces ellos vinieron, le echaron mano y lo agarraron. 51 En eso, uno de los que estaba con Jesús extendió la mano, sacó su espada y golpeó al sirviente del sumo sacerdote y le cortó la oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: "Guarda tu espada en su lugar, porque todos aquellos que toman la espada morirán por la espada. 53 ¿Crees que Yo no podría clamar a Mi Padre, y Él me mandaría más de doce legiones de ángeles? 54 Pero, ¿cómo entonces se cumplirían las escrituras, siendo que esto debe suceder?" 55 En ese momento Jesús dijo a la multitud: "¿Han salido con espadas y palos para prenderme como si fuera un ladrón? Me senté a diario en el templo enseñando, y no me arrestaron. 56 Pero todo esto ha sucedido para que los escritos de los profetas puedan ser cumplidos." Luego, todos los discípulos lo dejaron y huyeron. 57 Los que prendieron a Jesús Lo llevaron a Caifás el sumo sacerdote, donde los escribas y ancianos se habían reunido. 58 Pero Pedro Lo siguió a distancia al patio del sumo sacerdote. Entró y se sentó con los guardias para ver cuál era el veredicto. 59 Ahora los principales sacerdotes y todo el Concilio estaban buscando falso testimonio en contra de Jesús, para que Le pudieran condenar a muerte. 60 Pero no encontraron ninguno, aunque muchos falsos testigos se presentaron. Luego vinieron dos 61 y dijeron: "Este Hombre dijo: 'Puedo destruir el templo de Dios y reconstruirlo en tres días.'" 62 El sumo sacerdote se levantó y Le dijo: "¿No tienes alguna respuesta? ¿Qué es lo que están testificando en contra Tuya?" 63 Pero Jesús guardó silencio. El sumo sacerdote Le dijo: "Te ordeno por el Dios Viviente, dinos si eres el Cristo, el Hijo de Dios." 64 Jesús le respondió: "Tú mismo lo has dicho; pero te digo que de aquí en adelante verás al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Padre, y viniendo en las nubes del cielo." 65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus ropas y dijo: "Él ha hablado blasfemia. ¿Por qué todavía necesitamos testigos? Miren, ahora han escuchado la blasfemia. 66 ¿Qué piensan?" Ellos respondieron y dijeron: "Él es digno de muerte." 67 Entonces lo escupieron en Su cara y Lo golpearon, y Lo abofetearon, 68 y le decían: "Profetízanos, Tú Cristo. ¿Quién Te ha golpeado?" 69 Pedro estaba sentado afuera en el patio, y una sirvienta vino a él y dijo: "Tú también estabas con Jesús de Galilea." 70 Pero él lo negó delante de todos, diciendo: "No sé de qué me estás hablando." 71 Cuando él salió a la puerta de entrada, otra sirvienta lo vio y les dijo a los que estaban allí: "Este hombre también estaba con Jesús de Nazaret." 72 Y de nuevo él lo negó con un juramento: "No conozco al hombre." 73 Después de un rato, los que estaban parados cerca vinieron y le dijeron a Pedro: "Seguramente tú también eres uno de ellos, porque tu acento te delata." 74 Entonces, él empezó a maldecir y a decir groserías: "Yo no conozco al hombre," e inmediatamente un gallo cantó. 75 Pedro recordó las palabras que Jesús había dicho: "Antes de que el gallo cante me habrás negado tres veces." Entonces salió y lloró amargamente.
1 Aconteceu que, quando Jesus terminou todas estas palavras, Ele disse aos Seus discípulos: 2 "Sabeis que daqui a dois dias será a Páscoa, e o Filho do Homem será entregue para ser crucificado". 3 Então os principais sacerdotes e os anciãos do povo reuniram-se no palácio do sumo sacerdote, que se chamava Caifás. 4 Secretamente, eles conspiraram prender Jesus e matá-Lo. 5 Mas diziam: "Não durante a festa, para que não se levante um tumulto entre o povo". 6 Estando Jesus em Betânia, na casa de Simão, o leproso, 7 enquanto estava reclinado à mesa, uma mulher veio a Ele trazendo um vaso de alabastro com bálsamo muito valioso, e o derramou sobre Sua cabeça. 8 Mas quando os discípulos viram isso, eles se zangaram e disseram: "Qual a razão para tal desperdício? 9 O bálsamo poderia ser vendido por uma boa quantia e dada aos pobres". 10 Mas Jesus, sabendo disso, disse a eles: "Por que estão perturbando esta mulher? Ela praticou uma boa ação para comigo. 11 Sempre tereis os pobres convosco, mas nem sempre me tereis. 12 Pois quando ela derramou o bálsamo sobre o meu corpo, ela o fez para o meu sepultamento. 13 Verdadeiramente Eu vos digo, onde quer que este evangelho seja pregado em todo o mundo, o que esta mulher fez será contado em sua memória". 14 Então, um dos doze, que se chamava Judas Iscariotes, foi aos principais sacerdotes 15 e disse-lhes: "O que me dareis se eu o entregar a vós?" Eles pesaram trinta moedas de prata para ele. 16 A partir daquele momento, ele procurava uma oportunidade para entregá-Lo". 17 No primeiro dia dos pães asmos, os discípulos vieram a Jesus e disseram: "Onde desejas que te preparemos a refeição da Páscoa?" 18 Ele disse: "Ide à cidade, a certo homem e dizei-lhe: O Mestre diz: 'Minha hora está próxima. Eu celebrarei a Páscoa em tua casa com meus discípulos'". 19 Os discípulos fizeram como Jesus os instruiu e prepararam a refeição da Páscoa. 20 Quando a noite chegou, Ele sentou-se para comer com seus doze discípulos. 21 Enquanto eles comiam, disse-lhes: "Verdadeiramente Eu vos digo que um de vós me trairá". 22 Eles ficaram muito tristes, e cada um perguntava-Lhe: "Certamente não sou eu, Senhor?" 23 Ele respondeu: "Aquele que pôs comigo a mão no prato, esse me trairá. 24 O Filho do Homem morrerá, conforme está escrito sobre Ele. Mas ai daquele por quem o Filho do Homem é traído! Seria melhor para ele que não tivesse nascido". 25 Judas, que iria traí-Lo, disse: "Sou eu, Rabi?" Ele respondeu: "Tu o disseste". 26 Enquanto comiam, Jesus tomou um pão e, abençoando-o, o partiu e o distribuiu a Seus discípulos, dizendo: "Tomai, comei. Este é o meu corpo". 27 Então Ele tomou o cálice e dando graças, deu-lhes, dizendo: "Bebei dele, todos. 28 Pois este é o meu sangue, o sangue da Aliança, que é derramado por muitos para o perdão dos pecados. 29 Mas Eu lhes digo que não beberei de novo deste fruto da videira, até o dia em que eu o beberei novamente convosco no Reino de Meu Pai". 30 Depois de cantarem um hino, saíram para o Monte das Oliveiras. 31 Jesus disse-lhes então: "Essa noite todos vós vos escandalizareis por minha causa, pois está escrito: 'Eu ferirei o pastor e as ovelhas do rebanho serão dispersas'. 32 Mas após Eu ressuscitar, irei adiante de vós para a Galileia". 33 Disse-lhe Pedro: "Ainda que todos se escandalizem por tua causa, eu não me escandalizarei". 34 Jesus disse-lhe: "Verdadeiramente te digo, que esta noite, antes que o galo cante, me negarás três vezes". 35 Pedro disse-Lhe: "Mesmo que tiver de morrer contigo, não te negarei". O mesmo disseram todos os discípulos. 36 Então Jesus foi com eles a um lugar chamado Getsêmani e disse aos discípulos: "Sentai-vos aqui enquanto Eu vou ali orar". 37 Ele levou Pedro e os dois filhos de Zebedeu consigo, começou a entristecer-se e angustiar-se. 38 Então disse-lhes: "Minha alma está profundamente entristecida até a morte. Permanecei aqui e vigiai Comigo". 39 Ele se distanciou um pouco, prostrou-se com o rosto ao chão, e orou. Ele disse: "Meu Pai, se é possível, que passe de mim este cálice. Entretanto que não seja como Eu desejo, mas como Tu desejas". 40 Ele veio aos seus discípulos e os encontrou dormindo, e disse a Pedro: "Ora, não podeis vigiar comigo por uma hora? 41 Vigiai e orai para que não entreis em tentação. O espírito de fato está preparado, mas a carne é fraca". 42 Ele afastou-se uma segunda vez para orar e disse: "Meu Pai, se não é possível que esse cálice passe, sem que Eu o beba. Seja feita a Tua vontade". 43 Ele voltou mais uma vez e os encontrou dormindo, pois seus olhos estavam pesados. 44 Então deixando-os de novo, afastou-se e orou pela terceira vez, dizendo as mesmas palavras. 45 Depois, Jesus veio aos discípulos e lhes disse: "Estais dormindo e descansando ainda? Vede, a hora está próxima, e o Filho do Homem será entregue nas mãos dos pecadores. 46 Levantai-vos, vamos. Eis que o traidor se aproxima". 47 Enquanto Ele ainda falava, Judas, um dos doze, acompanhado de uma grande multidão, vinda da parte dos principais sacerdotes e anciãos do povo, vieram com espadas e paus. 48 O homem que estava para trair Jesus dera-lhes um sinal dizendo: "Aquele que eu beijar, é ele. Prendei-o 49 Imediatamente, ele foi a Jesus e disse: "Salve, Rabi!" E o beijou. 50 Jesus disse-lhe: "Amigo, faça aquilo que vieste fazer". Então eles se aproximaram, lançaram suas mãos sobre Jesus e O prenderam. 51 Eis que um dos que estavam com Jesus estendeu sua mão, puxou a espada, e feriu o servo do sumo sacerdote, cortando sua orelha. 52 E Jesus disse-lhe: "Coloca tua espada de volta ao seu lugar, pois todo aquele que pega em espada, perecerá pela espada. 53 Não pensas que Eu posso clamar ao Meu Pai, e Ele me enviaria mais de doze legiões de anjos? 54 Mas então, como se cumpririam as Escrituras, que dizem ser necessário que isto aconteça?" 55 Naquela hora, Jesus disse à multidão: "Viestes com espadas e paus para me prender como um ladrão? Eu sentava-me diariamente no templo ensinando e não me prendestes. 56 Mas tudo isto aconteceu para que os escritos dos profetas fossem cumpridos". Em seguida, todos os discípulos o deixaram e fugiram. 57 Aqueles que prenderam Jesus o levaram a Caifás, o sumo sacerdote, onde os escribas e os anciãos estavam reunidos. 58 Mas Pedro O seguia a distância até o pátio do sumo sacerdote. Entrou e sentou-se com os guardas para ver o fim. 59 Os principais sacerdotes e todo o Sinédrio procuravam um falso testemunho contra Jesus, para que pudessem condená-Lo à morte. 60 Eles não encontraram nenhum, mesmo que tantas falsas testemunhas tenham se apresentado. Porém mais tarde, duas vieram à frente 61 e disseram: "Este homem disse: 'Posso destruir o templo de Deus e reconstruí-lo em três dias'". 62 O sumo sacerdote levantou-se e Lhe disse: "Tu não tens resposta? O que é isso que testificam contra Ti?" 63 Mas Jesus ficou em silêncio. O sumo sacerdote disse-Lhe: "Eu te ordeno pelo Deus vivo, diga-nos se és o Cristo, o Filho de Deus". 64 Jesus respondeu-lhe: "Tu disseste por ti mesmo. Mas Eu te digo que de agora em diante verás o Filho do Homem sentando ao lado direito do Todo-Poderoso, vindo sobre as nuvens do céu". 65 Então o sumo sacerdote rasgou suas vestes e disse: "Ele tem falado blasfêmia! Por que ainda precisamos de testemunhas? Ouvistes a blasfêmia. 66 O que pensais?" Eles responderam e disseram: "Ele é digno de morte". 67 E cuspiam em Sua face, batiam Nele e O esbofeteavam, 68 e diziam: "Profetiza-nos, Cristo. Quem é que Te bateu?" 69 E estando Pedro assentado do lado de fora, no pátio, uma criada foi até ele e disse: "Tu também estavas com Jesus da Galileia". 70 Mas ele negou na frente de todos, dizendo: "Eu não sei do que estás falando". 71 Quando ele saiu para o portão, outra criada o viu e disse aos que estavam ali: "Este homem também estava com Jesus de Nazaré". 72 E ele negou de novo com um juramento: "Eu não conheço esse homem". 73 Pouco depois, aqueles que estavam ali vieram e disseram a Pedro: "Certamente, tu também és um deles, porque a tua maneira de falar te denuncia". 74 Então ele começou a amaldiçoar e a jurar: "Eu não conheço esse homem", e imediatamente um galo cantou. 75 Pedro lembrou-se das palavras que Jesus lhe dissera: "Antes do galo cantar, tu me negarás três vezes". Então ele foi para fora e chorou amargamente.
1 Cuando llegó la mañana, todos los jefes de los sacerdotes y los ancianos del pueblo conspiraron contra Jesús para darle muerte. 2 Ellos lo ataron, lo llevaron y lo entregaron a Pilato el gobernador. 3 Entonces cuando Judas, quien lo había traicionado, vio que Jesús fue condenado, se arrepintió y devolvió las treinta monedas de plata a los jefes de los sacerdotes y los ancianos, 4 y dijo: "Yo he pecado al traicionar sangre inocente." Pero ellos dijeron: "¿Qué es eso para nosotros? Es asunto tuyo." 5 Entonces él tiró las piezas de plata en el templo, salió fuera y se ahorcó. 6 Los jefes de los sacerdotes tomaron las piezas de plata y dijeron: "No es legal poner esto en el tesoro, porque es precio de sangre." 7 Ellos discutieron el asunto juntos y con el dinero compraron el Campo del Alfarero para enterrar extranjeros en él. 8 Por esta razón ese campo se le conoce como: "Campo de Sangre" hasta hoy. 9 Entonces lo que fue dicho por el profeta Jeremías se cumplió, diciendo: "ELLOS TOMARON LAS TREINTA MONEDAS DE PLATA, EL PRECIO FIJADO SOBRE ÉL POR LOS ISRAELITAS 10 Y LO ENTREGARON PARA EL CAMPO DEL ALFARERO, COMO EL SEÑOR ME HABÍA ORDENADO." 11 Ahora Jesús estaba frente al gobernador y el gobernador le preguntó: "¿Eres Tú el Rey de los Judíos?" Jesús le respondió: "Tú lo dices." 12 Pero cuando Él fue acusado por los jefes de los sacerdotes y los ancianos, no respondió nada. 13 Entonces Pilato le dijo: "¿No escuchas todos los cargos en tu contra?" 14 Pero Él no contestó ni una sola palabra, así que el gobernador estaba grandemente asombrado. 15 En la fiesta era costumbre del gobernador liberar a un prisionero escogido por la multitud. 16 En ese tiempo ellos tenían a un prisionero muy conocido llamado Barrabás. 17 Así que cuando ellos se reunieron, Pilato les dijo: "¿A quién quieren que yo libere? ¿A Barrabás o a Jesús, llamado el Cristo? 18 Porque él sabía que ellos lo habían entregado por envidia. 19 Mientras él estaba sentado en la silla del juicio, su esposa le envió un mensaje diciendo: "No tengas nada que ver con ese hombre inocente; porque hoy he sufrido mucho en un sueño por causa de Él." 20 Ahora los jefes sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud a pedir a Barrabás y que asesinaran a Jesús. 21 El gobernador les preguntó: "¿A quién de los dos quieren que les libere?" Ellos dijeron: "A Barrabás." 22 Pilato les dijo: "¿Qué debería yo hacer con Jesús llamado el Cristo?" Todos ellos contestaron: "Crucifícalo." 23 Y él dijo: "¿Por qué, qué crimen ha cometido? Pero ellos gritaron aún más fuerte: "Crucifícalo". 24 Así que cuando Pilato vio que no podría hacer nada, y que en su lugar estaba comenzando un motín, tomó agua, lavó sus manos frente a la multitud y dijo: "Yo soy inocente de la sangre de este Hombre inocente; alla ustedes." 25 Todas las personas dijeron: "Que Su sangre sea sobre nosotros y nuestros hijos." 26 Entonces él liberó a Barrabás, azotó a Jesús y se los entregó para ser crucificado. 27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al Pretorio y reunieron a toda la compañía de soldados. 28 Ellos Lo desnudaron y pusieron un manto púrpura sobre Él. 29 Entonces hicieron una corona de espinas, la pusieron sobre Su cabeza, y colocaron en Su mano derecha un bastón, se arrodillaron frente a Él y se burlaron de Él diciendo: "¡Viva, Rey de los Judíos!" 30 Lo escupieron tomaron el bastón y le golpearon en la cabeza. 31 Despues de haberse burlado de Él, le quitaron el manto, le pusieron Sus propias vestiduras y lo llevaron para crucificarle. 32 Cuando salieron, encontraron a un hombre de Cirene llamado Simón, a quien forzaron a ir con ellos para que cargara la cruz. 33 Ellos llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: "El Lugar de la Calavera." 34 Le dieron a beber vino mezclado con hiel. Pero cuando Él lo probó, no lo bebió. 35 Cuando lo habían crucificado, se repartieron Sus vestiduras echando suertes; 36 se sentaron y lo vigilaron. 37 Sobre Su cabeza colocaron la acusación en Su contra la cual leía: "ÉSTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS." 38 Dos ladrones fueron crucificados con ÉL, uno a Su derecha y uno a Su izquierda. 39 Los que pasaban Lo insultaban, moviendo sus cabezas 40 y diciendo: "Tú que destruirías el templo y lo reconstruirías en tres días, sálvate a Ti mismo. Si eres el Hijo de Dios, baja de esa cruz." 41 De la misma manera los principales sacerdotes se burlaban de Él, junto con los escribas y los ancianos, y decían: 42 "Él salvó a otros, pero no puede salvarse a Sí mismo. Él es el Rey de Israel; dejen que baje de la cruz y entonces creeremos en Él. 43 Él confía en Dios. Que Dios Lo rescate ahora si quiere, porque Él dijo: 'Yo soy el Hijo de Dios.'" 44 Y los ladrones que fueron crucificados con Él, también Le dijeron los mismos insultos. 45 Desde la hora sexta vino oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. 46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó en voz alta y dijo: "ELI, ELI, ¿LAMA SABACTANI?" lo que significa: "DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿PORQUÉ ME HAS ABANDONADO?" 47 Cuando algunos de los que estaban allí de pie lo escucharon, dijeron: "Él está llamando a Elías." 48 Inmediatamente uno de ellos corrió y tomó una esponja, la empapó con vino amargo y poniéndola en una caña, le dio a beber. 49 El resto de ellos dijeron: "Déjenlo solo; vamos a ver si Elías viene a salvarle." 50 Entonces Jesús clamó otra vez en voz alta y entregó Su espíritu. 51 Entonces, la cortina del templo se rasgó en dos desde arriba hacia abajo. La tierra tembló y las rocas se partieron. 52 Los sepulcros fueron abiertos, y los cuerpos de muchos santos que habian muerto resucitaron. 53 Ellos salieron de los sepulcros y después de la resurrección de Jesús, entraron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. 54 Ahora cuando el centurión y aquellos que vigilaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que habían ocurrido, ellos tuvieron mucho miedo y dijeron: "Verdaderamente Éste era el Hijo de Dios". 55 Muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para cuidarle, estaban allí mirando de lejos. 56 Entre ellas se encontraba María Magdalena, María la madre de Jacobo y José, y la madre de los hijos de Zebedeo. 57 Al anochecer, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, quien era también discípulo de Jesús. 58 Él se acercó a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato ordenó que le entregaran el cuerpo. 59 José tomó el cuerpo, lo envolvió en telas de lino limpias 60 y lo acostó en su propio sepulcro, que era nuevo y que él la había cortado en la roca. Entonces rodó una piedra grande a la entrada del sepulcro y se marchó. 61 María Magdalena y la otra María estaban allí sentadas frente al sepulcro. 62 Al día siguiente, que fue el día después de la Preparación, los jefes sacerdotes y los Fariseos se reunieron con Pilato. 63 Ellos le dijeron: "Señor, nosotros recordamos que cuando ese engañador estaba vivo, Él dijo: 'Después de tres días resucitaré.' 64 Por lo tanto ordene que la tumba sea asegurada hasta el tercer día; de otra manera Sus discípulos podrían llegar a robarlo y decirle a las personas: 'Él ha resucitado de la muerte' y el último engaño será peor que el primero." 65 Pilato les dijo: "Lleven una guardia. Vayan y asegúrenlo lo mejor que puedan". 66 Así que ellos fueron y aseguraron la tumba, sellando la piedra y colocando una guardia.
1 Quando a manhã chegou, todos os principais sacerdotes e anciãos do povo conspiravam contra Jesus, para O matarem. 2 E tendo-O amarrado, levaram-No e O entregaram a Pilatos, o governador. 3 Então Judas, que O havia traído, vendo que Jesus fora condenado, ficou cheio de remorso, devolveu as trinta moedas de prata aos principais sacerdotes e anciãos 4 e disse: "Eu pequei traindo sangue inocente". Mas eles disseram: "O que nos importa? Isso é contigo". 5 Então ele jogou as moedas de prata no templo, retirou-se e foi enforcar-se. 6 Os principais sacerdotes pegaram as moedas de prata e disseram: "Não é lícito colocá-las junto às ofertas, porque é preço de sangue". 7 Eles discutiram juntos o assunto e, com o dinheiro, compraram o campo do oleiro para sepultar estrangeiros. 8 Por essa razão, até o dia de hoje, o campo é chamado "Campo de Sangue". 9 Então, cumpriu-se o que foi dito pelo profeta Jeremias: "Eles pegaram as trinta moedas de prata, preço pelo qual Ele foi avaliado pelo povo de Israel. 10 e deram isso pelo campo do oleiro, conforme o Senhor me ordenou". 11 Então Jesus, estando diante do governador, este perguntou-Lhe: "És Tu o Rei dos Judeus?" Jesus respondeu-lhe: "Tu o dizes". 12 Mas, quando Ele foi acusado pelos principais sacerdotes e anciãos, nada respondeu. 13 Então Pilatos disse-Lhe: "Não ouves todas as acusações contra Ti?" 14 Mas Ele não respondeu uma palavra sequer, e assim o governador ficou muito admirado. 15 Durante a festa, era costume do governador libertar um prisioneiro escolhido pela multidão. 16 Naquela ocasião, eles tinham um prisioneiro muito conhecido, chamado Barrabás. 17 Então, quando eles estavam todos reunidos, Pilatos disse-lhes: "A quem quereis que eu vos solte? Barrabás ou Jesus, chamado Cristo?" 18 Porque sabia que eles O haviam entregado por inveja. 19 Enquanto ele estava sentado no tribunal, sua mulher enviou-lhe uma palavra dizendo: "Não te envolvas com esse justo; porque hoje, em sonho, muito sofri por seu respeito". 20 Os principais sacerdotes e os anciãos persuadiram a multidão a pedir Barrabás, e matar Jesus. 21 O governador perguntou-lhes: "Qual dos dois quereis que eu vos solte?" Eles disseram: "Barrabás". 22 Pilatos disse-lhes: "O que devo eu fazer com Jesus, chamado Cristo?" E todos responderam: "Crucificai-O". 23 E ele disse: "Que mal fez Ele?" Mas eles gritaram ainda mais alto: "Crucificai-O". 24 Então, quando Pilatos viu que não poderia fazer nada e que um tumulto estava começando, ele pegou água, lavou as mãos diante da multidão e disse: "Eu sou inocente do sangue deste homem; isso é convosco". 25 Todo o povo disse: "Que o sangue Dele caia sobre nós e nossos filhos". 26 Então ele libertou a Barrabás, mas açoitou a Jesus e O entregou para ser crucificado. 27 Então os soldados do governador levaram Jesus para dentro do pretório, e juntaram toda a companhia de soldados. 28 Eles O despiram e colocaram um manto vermelho Nele. 29 Então fizeram uma coroa de espinhos e colocaram em Sua cabeça, e um cajado na Sua mão direita, e eles ajoelhavam diante Dele e zombavam Dele, dizendo: "Salve, Rei dos judeus!" 30 E, cuspindo Nele, pegaram o cajado e bateram na Sua cabeça. 31 Enquanto zombavam Dele, tiraram-Lhe o manto vermelho, vestiram-No com as suas próprias roupas, e levaram-No para ser crucificado. 32 Ao saírem, eles encontraram um homem de Cirene chamado Simão, a quem obrigaram a carregar a Sua cruz. 33 Eles chegaram a um lugar chamado Gólgota, que significa "Lugar da Caveira". 34 Deram-Lhe vinho misturado com fel; mas tendo provado, não quis beber. 35 Depois de O crucificarem, dividiram entre si as roupas Dele, lançando sorte; 36 e, assentados ali, o vigiavam. 37 E puseram acima da Sua cabeça a acusação na qual estava escrito: "ESTE É JESUS O REI DOS JUDEUS". 38 Dois ladrões foram crucificados com Ele, um à Sua direita e outro à Sua esquerda. 39 Aqueles que passavam, blasfemavam Dele, balançando a cabeça 40 e dizendo: "Tu, que irias destruir o templo e reconstruí-lo em três dias, salva-Te a Ti mesmo. Se Tu és o Filho de Deus, desça da Cruz". 41 Da mesma maneira, os principais sacerdotes estavam zombando Dele juntamente com os escribas e anciãos, e diziam: 42 "Ele salvou os outros, mas não pode salvar-Se a Si mesmo. Ele é o Rei de Israel! Que Ele desça agora da cruz, e nós creremos Nele. 43 Ele confiou em Deus; que Deus O resgate agora, se Lhe quer bem, porque Ele disse: 'Eu sou o Filho de Deus'". 44 E os ladrões que estavam crucificados com Ele também falavam-Lhe os mesmos insultos. 45 Desde a hora sexta até a hora nona, escuridão veio sobre toda a terra. 46 Perto da hora nona, Jesus clamou em alta voz e disse: "Eli, Eli, lamá sabactani?", que significa: "Deus meu, Deus meu, por que Me desamparaste?" 47 Quando alguns dos que estavam parados ali ouviram isso, disseram: "Ele está chamando por Elias". 48 Imediatamente um deles correu, pegou uma esponja, encheu-a de vinagre, colocou-a na ponta de um caniço, e deu-Lhe de beber. 49 Os outros disseram: "Deixe-O sozinho, vamos ver se Elias virá para salvá-Lo". 50 Então Jesus clamou novamente em alta voz e entregou Seu espírito. 51 E eis que o véu do templo rasgou-se em duas partes de alto a baixo; a terra tremeu, e as rochas se fenderam. 52 Os túmulos foram abertos, e muitos corpos de santos, que dormiam, foram ressuscitados. 53 Eles saíram dos túmulos após a Sua ressurreição, entraram na cidade santa e apareceram a muitos. 54 Quando o centurião e aqueles que guardavam a Jesus viram o terremoto e as coisas que haviam acontecido, ficaram com muito medo e disseram: "Verdadeiramente este era o Filho de Deus". 55 Muitas mulheres, que seguiam a Jesus desde a Galiléia para O servirem, estavam ali, olhando de longe. 56 Entre elas, Maria Madalena; Maria, a mãe de Tiago e José; e a mãe dos filhos de Zebedeu. 57 Ao cair da tarde, veio de Arimateia um homem rico, chamado José, que também era discípulo de Jesus. 58 Ele aproximou-se de Pilatos e pediu o corpo de Jesus. Então Pilatos ordenou que lhe fosse dado. 59 José tomou o corpo, envolveu-o em um pano limpo de linho 60 e o colocou em seu túmulo novo, que havia sido escavado na rocha. Depois ele rolou uma grande pedra em frente à porta do túmulo e foi embora. 61 Maria Madalena e a outra Maria estavam lá, sentadas diante do sepulcro. 62 No dia seguinte, que era o dia depois da Preparação, os principais sacerdotes e os fariseus reuniram-se com Pilatos. 63 Eles disseram: "Senhor, lembramo-nos que quando Aquele enganador estava vivo, Ele disse: 'Após três dias, Eu ressuscitarei'. 64 Portanto ordena que o túmulo seja vigiado até o terceiro dia, ou então Seus discípulos podem vir, roubar o corpo e dizer ao povo: 'Ele ressuscitou dos mortos'; e esse último engano será ainda pior que o primeiro". 65 Pilatos disse-lhes: "Levai guardas, ide e guardai o túmulo como bem vos parecer. 66 Indo eles, montaram guarda ao túmulo, selando a pedra e deixando ali os guardas.
1 Ya tarde, durante el día de reposo, cuando estaba empezando el amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron a ver el sepulcro. 2 He aquí, hubo un gran terremoto, porque un Ángel del Señor descendió desde el cielo; vino y movió la piedra, y se sentó sobre ella. 3 Su apariencia era como relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4 Los guardias temblaban de miedo y se quedaron como muertos. 5 El ángel se dirigió a las mujeres y les dijo: "No tengan miedo, porque yo se que ustedes buscan a Jesús, quien ha sido crucificado. 6 Él no está aquí, sino que ha resucitado, justo como Él dijo. Vengan a ver el lugar donde el Señor fue puesto. 7 Vayan rápido y díganle a sus discípulos: 'Él ha resucitado de entre los muertos. Va delante de ustedes a Galilea. Allí ustedes lo verán. 'He aquí, yo se los he dicho." 8 Rápidamente las mujeres dejaron el sepulcro con miedo y gran gozo, y corrieron a decirle a sus discípulos. 9 De repente, Jesús las encontró y dijo: "Saludos." Las mujeres se acercaron, abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: "No tengan miedo. Vayan y díganle a Mis hermanos que salgan para Galilea; allí Me verán." 11 Mientras las mujeres se iban, he aquí, algunos de los guardias fueron a la ciudad y le dijeron a los principales sacerdotes todas las cosas que habían ocurrido. 12 Cuando los sacerdotes se reunieron con los ancianos y discutieron lo que había acontecido, ellos le dieron una gran cantidad de dinero a los soldados 13 y le dijeron: "Díganle a otros, 'los discípulos de Jesús vinieron durante la noche y se robaron su cuerpo mientras dormíamos.' 14 Si este reporte llega al gobernador, nosotros lo convenceremos y le evitaremos dificultades a ustedes." 15 Entonces los soldados tomaron el dinero e hicieron como le habían instruido. Este reporte se divulgó extensamente entre los judíos y continúa hasta hoy. 16 Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. 17 Cuando ellos lo vieron, lo adoraron, pero algunos dudaron. 18 Jesús vino a ellos y les dijo: "Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Vayan entonces, y hagan discípulos de todas las naciones. Bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. 20 Enséñenles a obedecer todo lo que Yo les He ordenado. Y vean, Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo."
1 E após o sábado, ao raiar o primeiro dia da semana, Maria Madalena e a outra Maria foram ver o sepulcro. 2 E eis que houvera um grande terremoto, pois um anjo do Senhor desceu do céu, veio e rolou a pedra e sentou-se sobre ela. 3 Seu aspecto era como um relâmpago e as suas roupas, brancas como a neve. 4 Os guardas tremeram de medo e ficaram como mortos. 5 Mas o anjo, dirigindo-se às mulheres, disse-lhes: "Não temais, eu sei que buscais Jesus, que foi crucificado. 6 Ele não está aqui, mas ressuscitou como tinha dito. Vinde ver o lugar onde o Senhor estava. 7 Ide depressa e dizei aos Seus discípulos: 'Ele ressuscitou dentre os mortos e vai à frente de vós para a Galileia, lá O vereis'. É como vos digo!" 8 As mulheres deixaram o sepulcro rapidamente com temor e grande alegria, e correram para falar aos discípulos. 9 E eis que Jesus veio ao encontro delas e disse: "Saudações!". As mulheres, aproximando-se, abraçaram-Lhe os pés e O adoraram. 10 Então Jesus lhes disse: "Não temais. Ide e dizei para Meus irmãos irem à Galileia e lá Me verão". 11 E enquanto as mulheres estavam indo, eis que alguns dos guardas foram à cidade e contaram aos chefes dos sacerdotes tudo o que tinha acontecido. 12 Tendo os sacerdotes se reunido com os anciãos e elaborado um plano, deram uma grande quantidade de dinheiro aos soldados, recomendando-lhes: 13 "Dizei que os discípulos de Jesus vieram de noite e roubaram-lhe o corpo, enquanto dormíamos. 14 E se esta notícia chegar aos ouvidos do governador, nós o convenceremos, e vos deixaremos livres de preocupações". 15 Então os soldados pegaram o dinheiro e fizeram conforme tinham sido instruídos. Essa história se espalhou entre os judeus até o dia de hoje. 16 Os onze discípulos foram para a Galileia, para o monte que Jesus lhes indicara. 17 Quando eles O viram, O adoraram, mas alguns duvidaram. 18 E Jesus, aproximando-se deles, disse-lhes: "Toda autoridade foi-Me dada no céu e sobre a terra. 19 Portanto ide e fazei discípulos de todas as nações. Batizando-as em nome do Pai, do Filho e do Espírito Santo. 20 Ensinando-as a guardar todas as coisas que vos tenho ordenado. E eis que estou convosco todos os dias, até o fim dos tempos".